Débora Mansilla tenía 20 años y una bebé. Falleció el pasado 3 de enero, días después de sufrir quemaduras en el 50 por ciento del cuerpo dentro de su casa de Villa Gobernador Gálvez. Su pareja, Brian Fabián O., de 21, dijo que la tarde de Navidad la joven se roció con alcohol en una discusión y lo amenazaba con incendiarse con un encendedor que hacía chispear, cuando en un amague se prendió fuego sola. Su versión fue desmerecida por la familia de la muchacha que le achacó la autoría del hecho. La Fiscalía lo imputó el 27 de diciembre por lesiones graves (agravadas por violencia de género) en una audiencia donde le concedieron la libertad con restricciones. Cuando Débora murió se lo acusó de homicidio y se concretó la detención. Mientras tanto se realizó una Cámara Gesell con un hermanito de Mansilla, de 6 años, quien presenció la tragedia. El resultado de ese testimonio avaló los dichos de Brian y el de los vecinos, y el jueves pasado, el muchacho recuperó la libertad con prohibición de acercamiento a la familia de la víctima. La decisión causó un gran malestar entre los allegados de la chica, en tanto la tenencia de la hija de ambos quedó en manos de un juez de Familia.
Según los investigadores, Débora entró al hospital el 25 diciembre con quemaduras de grado A y B en la cara, el cuello y el pecho. Su concubino, y padre de su hija, fue imputado dos días después por el fiscal de Flagrancia José Luis Caterina que le achacó lesiones graves y pidió la prisión preventiva, que rechazó el juez Carlos Leiva, con algunas restricciones.
El 3 de enero Mansilla falleció por una falla multiorgánica. La velaron a cajón cerrado. Con ese desenlace la causa pasó al fiscal de Homicidios dolosos Florentino Malaponte quien acusó a Brian (que se presentó espontáneamente) de homicidio doblemente calificado, por la convivencia y por tratarse de una mujer víctima de violencia de género. Mientras tanto, familiares de Débora acompañados por organizaciones de mujeres empezaron a movilizarse y a exigir Justicia por la joven, tras asegurar que su muerte se trató de un femicidio.
Pero esa no fue la conclusión de la Fiscalía. Fuentes judiciales dijeron a El Ciudadano que distintos testimonios indican que la tarde de Navidad vieron a Débora salir corriendo desde su casa prendida fuego y a Brian detrás con un bidón de agua para apagarla. Que la secuencia culminó cuando la joven se tiró en una zanja y que le dijo a su pareja “me quemé”. La Policía secuestró en la casa una botella de alcohol vacía, cuatro encendedores y una cuchilla de mesa. La escena ocurrió delante de la bebé de la pareja y del hermano de seis años de la joven, único testigo ocular, que convalidó la versión del muchacho durante su testimonio en una cámara de Gesell.
Con todo, y tras considerar que no existe peligro de fuga por parte del acusado, el jueves pasado se le otorgó la libertad. Los voceros dijeron que “no hay ningún elemento nuevo en la teoría del caso de que el muchacho fue el autor del homicidio”. Al respecto dijeron que “Básicamente fue liberado porque no hay pruebas más allá de los dichos de los familiares de la víctima”.
En la audiencia, donde actuaron el fiscal Ademar Bianchini y la defensora pública María Eugenia Carbone, el flamante juez Pablo Pinto (ex fiscal de homicidios dolosos), la fiscalía y la defensa expresaron haber alcanzado un acuerdo para disponer la libertad del imputado con la obligación de concurrir a la Oficina de Gestión Judicial a firmar dos veces por semana por el plazo de ley. EL magistrado le dio lugar al pedido de las aportes aceptando que la hermana del acusado salga como garante, y manteniendo una prohibición de acercamiento con la familia de Débora, lo que implica que no podrá tener contacto con su hija por el momento. Esa situación fue delegada a un Juzgado de Familia que deberá resolver la tenencia de la menor y mientras tanto un régimen de visita que no implique una violación a la restricción de acercamiento. Voceros judiciales dijeron que el acuerdo causó un profundo malestar y tensión tanto en la audiencia como en la puerta de los Tribunales.