Un hombre de 25 años fue imputado por un robo ocurrido el Día de la Independencia. La víctima llegaba a su casa casi a la medianoche cuando fue abordado un ladrón al bajar de su auto. Le sacó lo que tenía encima y lo obligó a visitar distintos cajeros sin lograr sacar dinero de ellos. En un momento la víctima logró zafar del asaltante y escapar en su auto. El ladrón no tuvo en cuenta que el celular de la víctima contaba con una aplicación que permitió su ubicación satelital y dieron con el sospechoso en un Fonavi de la zona sur. Este miércoles, el detenido fue imputado por el hecho. El juez Héctor Núñez Cartelle dictó la prisión preventiva en su contra por 60 días.
Faltaban 15 minutos para que terminara el 9 de julio cuando un hombre llegó a su casa, ubicada en Garay al 200, a bordo de su auto. Al intentar bajar del coche fue sorprendido por un solitario ladrón que le hizo creer que portaba un arma y lo amenazó de muerte para que le entregara lo que tenía. La víctima le dio su billetera, el celular y la campera que tenía puesta. Pero el ladrón quería más y lo obligó a ingresar a la casa.
Una vez dentro tomó un cuchillo para amedrentarlo y lo obligo a volver al auto. Lo forzó a recorrer cajeros automáticos en busca de efectivo. Visitaron varias entidades bancarias pero el ladrón no logró sacar dinero. Al mando del volante, el asaltante detuvo la marcha en Uriburu y las vías de Moreno, circunstancia que fue aprovechada por la víctima que se tiró sobre los controles del auto y aceleró. Se fue hasta su casa y se encontró con personal del Comando Radioeléctrico tras el llamado de otro de los habitantes de la casa.
La víctima brindó los datos del robo a la policía y le contó que el teléfono celular sustraído contaba con una aplicación que permitía rastrear su ubicación vía internet. La señal ubicó el aparato en un Fonavi de calle Sánchez de Thompson al 100 bis: allí la Policía logró dar con el ladrón identificado como Federico Nahuel M.
Este miércoles, la fiscal Viviana O’Connell de la Unidad de Investigación y Juicio lo imputó ante el juez Núñez Cartelle del delito de robo calificado por el uso de arma blanca y privación ilegítima de la libertad. El sospechoso fue asesorado por la defensora oficial Luisa Cañavate y a pesar de su intervención no evitó el dictado de la medida cautelar contra su defendido. El magistrado dispuso la prisión preventiva de Federico M. por 60 días.