Rodrigo Carlos Sánchez fue ejecutado el mediodía del 19 de marzo pasado en Wilde y San Lorenzo. Era un ladero de Esteban Alvarado y los asesinos se movían en un Renault Logan que, después del crimen, abandonaron a unas cuadras, en Ezeiza y Magaldi. Hacía cuatro días que se le habían robado a un remisero. Tras una serie de medidas, los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra lograron dar el autor del robo del Logan. Lo detuvieron en un allanamiento el viernes pasado y lo identificaron como Héctor Luis Brezik, de 38 años y hermano de un hombre que tiene estrechos vínculos con Los Monos. Este lunes, Héctor fue imputado como autor del robo del Logan y como partícipe primario en el homicidio de Sánchez, ya que facilitó el auto a los asesinos. El juez Mariano Aliau aceptó la acusación y le dictó la prisión preventiva por el plazo de ley.
Sánchez conducía una Toyota Hilux color gris por calle Wilde. Era el mediodía del jueves 19 de marzo pasado y cuando llegó a la esquina de San Lorenzo, el conductor Renault Logar rojo se le cruzó. Dos encapuchados bajaron y lo acribillaron a tiros. Tenía 44 años y, a pesar de no estar acusado formalmente, los investigadores lo sindicaban como la mano derecha de Alvarado, un veterano ladrón de autos con causas en la justicia federal por tráfico de drogas y en la provincial como jefe de una asociación ilícita que usaba empresas para el lavado de dinero y que cometían diversos delitos como el secuestro seguido de muerte de un prestamista. En los papeles, Sánchez era empleado de uno de esas sociedades anónimas Santino S.R.L. Con este entramado, los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos quedaron a cargo de la investigación de la ejecución de Sánchez.
La pesquisa incluyó entrecruzamientos de información con la Justicia federal y una extensa toma de declaraciones. Pero los investigadores se enfocaron en el Logan. Ese mismo día, encontraron el auto usado por los homicidas en Ezeiza al 700, casi esquina Magaldi. También sabían que del Logan bajaron cuatro encapuchados que huyeron tras subirse a otro auto, cuyo conductor los esperaba.
Al buscar datos del Logan, los fiscales determinaron que había sido robado el 15 de marzo por la tarde a un remisero. En su denuncia en la subcomisaría 22ª, el hombre contó que pasadas las 18 recibió un llamado de un local de comidas de avenida San Martín al 3800. Ahí subió el pasajero, un hombre pelado, de más de 30 años y alto. El destino era Magaldi al 9000. El remisero no alcanzó a estacionar que ya estaba encañonado, el mensaje del falso pasajero fue que le avisara a su empleador que le pagara lo que le debía. La víctima bajó y también entregó su celular. Al cruzar información y analizar las cámaras de seguridad de la pizzería, los investigadores dieron con una causa en la Justicia Federal sobre una organización que cometía delitos similares. Esa fue la primer pista.
El sindicado líder de esa banda se llama Jonatan Brezik –con estrechos lazos con el clan Cantero y condena por tráfico de estupefacientes–y al acceder al expediente dieron con la planificación del robo del Logan por escuchas. Las comunicaciones fueron entre tres personas: Jonatan, su hermano Héctor y un adolescente apodado Pitoto.
La planificación del robo
Eran las 18.30 de ese domingo 15 de marzo cuando Héctor llamó a Jonatan para explicarle que solicitó el auto desde el teléfono de una pizzería. Los hermanos discutieron sobre aspectos operativos del robo (lugar donde hacerlo y dónde guardarían el auto). La comunicación se cortó con la llegada del remise. Éste es un extracto de la conversación entre Jonatan y Héctor:
Jonatan: Escuchá, yo ya le hice preparar
Héctor: Bien
Jonatan: Dónde estás ahora vos?
Héctor: Yo estoy en San Martín y… Presidente, Ole…
Jonatan: Bueno, pero estás ahí, por ahí, ya está.
Héctor: Sí,
Jonatan: El tema es que auto es?
Héctor: Es un Logan rojo.
Jonatán: Son buenos esos o no?
Héctor: Y sí, sí boludo, siempre tienen autos buenos las remiserías.
Jonatan: Je bueno escuchá, vas a tener que cambiar el número después vos.
Héctor: No, no, no, no, no lo voy a tener que cambiar porque dije vine acá a una pizzería donde lo pedí…
Jonatan: Sí.
Héctor: Y le dije que me quedé sin crédito, si no me prestaba el teléfono para llamar un remise.
Jonathan: Y pero la pizzería esa qué onda, vas siempre vos?
Héctor: No, nunca vengo, no tiene cámara no tiene nada.
Jonatan: Mm
Héctor: Te dije, no soy tonto.
Cuando Jonatan dijo que «hizo preparar todo», se refería a que había acordado con Pitoto en otra comunicación, dónde iban a guardar el auto y también le había ordenado al adolescente que si salía algo mal en el robo del auto, asistiera a Héctor, quien nunca reparó que el local de comidas sí tenía cámaras de seguridad.
La caída de Héctor y Pitoto
El viernes pasado los fiscales solicitaron cuatro allanamientos, algunos en la zona donde le robaron el auto al remisero: como el de Magaldi al 9000. Además, hicieron operativos en Benteveo al 700, French y Garzón, Gorriti al 5500, Doctor Riva al 300, Tucumán y Larrea, de Rosario, y en Asunción al 1300, de Granadero Baigorria.
En esos procedimientos, el personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) demoró ocho personas, entre las que se encontraban Pitoto, quien al ser menor de edad al momento de hecho quedó a cargo de la Justicia de Menores, y Héctor Brezik, de 38 años y hermano de Jonatan, quien contaba con un pedido de captura por su participación en el crimen de Sánchez.
También secuestraron celulares, proyectiles de distintos calibres, poco más de 100 gramos de cocaína fraccionada, 20 gramos de marihuana, objetos utilizados para el estiramiento y fraccionamiento de droga, un revolver calibre 38, 110 mil pesos y documentación de interés para la causa, describieron las fuentes judiciales en dicha oportunidad.
Héctor quedó detenido e incomunicado hasta este lunes cuando en una audiencia que se realizó por videoconferencia los fiscales Edery y Schiappa Pietra lo acusaron de ser el autor del asalto al remisero y de ser partícipe primario en el asesinato de la mano derecha de Alvarado, ya que facilitó el Logan para que los asesinos cometieran la ejecución.
Tras escuchar a las partes, el juez Mariano Aliau aceptó la presentación de la Fiscalía, imputó a Héctor Brezik y le dictó la prisión preventiva por el plazo de ley, es decir dos años mientras avanza la investigación.