Funcionarios de la provincia y expertos en meteorología se reunieron este martes para evaluar la evolución de las quemas en las islas del Delta del río Paraná. Del encuentro, participaron el ministro de Gobierno, Justicia, DDHH y Diversidad, Esteban Borgonovo; la ministra y subsecretaria de Ambiente y Cambio Climático, Érika Gonnet y Florencia Mitchell, respectivamente; el fiscal de Estado, Rubén Weder; y funcionarios de Protección Civil.
Además, estuvieron presentes el ingeniero agrónomo Néstor Di Leo, integrante del Observatorio Ambiental de la Universidad Nacional de Rosario (UNR); el director del Servicio Nacional de Manejo del Fuego, Alberto Seufferheld, y representantes de asociaciones de Bomberos Voluntarios.
«Tenemos que tener una mirada a largo plazo y es por eso que invitamos a meteorólogos para analizar lo que se viene”, señaló Borgonovo, y destacó el esfuerzo y trabajo en controlar el fuego por parte de los bomberos, brigadistas y la ayuda que se recibe de Nación.
Borgonovo, subrayó que ya no es sólo un problema de cercanía a Rosario, sino que «existen focos de distinta magnitud en diversos lugares de la provincia».
Por su parte, Gonnet enfatizó en el trabajo conjunto entre provincia y Nación, y la conformación de esta mesa de diálogo, que incluye a especialistas vinculados al tema.
«Seguimos trabajando en una solución de fondo que tenga que ver con un desarrollo sostenible de las islas del Delta del Paraná y para ellos es fundamental contar con el aporte de profesionales. Sabemos que la situación no es alentadora por las tendencias meteorológicas que son poco favorables en este contexto», dijo la subsecretaria de Ambiente y Cambio Climático.
A su turno, Mitchell aseguró que «venimos realizando un monitoreo satelital de los focos de incendio y su avance, así como también del área quemada a nivel provincial. Pero, además, analizamos las variables ambientales y meteorológicas que acentúan el riesgo de incendio y alcance».
Y sumó: «La bajante del río, así como el prolongado período de sequía que atravesamos, son factores que complejizan la situación, ya que hay más biomasa disponible para ser quemada y dificulta la contención del fuego por parte de los brigadistas que están trabajando en el territorio».
Finalmente, Di Leo explicó que «la reunión de hoy fue un balance positivo, con ópticas de distintas áreas, con experiencias y saberes de distinta índole, muy necesarios para comprender y abarcar la complejidad que implica el funcionamiento ambiental y productivo del humedal. Y también la interacción de esto con los incendios que vienen sucediendo en ese espacio».
Y concluyó: «Los resultados han sido muy valiosos, se trazaron líneas de acción concretas en virtud de tratar de preparar infraestructura y distintas instancias operativas para atender el fuego en las islas, en la zona de humedal, como también otros sectores de la provincia que podrían estar entrando en la fase de riesgo, porque la sequía está afectando a todo el territorio».