El nuevo ministro de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de Santa Fe, Roberto Sukerman, anticipó los puntos que serán prioridad durante su gestión. Hizo hincapié en la generación de empleo pero sobre todo en fomentar la capacitación para que los trabajadores se inserten en el mundo laboral del siglo XXI.
Para eso, consideró necesario articular la tarea con otros ministerios con la finalidad de impulsar políticas conjuntas. Es lo que pretende llevar adelante con el ministerio de Educación, fortaleciendo las escuelas técnicas y capacitando a los trabajadores en innovación tecnológica.
También valoró el programa Nueva Oportunidad como una herramienta de contención social a la que buscará darle continuidad. Al respecto consideró que debe convertirse en una capacitación con una inserción laboral real.
La articulación no solo será con sus pares ministeriales, sino que buscará mantener línea directa con Nación. Durante la semana, mantuvo sus primeras reuniones con el director nacional de la Ansés, Alejandro Vanoli, y el ministro de Trabajo, Claudio Moroni.
—¿Qué lógica adoptará el nuevo ministerio de Trabajo, Empleo y Desarrollo Social?
—Vamos a buscar articular con el ministerio de Desarrollo Social lo que venían siendo políticas de contención y que quienes formaban parte de ese proyecto tengan una salida laboral. Vamos a trabajar para el mismo objetivo con el Ministerio de Educación con carreras cortas, en terciarios. Lo mismo con el Ministerio de Producción, para acercar la oferta y la demanda laboral. Lo que tenemos es el desafío de mejorar la capacidad del ministerio para las resoluciones de conflicto y mejorar la fiscalización de empleo digno. Pero la idea es incorporar el empleo como política pública.
—¿El cambio de nombre del ministerio busca esa articulación con el área social?
—Lo que hicimos fue, aprovechando la modificación de la Ley de Ministerios, incorporar el término empleo para que sea de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, lo cual significa ponernos la mochila desde el minuto cero, diciéndole a la ciudadanía que queremos generar empleo y formar a trabajadores para el nuevo mundo laboral del siglo XXI con un rol activo.
—¿Consideran que esto significa una continuidad en las políticas del ministerio o modifica el criterio que mantuvo la administración anterior?
—Al ministerio de Trabajo se le asignó ese rango en 2007, pero lo cierto es que siguió teniendo las mismas políticas que tenía mientras existía la Secretaría de Trabajo. Esto implica la resolución de conflictos laborales y por otro lado la fiscalización del trabajo. Uno pretendía que si se elevaba la secretaría a ministerio, debería haber otras políticas. Lo que percibimos es que el ministerio estaba en piloto automático. El ministerio estuvo en un rol pasivo, como una ventanilla que atiende demandas. Seguridad Social funcionó como una entidad administrativa.
—¿Qué puede aportar el nuevo ministerio inicialmente para la generación de empleo?
—Uno de los aportes más importantes que podemos hacer es el de mejorar la capacitación. No podemos desconocer que la innovación tecnológica deja a la gente sin trabajo y hay muchas personas que no están capacitada para las exigencias del mundo laboral del siglo XXI. Ahí hay que trabajar con el Ministerio de Educación para que haya más y mejores escuelas técnicas.
—El caso particular del programa Nueva oportunidad, ¿es una herramienta que piensan mantener o modificar?
—Nosotros valoramos el Nueva oportunidad como un programa de contención social pero por otro lado entendemos que es una herramienta que no termina plasmándose en una salida laboral concreta. Necesitamos que después de esa capacitación puedan tener una inserción laboral real.
—¿Cuáles son los sectores de la economía que deben priorizar inicialmente para incentivar el empleo?
—Hay que articular con aquellos sectores como la producción y el comercio. Hay que tener en cuenta las distintas realidades de la provincia, la única realidad no es la de Rosario y sus alrededores. Hay que revertir muchas desigualdades, el ministerio tiene que lograr eso con una actitud mucho más proactiva y no de actuar a demanda.
—¿Qué diagnóstico inicial tienen sobre los Procesos Preventivos de Crisis (PPC) en la provincia y cómo revertirán esas situaciones?
—Tenemos aproximadamente 350 PPC, 200 son en el Gran Rosario. Muchos de ellos están venciendo a fin de año, por lo tanto estamos en etapa de revisión para acompañar la actividad productiva, pero tampoco podemos naturalizar ese tipo de circunstancias, por eso hay que prestarle atención a cada caso.
—¿Qué relación habrá con el Ejecutivo nacional, teniendo en cuenta que después de mucho tiempo la provincia y Nación comparten signo político?
—Para ellos la prioridad está en resolver urgencias a nivel nacional pero también buscamos mantener reuniones para avanzar en políticas coordinadas entre Nación y provincia. Lo que esperamos es que haya políticas federales e integrales, llevando políticas junto con los gobernadores. Hay que pensar en un desarrollo solidario, Santa Fe mismo tiene una realidad con diversos niveles de infraestructura, que no hay que desatender, articulando desde los distintos ministerios.