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“Queremos justicia lo antes posible”

Por Agustín Schcoler.- Lo pidieron familiares y amigos de las víctimas de Villa Moreno.

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Familiares, amigos y militantes de diferentes agrupaciones sociales y políticas realizaron en la mañana de ayer una movilización, al cumplirse 15 meses de la masacre de Villa Moreno, ocurrida el 1º de enero de 2012. El reclamo de justicia incluyó una movilización de autos, motos y bicicletas por avenida Pellegrini, desde Laprida a Balcarce, y una marcha a pie desde Cochabamba y Moreno hasta la puerta de Tribunales provinciales, donde algunos de los organizadores de la marcha pidieron reunirse con autoridades del Poder Judicial para conocer los avances en la investigación por la fatal balacera. “Los camaristas nos confirmaron que antes de fin de año va a haber un veredicto sobre los procesados”, afirmó Eduardo Trasante, padre de una de las víctimas. En tanto, la Cámara Penal confirmó el adelanto brindado por este diario en su edición de ayer acerca de la confirmación de los procesamientos para tres policías en una causa conexa al triple crimen por el irregular desempeño que mantuvieron durante su actuación en la investigación de la muerte de Jeremías Trasante, Claudio Suárez y Adrián Rodríguez.

La caravana de autos, motos, bicicletas y caminantes arrancó a las 10 en plaza López. Padres e hijos de todas las edades caminaron por avenida Pellegrini –emulando de alguna manera la calle recreativa que los domingos se habilita en otro sector del centro rosarino– hasta la esquina de Moreno, donde se juntaron con otra columna que arrancó desde calle Cochabamba. Juntas, unas 300 personas marcharon hasta la puerta de Tribunales que da a calle Balcarce, donde esperaron pacientemente ser atendidos por autoridades del Poder Judicial.

“Esperamos ansiosos que se confirme el procesamiento de los 3 policías implicados, así como los de de Damián Romero y Mauro Palavecino, para que arranque el juicio cuanto antes”, afirmó una de las representantes legales del Frente Popular Darío Santillán, del cual eran miembros las víctimas de la masacre.

La espera dio sus frutos, ya que a las 11 se llevó a cabo una reunión entre varios militantes e integrantes de la Sala 1ª de la Cámara Penal, la que se extendió hasta las 13.

Finalizado el encuentro, Dante, hermano de Claudio Suárez, dijo a los presentes: “Nos confirmaron el procesamiento de Centurión, Carrillo y Martín, los policías implicados en el caso; a su vez se comprometieron a estudiar y resolver la situación de Damiancito (Romero) y Palavecino”.

Luego, Eduardo Trasante –padre de Jeremías–, agregó: “Los magistrados nos contaron que le están poniendo el corazón al caso, que se llevaron fojas del expediente a sus vacaciones para estudiarlo en profundidad y nos garantizaron que antes de fin de año va a haber un dictamen por la muerte de nuestros hijos”.

El triple homicidio ocurrió en la madrugada del 1º de enero del año pasado, cuando las tres víctimas estaban sentadas en un banco de la canchita de fútbol que era utilizada por la gente de Villa Moreno como lugar de encuentro.

Hasta ese lugar llegó Sergio “Quemado” Rodríguez, quien protegido con un chaleco antibalas, interpeló a un grupo de jóvenes que se encontraba en Moreno y Presidente Quintana. Según la investigación judicial, preguntó por el Negro V., quien había sido señalado como autor de un ataque a tiros contra su hijo Maximiliano (conocido como Quemadito, quien luego fuera asesinado a comienzos de febrero de este año en la esquina de avenida Pellegrini y Corrientes), quien debió ser hospitalizado en aquella oportunidad.

Al lugar arribó luego de obtener el dato preciso de que el buscado estaba ahí, pero cuando llegó ya era tarde, puesto que el Negro Ezequiel V. ya se había marchado. Sin más, abrió fuego contra Jeremías Trasante, de 17 años; Claudio Suárez, de 19, y Adrián Rodríguez, de 21, disparando más de 30 balas que terminaron con la vida de los jóvenes.

Tres policías irán a juicio por encubrimiento agravado (Por Carina Ortiz)

La Cámara Penal confirmó el procesamiento de tres policías sospechados de cometer una serie de irregularidades durante las primeras horas de la investigación del triple crimen de Villa Moreno. Los uniformados quedaron bajo la lupa del Juzgado de Instrucción de la 7ª Nominación que los procesó por los delitos de incumplimiento de sus deberes por omisión y encubrimiento agravado por la condición de funcionarios públicos. La decisión fue apelada por la defensa de los acusados, que recibió un revés judicial, cuando la Sala I respaldó la resolución de primera instancia y envió a juicio a los funcionarios policiales que actualmente se encuentran en disponibilidad.

Como lo adelantó El Ciudadano en su edición de ayer, la Sala I de la Cámara Penal integrada por Ernesto Pangia, Carina Luratti y Alfredo Ivaldi Artacho confirmó el procesamiento dictado contra el entonces inspector de zona Eduardo Carrillo, su subalterno Norberto Centurión y Lisandro Martín en una causa conexa al triple crimen por el irregular desempeño que mantuvieron durante su actuación en la investigación de los homicidios.

El inspector y su secretario

Eduardo Carrillo, por entonces jefe de inspección 3ª, y su subalterno Norberto Centurión quedaron involucrados en la causa penal luego de que el 1ª de enero de 2012 llamaran a Sergio “Quemado” Rodríguez –principal sospechoso en el triple crimen– y ubicaran a la novia de su hijo, Sofía L., que iba con el joven la madrugada del 1ª de enero cuando fue baleado mientras circulaba en su auto, un rato antes de la masacre, ataque que, según la investigación, derivó en la masacre de Villa Moreno.

Los uniformados se desempeñaban en la inspección de zona 3ª, “ámbito asolado por la violencia originada por la criminalidad ordinaria y las pandillas que se disputan el narcotráfico”, sostiene el fallo.

En este contexto, los policías –que dijeron conocer al Quemado por otras investigaciones policiales– intentaron reducir su participación a un pedido de colaboración de otras áreas para ubicar a Sofía L., actualmente imputada en el asesinato de su novio Maximiliano Rodríguez, alias Quemadito, ocurrido en febrero pasado, quien según la investigación de ese hecho, estaba vinculado al narcotráfico.

Los camaristas descartaron la versión de que los acusados solo se comunicaron con el padre de Maximiliano Rodríguez para ubicar a Sofía L. y consideraron poco creíble que los policías no hablaran sobre el Quemadito con su padre.

Esta situación demostró la mendacidad en los dichos de los imputados cuando toda la Policía rosarina buscaba al Quemado Rodríguez “lo que implica una ayuda al delincuente para eludir o sustraerse a la investigación”, sostiene la resolución.

Según la pesquisa, se generó un encuentro clandestino de los policías con la nuera de Rodríguez, que fue derivada a la seccional 15ª. Previamente, la joven le entregó a su suegro el celular y la billetera de su novio. Este contacto fue el último que existió entre la Policía y el Quemado, ya que el hombre se dio a la fuga.

A esta circunstancia los camaristas sumaron las probables mentiras que sostuvieron los policías respecto a la charla con Rodríguez, la confianza que éste le tenía a Centurión y el estrecho vínculo del policía con su jefe Carrillo. Elementos que consideraron suficientes para confirmar el procesamiento.

El oficial del Heca

Por su parte Lisandro Martín se desempeñaba como encargado de la guardia del destacamento del Heca. Estaba en su puesto cuando la madrugada del 1ª de enero de 2012 llegó herido Maximiliano Rodríguez y una hora más tarde los tres militantes de Villa Moreno. La acusación que pesa sobre el uniformado es la de omitir el registro del ingreso del Quemadito en el libro de guardia, lo que justificó aduciendo un “olvido” por el caos reinante esa madrugada.

Según refiere el fallo, luego de la llegada de Maxi Rodríguez, el oficial habló con su entorno – su novia, sus padres y un amigo, también procesado en el triple homicidio, que lo llevó herido hasta el hospital a las 3.23– y tuvo una hora de reloj hasta que llegó el primer herido de Villa Moreno, a lo que agregaron que su turno finalizó recién a las 8 de la mañana.

Además de la falta de registro del Quemadito, un estudio scopométrico sostuvo que hubo una alteración parcial de un registro inicial que revela como horario original 3.30, coincidente con el horario de ingreso de Maximiliano Rodríguez, y sobre el que se superpuso el horario 4.40, cuando se informa el ingreso de Jeremías Trasante, una de las tres víctimas.

Los camaristas concluyeron que todo este contexto probabiliza que Martín “omitió adrede registrar a Rodríguez, a fin de sustraer y ocultar al mismo -o incluso a sus amigos y familiares- de cualquier investigación policial”. Y agregaron que el policía contaba desde el inicio con la identidad del Quemadito la que no fue comunicada ni siquiera en forma verbal a su relevo y que el registro de las novedades era una tarea legalmente inherente al oficial responsable.

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