La abogada Mariana Hortal Sueldo será la nueva subsecretaria de Trabajo de la gestión de Javier Milei y tendrá a cargo la importante función de mediar con los sindicatos en el marco de la conflictividad creciente que surge a raíz de la espiralización inflacionaria y la aún suspendida reforma laboral, la cual el Gobierno busca implementar en el marco de su plan de desregulación de la economía.
La designación -aún informal- de la nueva funcionaria fue hecha vía canales informales de la Secretaría de Trabajo, que actualmente preside Omar Yasin y que depende del Ministerio de Capital Humano de Sandra Pettovello.
La subsecretaría de Trabajo había sido objeto de controversias en la última semana, dado que el abogado Horacio Pitrau, quien ya venía ejerciendo esa cartera sin nombramiento oficial, fue desplazado de su cargo producto de las diferencias internas en el Ejecutivo sobre el vínculo con el sindicalismo y el tratamiento de las políticas laborales que debe adoptar la administración Milei.
Quién es Mariana Hortal Sueldo
La nueva designada del mileismo ya estaba colaborando en la Secretaría de Trabajo como subsecretaria de Seguridad Social, indican fuentes de la cartera de Omar Yasin.
Como antecedente clave, Hortal Sueldo se desempeñó como directora legal de Interior y Asuntos Administrativos de la ANSES y es una especialista muy cercana al círculo de asesores de Jorge Triaca, habiendo sido su asesora mientras fue diputado nacional del PRO. También fue la referente jurídica del fallecido legislador cavallista Guillermo Alchouron.
Por fuera de la función pública, la especialista en derecho laboral fundó y ejerció durante el 2004 y 2011 como socia en el estudio Loccisano, Hortal Sueldo y Asociados junto a la esposa de Triaca, Claudia Loccisano.
Los factores que llevaron a la salida de Pitrau
Tal y cómo lo comentó El Cronista, uno de los principales de conflictos que el Gobierno mantiene con los sindicatos es la normativa que está inserta en el apartado laboral del DNU y que permite a los trabajadores la quita del descuento de cuotas solidarias y que sólo podía cobrarse si los trabajadores consentían ese cobro de manera explícita.
Figuras del ámbito gremial como Armando Cavalieri negoció su apoyo a la normativa laboral a cambio de un dictamen que retrotraiga esa condición sobre las cuotas para la rama de los empleados de Comercio. Esto produce una diferencia abismal en términos de financiamiento de la entidad gremial, dado que no es lo mismo el capital que se obtiene sólo por trabajadores afiliados que por la totalidad de trabajadores registrados.
Esta jugada fue convalidada y llevada a cabo por los mismos dirigentes de Capital Humano y más específicamente por los titulares de Trabajo, quienes veían aquello como una forma de incidir en la interna que hay en la CGT entre los triunviros y los sindicatos alineados al histórico líder mercantil. Incluso estaba previsto que Trabajo pudiera decidir sobre ese tipo dedictámenes y que se pudiera intervenir en la cuota solidaria de gremios específicos, indicaron a este medio fuentes al tanto de las negociaciones.
«Desde Gobierno esto no fue convalidado y se le quitó margen a Pettovello y a Yasin», comentaron a El Cronista. Incluso, vino desde el propio círculo presidencial el pedido expreso para desplazar a alguno de los funcionarios que firmó el dictamen que salvaguardaba las cuotas solidarias para la rama de Comercio. Ese fue el mismo Pitrau.
La conflictividad creciente con los gremios
En tanto, el vínculo que el Gobierno mantiene con los sindicatos mantiene oscilaciones. Este es abarcado de diferente manera según el funcionario con quien se dialogue. Hasta el momento, Pettovello, Yasin y el ministro del Interior Guillermo Francos configuran el sector que más nexos tejen con el fin de descomprimir la relación; mientras que por fuera de estos no hay otro funcionario de jerarquía que mantenga -o busque- conversaciones de manera regular.
Por lo pronto, la gran mayoría de los integrantes de peso de la CGT, las dos CTA y las organizaciones vinculadas a la Izquierda mantienen una fuerte oposición de la figura presidencial. La demostración del sector «duro» del Gobierno para no realizar concesiones con las cuotas solidarias no han hecho más que romper aún más los lazos entre ambas partes.
El dirigente de Camioneros y triunviro de la central obrera, Pablo Moyano, aseguró hoy que el objetivo de la central obrera es «voltear» el DNU y la Ley ómnibus del Gobierno. Para el líder gremial, el sindicalismo debe «estar estado de debate, alerta y movilización permanente porque se vienen tiempos jodidos».
Las organizaciones sociales de izquierda y sindicatos combativos anunciaron la realización de un «plenario de lucha» para impulsar el paro y movilización convocado por las centrales obreras, previsto para el próximo 24 de enero, contra el DNU y la ley ómnibus. «El 20 de enero vamos juntos a un plenario de trabajadores ocupados y desocupados para impulsar el paro nacional del 24 de enero», informó a el referente bonaerense del Polo Obrero (PO), Eduardo Belliboni.
