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Quién es Lautaro, el funense que subió a tocar con Airbag al escenario del Cosquín Rock

El joven de 20 años fue elegido entre el público por la banda que lidera Patricio Sardelli para acompañar a la formación en un tema durante el concierto que dieron en el escenario Sur del festival que se desarrolló en Córdoba. “La emoción me dura hasta hoy”, dijo a El Ciudadano  

“Se la bancó”, dijo Patricio Sardelli, líder de Airbag cuando Lautaro Pellegrinet se estaba por bajar del escenario en el tocó con una de sus bandas favoritas. El sábado 10 de febrero la formación de los hermanos Sardelli se presentó en el escenario Sur del festival Cosquín Rock. En medio del recital preguntaron al público si alguien sabía tocar y fue ahí que el funense resultó elegido para vivir esa experiencia. “La emoción me dura hasta hoy”, dijo a El Ciudadano.

La secuencia comenzó con Lautaro entre el público levantando la mano para que lo alijan. Una vez en el escenario y vestido con la camiseta de Newell’s, le dio un abrazo emotivo a Patricio, quien le pasó su propia guitarra y lo invitó a tocar. A la cuenta de tres, desató la euforia del público con un solo mientras Guido y Gastón Sardelli acompañaron con otra guitarra y la batería, creando un momento único en el concierto.

La invitación a alguien del público para tocar con ellos parece ser un clásico de los shows de Airbag. De hecho, según contó el joven oriundo de Funes, su último disco se titula Al parecer todo ha sido una trampa, una frase qué si bien repiten mucho, dijeron en referencia a una noche en la que quien se ofreció para tocar no sabía hacerlo. “Quedó como un chiste”, contó Lautaro a quién cuando subió al escenario Patricio preguntó serio: “¿Tocas?”. “Y yo me quedé ahí, mirándolo y dije que sí con compromiso”, agregó quien tiene una banda con amigos con la que aún no sale a dar recitales. “Nos juntamos entre nosotros, soy músico, pero no es que tocamos todos los fines de semana”, aclaró.

Lautaro tiene 20 años, estudia Turismo y trabaja en una agencia del rubro. Vivió toda su vida en Funes, pero tiene una ligazón muy fuerte con Rosario por ser fan de Newell’s. De hecho, era de ese club la camiseta que tenía puesta en el Cosquín y con la que lo vieron las más de 45 mil personas que asistieron al evento que se realizó en Santa María de Punilla.

“Me quedé con que no nombre a Funes, pero con la camiseta de Newell’s estuvo Rosario, siempre ahí bancando los trapos”, dijo emocionado Lautaro que contó que siempre va a la cancha y que, cuando está viajando por trabajo, va con el celular con los partidos puestos para todos lados. “Se para el mundo cuando juega Newell’s”, reconoció. “En el Cosquín había mucha gente de Rosario con banderas, todos súper agradecidos de que haya marcado esa presencia ahí”, dijo.

Lautaro es seguidor de Airbag hace ya varios años, pero hacía mucho que no los veía en vivo así que el show del sábado lo vivió como un reencuentro. “Fuimos por ellos al festival”, dijo y aclaró: “Obvio que también por todo lo que significa el viaje y la cantidad de bandas que hay para ver, pero estábamos muy manijas con lo que iba a hacer Airbag. Era el primer show de ellos después de la gira presentación del disco, entonces, si bien obviamente tocaron temas del disco, queríamos ver si hacían algo distinto o presentaban algo nuevo”, reconoció.

Si la formación que completan Guido y Gastón Sardelli presentó algo nuevo o distinto Lautaro no lo sabe. “Siempre tienen alguna magia nueva, pero entre la manija y el éxtasis de haberme subido al escenario no me importo más nada (risas) haberle dado un abrazo a Pato, verlo ahí fue el sueño de todo chico que alguna vez agarro un instrumento”, reconoció.

Además del abrazo con sus ídolos la experiencia incluyó debutar en un escenario grande y ante gran cantidad de gente. “Es tanta gente que no se puede contar. No se cuánta gente había, por lo menos 25 mil adelante del escenario, no sé”, intenta calcular.

Para Lautaro, Airbag tiene una mezcla entre “letras y potencia”. “Creo que Patricio le da esa fuerza, esa cosa imponente, te lleva a lugares que no podés creer lo que está haciendo este flaco. Después tenés la forma característica de Guido cuando agarra el micrófono que te lleva a un lugar completamente distinto. Las dos cosas son muy de ellos. El toque sensible que pega fuerte abajo y el shock de emociones que no podes creer. El vivo que tienen es alucinante, ni hablar en estudio”, opinó sobre la banda. Y agregó: “Cosquín fue fantástico, más allá de esta situación particular hay que sacarse el sombrero con (José) Palazzo y la producción, es un evento increíble para toda la gente que le gusta la música”.

“La emoción no se me va hasta hoy. Esto es como un impulso, vamos a meterle a la música. Me di cuenta todas las cosas que me pasaron arriba del escenario. Para ellos es cotidiano, yo estuve dos minutos y es increíble la cantidad de cosas que sentí. Quiero seguir intentando y trabajando para volver a sentir eso”, concluyó.

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