Search

¿Quién se quedará con el Trono de Hierro?

La serie que bate récords de audiencia y despierta gran cantidad de críticas llegará a su fin este domingo entre los memes de las redes sociales, las páginas que juntan firmas para que se vuelva a filmar la última temporada y la promesa de un spin off

Llegó el día. El capitulo final de Game of Thrones se verá este domingo. Después de semanas de infinidad de memes en las redes, sorpresas, apuestas, videos de Youtube con teorías sobre los posibles desenlaces, bares colmados y, al parecer, grandes decepciones, el final de la saga producida por HBO y basada en la novela Canción de hielo y fuego de George R. R. Martin será develado.

La serie de televisión, un drama y fantasía medieval creada por David Benioff y D. B. Weiss relata las vivencias de un grupo de personajes de distintas casas nobiliarias en el continente ficticio Poniente para tener el control del Trono de Hierro y gobernar los siete reinos que conforman al territorio.

¿Quién se quedará con el trono? Esa es la gran incognita aunque los fanáticos no esperan que termine de acuerdo a las expectativas. De hecho entre las últimas noticias que se conocieron respecto a la serie está el surgimiento de peticiones públicas recolectando firmas para que HBO vuelva a grabar los capítulos de la octava y última temporada.

Las mismas pueden verse en la plataforma change.org y en la página GoT Reddit siendo esta última la que tiene números más resonantes. Según la agencia de noticias EFE más de 350 mil seguidores de la serie, furiosos con el rumbo que tomó el guión en la temporada actual, firmaron. Por otro lado en change.org, la recolección de firmas que se inició después del episodio del domingo pasado titulado “The Bells”, reclama «una producción nueva de la octava temporada con guionistas competentes».

Más allá de todo eso la audiencia sigue siendo masiva. El episodio The Bells (emitido el domingo 12 de mayo) fue visto por más de 12 mil millones de personas en Estados Unidos en la difusión inicial, marcando el hito de mayor audiencia en la historia de la serie. Además el mismo capítulo fue visto por 18 mil millones de usuarios de las plataformas de HBO.

Un ritual mundialista

Tal y como pasa con los partidos durante los mundiales de fútbol, Game of Thrones se ve también en los bares, un fenómeno que responde a que no muchos usuarios tienen en sus sistemas de cable la señal HBO o están adheridos a la plataforma Cablevisión Flow donde se emiten los episodios.

El fenómeno de la proyección de los capítulos en bares se viene dando durante toda la octava temporada y se intensificará con la gran final. En Rosario hay al menos cinco bares que lo emiten, con menues especiales y «previa»: Temple, el Centro Cultural QTP y Nitro en Pichincha, El Patio en el centro y Bohemia en Pellegrini, son algunos de ellos.

En sintonía y según dieron a conocer agencias internaciones, los productores de la serie también tendrán su ritual. David Benioff y D.B. Weiss, se encerrarán en un lugar «de ubicación desconocida» para ver el final de la serie, apagarán sus teléfonos celulares, beberán tequila y volverán cuando todo haya acabado, según la prensa neoyorquina.

Fin de una etapa

La temporada final de Juego de Tronos, tal su traducción al español, no es el final de la historia. En enero de este año Naomi Watts, Josh Whitehouse, Naomi Ackie, Denise Gough, Georgie Henley, Alex Sharp y Toby Regbo fueron convocados para participar de la precuela de Games of Thrones que HBO prepara para lanzar una vez que concluya la serie original.

Aunque se conocen el nombre de muchos de los protagonistas de este producto derivado (spin off), se mantienen en secreto los personajes que encarnarán y el tipo de historia que contará la precuela.

La realizadora SJ Clarkson, que estará también a cargo de una secuela de Star Trek, y que dirigió capítulos de series como «Succesion», «Colateral» y «The Defenders», estará detrás del capítulo que abrirá la nueva historia.


El juego continúa

Por https://www.elciudadanoweb.com/wp-content/uploads/2024/06/3ba1eafb-4ab3-48e6-a1d5-4f4b1f70cb3b-1.jpg

Si algo tienen asegurado George R. R. Martin y sus editores es que cuando los libros Vientos de invierno y Sueño de primavera salgan a la venta romperán todas las marcas y agigantarán sus cuentas bancarias, porque el interés que despertó la serie televisiva de Juego de Tronos no sólo masificó su obra sino que dejó, además, algo en claro para la inmensa mayoría de sus seguidores: desde que los envíos televisivos se quedaron sin el «guión» de los libros, la trama se hizo más endeble, los personajes perdieron mucho de su esencia y gran parte de esta última temporada está más cercana al fiasco y a la decepción que a la altura de la expectativa generada.

Y allí quizás esté una de las razones para tanto tuitero enojado y es que el apuro por darle cierre a la increíble telaraña creada por Martin desembocó en resoluciones apresuradas, simples, e incluso injustas para varios de los personajes, que pasan en un rato de inteligentes a idiotas, de sensibles a locos y de valientes a cobardes.

Está claro que se trata de una superproducción, con imágenes impactantes, y salvo un par de errores (el vaso del café o la mano de Jaime Lannister) de una puesta brillante, pero desaprovechada por un guión por ahora más efectista que efectivo. Es que si el genio creativo detrás de los Siete Reinos no pudo darle cierre todavía a la historia, por qué habrían de hacerlo los autores televisivos.

La historia mutó a la sencillez del bien, encarnado en los Stark, contra el mal del resto del universo y se comió en dos o tres domingos a historias, personajes y ciudades enteras con resoluciones más cercanas a novelas de la tarde que a una de las sagas más logradas y atractivas que se haya leído jamás. Se sabe que en el mundo de Martin poco es lo que parece y nada es tan sencillo.

Así, entre tratar de acertar qué pasará en el capítulo final y encontrar el tiempo para ver cuándo pasó todo lo que pasó en esta última temporada tan vertiginosa como irrespetuosa para sus antecesoras, la ilusión pasa por esperar a George Martin, su pluma y su imaginación para saber el verdadero final y no este que nos quieren hacer creer.

10