El fondo buitre Elliott volvió a embestir reclamando a la Justicia de EE.UU. que avance en embargos. El miércoles se presentó ante Griesa para que reclame al Bank of China por los acuerdos firmados con la Argentina. En la mira está el proyecto por las represas Cepernic- Kirchner.
Después de haber enfocado la mira en Chevron y en las sociedades que Cristóbal López tiene en los Estados Unidos, el objetivo del fondo buitre Elliott es que la Justicia norteamericana identifique las cuentas y los vínculos de la Argentina con el Bank of China y que, eventualmente, se avance en embargos sobre esos activos financieros. El fondo, propiedad del megamillonario Paul Singer, presentó el miércoles un escrito ante los tribunales de EE.UU. para que se active la cláusula Discovery sobre la entidad bancaria china, lo que la obligaría a informarle a la Justicia todas las cuentas en las cuales haya circulado dinero de la Argentina, o donde se estén destinando fondos que luego puedan ser girados hacia el país. La Discovery fue habilitada por un pedido de los fondos buitre a la Corte Suprema de los Estados Unidos en el mismo momento en que rechazó la apelación de la Argentina sobre el fallo del «juicio del siglo».
Ésta es la tercera presentación que Elliott hace para que se aplique la cláusula. La primera citación del fondo buitre fue ante la Justicia de San Francisco para que se embarguen fondos de la petrolera norteamericana Chevron, causa que cayó en el juez de Oackland Jeffrey Steven White. Éste habilitó la causa y está por tomar una decisión sobre si aplica o no la Discovery sobre la compañía, bajo el argumento que es socia de YPF en el proyecto neuquino de Vaca Muerta. Desde Buenos Aires se rechaza de plano cualquier alternativa sobre que esta presentación pueda prosperar, ya que se trata, según la visión argentina, de un vínculo entre dos sociedades anónimas. El juez deberá resolver esta cuestión y luego si existe la alternativa de embargar fondos pertenecientes a Chevron por ser simplemente socio de YPF.
La segunda presentación de Elliott fue en los tribunales de Nevada, donde el fondo buitre busca aplicar la Discovery sobre el empresario Cristóbal López. La causa cayó en el despacho del juez de Las Vegas Cam Ferembach, que habilitó ya la investigación sobre 253 sociedades que están o estuvieron vinculadas con López. El magistrado debe resolver primero si según su criterio por esas cuentas circuló dinero de la Argentina, y si es embargable.
La tercera presentación es la del miércoles pasado sobre el Bank of China. El problema de esta causa no es tanto el argumento del reclamo (es bastante ilógico como intención judicial el potencial embargo de cuentas del banco sólo por ser aportante de divisas al país), sino que cayó en el segundo distrito sur de Manhattan, precisamente donde reina en este caso el juez Thomas Griesa. Si bien se trata de una causa que no necesariamente está vinculada con el fallo definitivo que le dio la razón a los fondos buitre y que obliga a la Argentina a pagar u$s 1.660 millones, Griesa puede requerir su tratamiento, ya que se trata de una situación vinculada con el «juicio del siglo». De ser así, el juez tendría dos fuentes de potenciales embargos, ya que a las cuentas del Bank of China se le suman los u$s 539 millones que aún permanecen en las cuentas del Bank of New York Mellon (BoNY), que no pagó los vencimientos del 30 de julio del Discount.
Según la presentación de Elliott sobre la entidad financiera china, el banco debería cumplir con «las normas 34 y 35 de las reglas federales de procedimiento civil» y enviarle al juez «los datos para fiscalización sobre sus cuentas, antes del 26 de septiembre a las 10 de la mañana». Lo que se le pide al Bank of China, con dirección en 410 Madison Avenue, es toda la información sobre los proyectos que estén ya cerrados o analizados con la Argentina, y los montos que impliquen esas iniciativas, incluyendo «el proyecto de rehabilitación del Belgrano Cargas, el proyecto de represas hidroeléctricas sobre el río Santa Cruz Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, los acuerdos de swap por 2.099.965.834 dólares y por 4.714.350.000 dólares, y todos los proyectos de infraestructura y de ayuda financiera que hayan sido cerrados por la Argentina y el banco oriental y no se hayan conocido. Si el Bank of China no enviara esta información, se le pide al juez que avance con potenciales allanamientos sobre la entidad.
La mira abarca así a todos los acuerdos que la Argentina firmó con China en Buenos Aires el 18 de julio pasado durante la visita del presidente Xi Jinping, y que trepan a más de u$s 11.000 millones entre los fondos que el Estado oriental tendría que aportar para construir las represas Kirchner- Cepernic y la reformulación del Belgrano Cargas, más el swap por unos u$s 3.000 millones. En teoría, China debería girar ese dinero para que se inicien las obras, y es poco probable que esos dólares provengan de las cuentas del Bank of China, sede Wall Street, con lo que sería muy difícil que por este lado Elliott y Griesa encuentren algo para embargar. Lo que buscan en realidad los abogados del fondo buitre es complicar más al país para presionarlo a firmar el acuerdo según el fallo de Griesa.