Por Luciana Mangó
Miguel Rabbia es peronista gracias a su papá, el único en una familia radical. Para él «con el peronismo toda la gente come» y Rabbia asegura que lo pudo comprobar con los gobiernos peronistas que le tocaron vivenciar. “El peronismo siempre piensa en el pueblo”, aclara.
Nació en Cerrito, una localidad de la provincia de Entre Ríos. De familia trabajadora, es el mayor de cuatro hermanos y el único médico. Se considera un buen líder y amante de la gestión, y vio en la salud una oportunidad de solucionar los problemas de la sociedad. Entiende que las condiciones de vida son determinantes de la salud de la mayor parte de la población y fue por eso que eligió especializarse en medicina generalista.
Su incursión en la política fue en el gobierno de Jorge Obeid, donde estuvo a cargo del área Salud en la región sur, para retomar su tarea en gestión en el mandato del ex gobernador Perotti. En 2021 reemplazó a Marcelo Lewandowski en el Senado provincial, a quien representa desde su banca en la Cámara de Diputados en el monobloque peronista Construyendo Futuro.
En diálogo con El Ciudadano cuestionó la gestión del actual gobernador Pullaro, se manifestó contra los proyectos que buscan aumentar el número de magistrados en la Corte Suprema provincial y contra una reelección del gobernador en los proyectos de reforma constitucional. Se mostró preocupado por la situación de los profesionales de la salud y enumeró algunos proyectos presentados hasta el momento.
—¿Cómo te iniciaste en la política y cómo confluye con tu formación en medicina?
—El interés por lo público, por lo común, por lo que nos pasa como grupo estuvo siempre presente en mi vida. A los 12 años ingresé a la secundaria y no podíamos tener Centro de Estudiantes, entonces armamos una cooperativa de estudiantes para ocuparnos de lo que nos pasaba como alumnos y resolver cuestiones comunes. Terminé la facultad de medicina y elegí especializarme en generalista, vinculada al contacto directo con el paciente, la familia, el barrio y las condiciones de vida. Cuando estás con trabajo tenés un mejor acceso a la salud, te alimentas diferente, tenés más o menos estrés. En los lugares de Rosario donde no hay agua potable la gente se enferma mucho más y donde no hay vivienda vivible los chicos agarran neumonía. Ver esos aspectos me generó una sensibilidad especial a las cuestiones comunes que deberíamos transformar como sociedad.
Tuve la oportunidad de formarme mucho, hice una maestría en sistemas de salud y seguridad social y cuando Obeid fue elegido gobernador yo participaba de un centro de estudios de políticas públicas, el Instituto del Paraná, en el área de salud. Tuve una entrevista con Obeid y me sugieren estar a cargo de la zona de salud. Me dio un compromiso muy importante con la gestión, con tomar determinaciones y organizar toda esta área lo que me permitió mostrar que se podían hacer transformaciones reales sobre la salud de la región sur de la provincia de Santa Fe. Gran parte de esas transformaciones están vigentes al día de hoy. Cuando el socialismo ingresó a la provincia, me dediqué al trabajo privado en sistemas solidarios como la seguridad social. Retomé la gestión pública cuando ingresó el contador Perotti al gobierno. Nos agarró la pandemia, tuvimos muchísimo trabajo, por no querer ser un privilegiado de la vacuna me enfermé dos veces de Covid. Marcelito Lewandowski en el Senado de la Provincia es un gran compañero de trabajo y una persona que piensa en comunidad y me volvió a generar las ganas de seguir participando muy activamente en política porque me gusta trabajar con líderes que piensen en la gente. Estuve dos años reemplazandolo en la senaduría del departamento Rosario y luego, en un acuerdo, me incluye en la lista de diputados desde donde trato de defender los mismos principios.
—¿Cómo evaluás la actividad legislativa con la mayoría que tiene el oficialismo de Unidos en la Cámara?
—La agenda del Ejecutivo y del frente de Unidos tiene un gran problema y es que legislan de espalda al pueblo. Es de un costo altísimo. Haber aumentado el 562% el agua a los santafesinos fue una decisión de Pullaro refrendada por los legisladores socialistas, radicales y del Pro. Tratamos de poner el mayor sentido común y ponernos del lado de lo que somos. Trato de que mi trabajo al final de mi labor me llevé al mejor lugar en el que yo me siento. Encontrarme con que mi sociedad reconozca que cuando yo estuve hice todo para que nos vaya mejor como comunidad. Y es lo que sentí los 12 años después de haberme ido de la jefatura de la zona de Salud cada vez que caminaba por un hospital donde me sentía con ese respeto de haber sido muy ético en mi función. Conservo la misma lógica. Me pasa lo mismo con Marcelo que lo que me pasaba con Obeid cuando le expreso mis proyectos: algunos me los corrige y en otros me dice «adelante Miguel porque eso le sirve a la gente».
—¿Qué lugar ocupa la oposición en este contexto? ¿Cómo se ubica tu bloque en relación con el peronismo?
—El que mejor expresa el peronismo es el que se identifica con los problemas de la gente. Los otros no hacen peronismo. Si se identifican con un espacio o con una cuestión sectorial, no están haciendo peronismo. Los que defienden intereses sectoriales están representando su interés, no a la comunidad.
—¿Cómo ves al peronismo en la actualidad?
—Lo veo retomando vitalidad y encontrando una nueva alianza con las bases porque lo que está haciendo Pullaro es muy malo en gestión, para la comunidad y para los trabajadores en general. Estamos volviendo a ser receptores de lo que le pasa a nuestra gente. El presente y el futuro de un peronismo que pueda dialogar con la gente del trabajo, con el sector educativo, industrial y productivo es lo que se merece nuestra comunidad, nuestra sociedad y es en lo que estamos trabajando. Todos los proyectos legislativos que presentamos son aplicados a la gestión cotidiana y con mucha evidencia de resultados favorables en los lugares donde se han desarrollado.
—¿Cuáles son las críticas que mencionaste de la actual gestión provincial?
—Concentrar las riquezas en el gobierno y vaciar los recursos a las familias santafesinas no es de un buen conductor político. Las familias ven la imposibilidad de desarrollarse. Están cada vez con menos recursos en su bolsillo y con impuestos más caros. Eso le hace daño a nuestra comunidad. Haber generado este ajuste previsional que le saca dinero a los trabajadores y al salario de los jubilados hace que se seque la economía santafesina porque hay menos circulante en todo el territorio. A toda la comunidad le va mal porque está concentrando riqueza para manejarla desde su gobierno. La gente está cada vez con menos recursos y cada vez le cuesta más llegar a la segunda semana del mes. Cada vez hay mayor cantidad de deudas en la familia santafesina. Eso no habla bien de un conductor político. Los recursos tienen que estar en manos de la gente porque la gente también tiene sueños.
—¿Qué opinás de la reforma de la Corte provincial? Presentaste un proyecto al respecto.
—Estoy presentando un proyecto de reforma de la Corte. El socialismo pretende siete cortesanos. Yo propongo cinco. ¿Para qué quieren aumentar el gasto? Creemos necesario ahorrar recursos del Estado y no derrocharlos. La Corte Suprema nacional tiene cinco miembros ¿para qué queremos 7 acá? ¿Para poner amigos?
—¿Considerás necesaria una reforma constitucional?
—Si pienso en la autonomía de las grandes ciudades la reforma debe ir para adelante, pero me pregunto si es un tema de la agenda de la comunidad. La gente está muy preocupada porque no puede pagar el agua, que se la aumentaron un 562%, no puede pagar la luz que se la aumentaron un 300%, no puede pagar el API o la patente del auto, el que pueda tener auto. La política está en otra órbita pensando en una reforma constitucional para tener dos periodos de gobierno más. La gente no lo votó para ser un emperador de la provincia de Santa Fe. El gobernador tiene la obligación de mejorar las condiciones de vida de los santafesinos en su integralidad.
—¿Cuáles son algunos de los proyectos presentados en la Legislatura?
—Hay un problema terrible con Iapos, que es la Obra Social de los trabajadores provinciales, que me parece muy sencillo de solucionar. Como la plata de Iapos es de los trabajadores del Estado, porque es un descuento del recibo de sueldo de ellos, esa plata tiene que ser auditada por los trabajadores junto con los servicios que tiene en la provincia de Santa Fe. Por qué la obra social provincial, que es una obra social muy rica en recursos, no permite la participación de los trabajadores en la mirada de lo que pasa con sus servicios y sus recursos. En el gobierno de Pullaro tuvimos una carencia de sensibilidad y empatía con la familia de los trabajadores estatales. En Rosario los dejaron 22 días sin servicios programados y después los dejaron 100 días sin anestesia. Estuvieron 100 días dándole la espalda a la familia de los trabajadores estatales sin servicios tan básicos como el de la salud, teniendo una caja muy rica porque los trabajadores estatales aportan un 50% más para el Iapos que lo que aportan los trabajadores sindicales de las obras sociales nacionales. Es una caja muy rica ¿por qué hay tan pocas prestaciones? Tengo proyectos en la Legislatura para solucionarlo.
El único proyecto de ley de Educación que está en la provincia de Santa Fe en la Legislatura es un proyecto que presenté como senador. Fue la única vez en la historia de la provincia de Santa Fe que un senador presentó un proyecto de ley de Educación con el acompañamiento de Marcelo Lewandowski. Fue muy consensuado con los distintos actores de la provincia porque Santa Fe no tiene una ley de educación propia.
—Manifestaste tu preocupación por la migración de muchos profesionales de la salud que se van de la provincia en busca de mejores condiciones laborales; ¿cómo está la situación?
—El sistema sanitario está en jaque. Si no tomamos acciones rápidas, lo que se viene no es bueno para nosotros como comunidad. Los profesionales de la salud la están pasando mal. Hoy están con situaciones de inestabilidad laboral, con salarios muy bajos, con jubilaciones que están debajo de la línea de la pobreza. El sistema de salud tiene tres fuentes principales de financiamiento: el Estado, a través de Rentas Generales; las obras sociales, que es un impuesto al trabajo; y la plata del bolsillo de la gente que paga una empresa de medicina prepaga o el copago del descuento del medicamento en la farmacia o el coseguro para hacerse un estudio. Hoy están hackeadas porque al tener salarios por debajo de la línea de la pobreza, los ingresos a las obras sociales también están por debajo de la línea de la pobreza y no alcanzan para sostener la salud. Lamentablemente, la variable de ajuste suele ser el recurso humano porque el medicamento lo tenés que comprar y lo que se enchufa lo tenés que pagar porque el sector salud no tiene subsidio a la energía eléctrica. La plata del bolsillo cada vez alcanza menos y el Estado tiene un compromiso limitado. El artículo 19 de la Constitución provincial dice que la tutela de la salud de los santafesinos le corresponde al Estado provincial. Si el sistema está flaqueando, el Estado provincial tiene que pensar en cómo mejorar las condiciones para que todo el sistema funcione. Una pata central del sistema de salud es el recurso humano. Tenemos que pensar acciones para que el recurso humano se quede en el territorio, se capacite, se califique y esté disponible para darnos respuesta a lo que necesitamos.
Estoy trabajando en un proyecto que es un fondo de financiamiento de la garantía de la calidad asistencial, en donde propongo que el Estado provincial cofinancie la salud del 100% de los santafesinos poniendo recursos, en particular en todos los médicos que usan el arte de su palabra, de su escucha y de su diagnóstico clínico para mantenernos en salud.
—¿Cómo analizás las medidas nacionales y el impacto en la provincia?
—Sin duda que la política necesitaba un cambio y que la vieja historia no es la que representa la necesidad de la comunidad. Creo que el gobierno nacional necesita una mirada más cercana a lo que le pasa a cada una de las familias, que tiene que propiciar el trabajo como la salida para todos y que tiene que haber una sensibilidad con la población más vulnerable. Creo que el presidente por ahí comete errores por no tener demasiada formación y asesores que lo puedan orientar bien. El que yo observo que toma decisiones con un pleno conocimiento y que no acompañan a lo que necesita nuestra comunidad es nuestro gobernador quien vive de la política, pero me preocupa su falta de sensibilidad y su mal manejo en el poder público.
