Lo chocaron con un auto y, ni bien cayó al suelo, lo atacaron con una ametralladora. Eso es lo que la Policía había podido reconstruir hasta anoche del ataque a tiros sobre un hombre conocido en barrio Tablada como Peligroso. Tras el ataque, la víctima fue trasladada por su mujer hasta el hospital Roque Sáenz Peña, donde llegó sin vida. El hecho ocurrió frente a una canchita de fútbol y, a pesar de que en el momento del crimen había gran circulación de vehículos y gente por la zona, todos los que ayer por la tarde rodeaban el cordón policial coincidían en algo: no vieron, escucharon, ni sabían nada. Del lugar, la Policía levantó 13 vainas servidas calibre 9 milímetros. “Lo cosieron a tiros”, dijo una fuente, que remarcó que la víctima tenía bien merecido su apodo, ya que tenía varios antecedentes pesados en su haber.
Un cerco policial que rodeaba un charco de sangre en la esquina de Uriburu e Hipócrates era el paisaje que se observaba ayer a la tardecita en ese extremo de barrio La Tablada. Alrededor, distintos grupos de vecinos susurraban entre ellos, pero al ser consultados decían no haber visto ni oído nada. Sin embargo, por lo bajo comentaban lo que a viva voz nadie se animaba a decir –tal vez por temor–, pero que luego confirmó una fuente de la investigación.
Ayer cerca de las 17.45, Norberto Germán Armanino, de 38 años, caminaba por esa zona, adonde hay un decampado que hace las veces de cancha de fútbol, cuando de la nada apareció un auto de color oscuro que lo chocó y lo hizo caer al piso.
Armanino –que era más conocido por el apodo de Peligroso que por su nombre de pila, y tenía varios antecedentes en la Justicia– no tuvo tiempo de reaccionar. Una de las personas que viajaba en el auto que lo había atropellado sacó una ametralladora por la ventanilla y le vació el cargador encima.
“Lo cosieron a tiros” dijo una fuente de la investigación que detalló que Peligroso fue alcanzado al menos por siete plomos en distintas partes del cuerpo. El calibre utilizado para el ataque fue 9 milímetros, por lo que, según los pesquisas, el arma empleada pudo haber sido una FMK3.
De acuerdo con los voceros, tras el ataque, los agresores se dieron a la fuga, y Armanino quedó tendido en medio de avenida Uriburu, en un charco de sangre. Su mujer se enteró enseguida de lo ocurrido –puesto que su casa está a unos cien metros del lugar– y lo trasladó por sus propios medios hasta el hospital Roque Sáenz Peña, donde Peligroso llegó ya sin vida.
En el lugar del hecho, la Policía levantó 13 vainas servidas.
Un pasado Peligroso
“No soy una carmelita descalza. Yo tengo códigos”. Con esas palabras Germán Armanino intentó desligarse de una acusación en su contra de febrero de 2009. Por ese entonces, fue señalado como principal sospechoso de balear a tres pibes de 17 años, entre quienes estaba un sobrino de Pimpi Camino, en inmediaciones de Grandoli al 4200, muy cerca de donde ayer lo alcanzó la muerte.
Armanino integraba la barra brava de Rosario Central, y tenía sobre sus espaldas varias causas por infracción a la ley de estupefacientes, entre ellas una condena a 8 años.
Estuvo mencionado en las páginas policiales en varias oportunidades. En este último hecho dijo que lo querían embarrar por un problema de polleras y mencionó como ideóloga de la maniobra a la familia de su ex mujer, quien resultó ser cuñada de Pimpi.
Fue detenido al mes siguiente, mientras iba en un remís junto a tres personas, entre ellas dos niños. Tenía una herida de arma de fuego en la zona inguinal, que estaba a medio curar, ya que –según mencionaron los pesquisas en su momento– ingresó al Hospital de Emergencias bajo otro nombre unos días antes y se dio a la fuga antes de recibir el alta y ser interrogado. Iba armado, por lo que los policías que lo arrestaron sospecharon que pensaba que podía ser nuevamente atacado, aunque no dijo nada.
En junio de 2008, fue detenido en su casa de zona sur, durante un allanamiento realizado por personal de la Dirección General de Prevención y Control de Adicciones, que a esa altura conocía casi todos los movimientos de Armanino, puesto que había sido apresado en varias oportunidades. Esta vez secuestraron en su casa un kilo y medio de marihuana. En otra vivienda se incautó casi un kilo de cannabis y se arrestó a otro barrabrava del Canalla; el mes anterior había sido llevada tras las rejas la madre de Germán y un hermano, mientras que otro logró huir.
Germán Armanino ya había sido detenido en abril del año anterior, mientras estaba en libertad condicional, en la investigación por un sangriento asalto en que fue baleado un prefecto. En esa ocasión, le incautaron dos pistolas nueve milímetros, un revólver 38 y proyectiles varios.
Además, fuentes policiales vincularon a Peligroso Armanino como unos de los lugartenientes en Tablada del sindicado narco conocido como Gordo Teto, quien está en libertad.