El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, cerró ayer en Vigo la campaña electoral de cara a los comicios regionales de mañana en Galicia, donde el derechista Partido Popular (PP) pone a prueba la resistencia social al ajuste.
Galicia, donde la derecha es muy fuerte, será la primera prueba electoral para el PP desde que Rajoy asumió el poder hace más de nueve meses y profundizó las políticas neoliberales de ajuste que dejaron a España al borde de la quiebra y de un segundo rescate.
A pesar de que el presidente gallego y candidato a la reelección, Alberto Núñez Feijóo, del PP, tiene los sondeos a su favor, que pronostican una mayoría absoluta, podría ser desalojado por una coalición de socialistas y nacionalistas.
La llave del cambio en la votación de mañana está en los indecisos,que son más del 30 por ciento, quienes podrían facilitar el gobierno de coalición, como ocurrió en 2005, cuando desplazaron del poder al fallecido caudillo Manuel Fraga Iribarne.
Rescate y huelga general
La cita con las urnas tiene lugar cuando Rajoy estudia aún si anuncia o no el pedido de un rescate soberano a la Unión Europea (UE) para aliviar la presión sobre la deuda del país, que los inversores dan por hecho, y que vendría acompañado por más esfuerzos en términos de recortes de gasto. Además, las dos principales sindicatos, CCOO y UGT, convocaron ayer a una huelga general para el próximo 14 de noviembre
