En el autódromo de Rosario se respira otro ambiente. Y se escuchan otras lenguas. Es que desde ayer el “Juan Manuel Fangio” ya entró en clima de Rallycross, a la espera de un fin de semana a puro automovilismo internacional.
Los equipos van arribando a la ciudad y el autódromo se viste de a poco con los colores del Campeonato Mundial FIA de Rallycross. La última fecha está en camino y la ansiedad aumenta.
El autódromo tiene todo preparado para recibir a los equipos, que desde ayer comenzaron a descargar los contenedores para trabajar en la puesta a punto de los Supercars.
El Team Peugeot Hansen lució desde temprano los vehículos de Sebastien Loeb y Timmy Hansen, quienes estarán peleando desde el primer día de carrera para quitarle el título de Equipos al campeón Mattias Ekström y Toomas Heikkinen (EKS).
La familia Hansen, al igual que en todas las fechas, estuvo presente en el autódromo, e incluso todos juntos hicieron un reconocimiento de la pista mixta a pie, sobre la que rodaran desde la mañana del sábado.
A su vez, Petter Solberg, quien festejó en 2015 su segundo título en la Cuna de la Bandera, fue otro de los que armó su estructura; al igual que el Team Hoonigan, liderado por Ken Block y Bakkerud, que desde temprano lucieron sus Ford Focus RS RX en el Paddock.