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Raly Barrionuevo llega a Rosario para presentar el disco “1972” con los temas que lo forjaron

Tras la salida del sucesor de “La niña de los andamios”, un material en el que dejó descansar su rol como compositor para repasar los clásicos que marcaron  su carrera, el cantante brindará un show especial en el Anfiteatro Humberto de Nito

A casi cuatro años de su último álbum, La niña de los andamios, el trovador folclórico Raly Barrionuevo lanzó 1972 un disco en el que deja descansar su rol de compositor ya que el repertorio elegido estará integrado por clásicos del folclore. Este viernes llegará a Rosario para repasar esas canciones en vivo en el Anfiteatro Municipal Humberto de Nito.

Para 1972, el santiagueño radicado en la localidad cordobesa de Unquillo convocó a Luis Chazarreta, Carlos García, Daniel Barrionuevo y la especial intervención de la virtuosa pianista Elvira Ceballos (fallecida en septiembre de 2019); misma formación con la que qué registró Radio AM (2009).

Con esta novedad fechada en el año de su nacimiento, Raly pone fin al año sabático que comenzó en febrero de 2020 sin siquiera sospechar la llegada de la pandemia y volverá a poner en escena las canciones que lo forjaron y que explican un camino artístico al que legó valiosa y popular obra propia.

Para explicar ese recorrido y tomando nota del contexto pandémico, el artista nacido el 14 de agosto de 1972 en Frías, urdió en junio de este año un original lanzamiento radial repartido entre más de 550 emisoras del país. Allí dialogó con la reconocida escritora cordobesa María Teresa Andruetto en una charla en la que se fueron colando fragmentos de canciones como “Amémonos”, “A unos ojos”, “El jardín de mi madre”, “Zamba de la añoranza”, “Y dicen que no te quiero”, “La ene ene”, “La de los angelitos”, “Calle angosta”, “Febrero en San Luis”, “Vallecito”, “Alfonsina y el mar” y “Patio de la casa vieja”, que forman parte del álbum que se completa con “A unos ojos” y “Si yo fuera río”.

“Tuve ganas de regresar a casa pero la casa ha quedado vacía entonces comprendo que esa casa va conmigo. Y van también ustedes como gotas salobres, en esas fotos cicatrizadas a fuerza de cinta skotch…La música nos abrazó…Y hoy puedo verlos sobre la piel de estas canciones…y entonces viajo hacia 1972 a darles el abrazo que no pude darles y hoy les canto”, apuntó Barrionuevo en la presentación del disco. Tras esa confesión ligada a un padre ausente y negado (de allí la imagen que es la portada de 1972 con una foto rota y explícitamente restaurada) entra en diálogo con esa madre que crió sola a dos niños y a quien el músico dedicó su anterior álbum de estudio La niña de los andamios (2017).

En febrero de 2020 Barrionuevo contó a Télam que tras la muerte de su madre (el 28 de enero de 2013) la vuelta a Frías le movió toda la estantería. “No podía regresar allí, me costó muchísimo y se fue estirando”, relató.

Este año en el intercambio con Andruetto, la autora de Lengua Madre, La mujer en cuestión, Los manchados, Cacería y Extraño oficio, y cuando ella lo consultó sobre los “rencores” que tenía con su madre, el músico apuntó: “Quizás lo que los había unido que era la música se transformó en lo que los separó. Con el tiempo sentí que mi madre se encontró en su casa con el niño que cantaba y eso conectaba con la parte linda de su amor que eran las canciones”.

Con el foco en esa relación, la escritora destacó que la madre de Raly “fue una guerrera también, tuvo un amor con un hombre 12 años más joven y contra la opinión de sus padres. Una apuesta muy fuerte para las mujeres de la época” y le consultó al creador por su lazo con el padre. “Dejamos de verlo, perdimos contacto. Lo habían cortado de la foto y para la vida de un niño la vida era así. Con Mariana Iglesias (quien fue pareja y actualmente es amiga de Raly) empezamos a emprender ese reencuentro y dimos con él. Nos costó hablar pero no nos costó nada sacar las guitarras y ponernos a cantar”, reveló.

En ese repaso por el tardío y singular vínculo filial paterno, evocó: “Nos deleitaba con su guitarra, con su estilo maravilloso, se empoderaba mucho pero después él tomaba y ya lo perdíamos. Agradezco haberlo podido reencontrar y compartir la música porque hablar no pudimos hablar mucho”.

Sobre esa relación mediada por la música, Raly contó que le preguntó: “¿A usted Niño (como la familia lo apodaba) qué cantor le gusta?”. Y él le dijo: “Gardel está allá arriba”. “Y por eso me atreví a grabar –en el flamante 1972– un tango («Y dicen que no te quiero») que es una música en la que no me siento como pez en el agua sino que estoy en una pecera, en un terreno que no es el mío”, apuntó.

En esa charla cómplice entre artistas ella apunta que el disco “recorre una especie de cielo de la música popular, un parnaso con referencias tuyas tan poderosas porque sos un santiagueño atípico, de los bordes, porque Frías, tu lugar, tan cerca de Catamarca, tiene que ver con el corredor cultural cuyano”, a lo que él asiente que la música cuyana “era la música referente y ese modo de tocar la guitarra era el estilo fríense de aquellos años”.

El diálogo llevó a referirse a la enorme pianista ciega Ceballos, fallecida en septiembre de 2019, sobre quien Barrionuevo señaló: “Está omnipresente porque todo este proyecto (incluido Radio AM) nace de su casa, de su piano y acompañado por su sabiduría. Quizás musicalmente sea como su despedida y un modo de dejarla ir a Elvira porque estaba muy cansada”.

A modo de balance de la bella y poderosa experiencia estética tan íntima como interpeladora de un devenir cultural provinciano, Andruetto arriesgó: “Es recuperación, es memoria, es duelo, es depedida, es reconocimiento, es celebración” y Raly concedió a modo de conclusión y remate: “Todo eso es 1972”.

Para agendar

Raly Barrionuevo presentará 1972 este viernes, a partir de las 20, en el Anfiteatro Municipal Humberto de Nito ubicado en la Avenida Diario La Capital 1750. Las entradas están a la venta en TuEntrada.com

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