Por: Gastón Marote / NA
Ramiro Artieda, conocido como “el actor asesino”, fue uno de los peores asesinos seriales en la historia de Bolivia al violar y matar a por lo menos a siete mujeres e incluso a su hermano.
Nacido el 4 de septiembre de 1889, Artieda tuvo como víctimas a chicas de 18 años de similares características a los de su ex prometida, a quienes luego de abusar sexualmente las estranguló. Justamente al haber sido actor, usaba diferentes interpretaciones (profesor, productor, monje) para engañar a sus víctimas y lograr su objetivo.
Este femicida arrancó su raid criminal precisamente con su hermano Ramiro Artieda, a quien mató a principios de la década del ´20 por cuestiones económicas.
En ese aspecto, fingió un asalto en el que contó que asesinaron a su hermano, con el objetivo de convertirse en el único heredero de la fortuna familiar y de la propiedad que esta tenía.
De esa forma le ofreció a su prometida un mejor nivel de vida, pero esta al enterarse que estuvo involucrado en ese crimen lo dejó, algo que lo marcó de por vida. La Justicia, igualmente, no pudo probar que Artieda había asesinado a su hermano.
El homicida emigró a los Estados Unidos, donde se hizo actor, pero a fines de esa década regreso a Bolivia, donde mató a siete mujeres jóvenes, todas ellas de 18 años en los departamentos de Chuquisaca, Cochabamba, Oruro, La Paz y Tarija, entre esa fecha y 1938.
La primera víctima fue Margarita Ríos, cuyo cuerpo fue hallado en un edificio abandonado en Cochabamba, algo similar a lo que pasó con Luisita Toranza en Oruro. En La Paz Rosalina Villavicencio fue asesinada después de ser atraída a un apartamento por Artieda que decía ser un ejecutivo de una compañía de cine.
Luego fue el turno de Teresa Ardiales, quien fue asesinada en Villa Montes sobre el río Pilcomayo en Tarija. A la lista de homicidios se sumó en Sucre María Pérez, a quien Artieda engaño haciendo pasar por profesor.
Posteriormente fue el turno de Mariana Aramayo, tras hacerse pasar por un monje. El cuerpo de Aramayo fue encontrado detrás de un altar.
La última víctima de este asesino serial fue Julia Cáceres, a quien este sujeto estranguló luego de hacerse pasar por vendedor ambulante. El cuerpo de la mujer fue hallado en una casa abandonada el 4 de diciembre de 1938.
El detalle particular de todas las mujeres asesinadas, más allá de tener 18 años, era que se asimilaban a su ex prometida.
Artieda intentó matar a una octava mujer -novena víctima- el 9 de mayo de 1939, pero la misma logró escapar y lo denunció.
“El actor asesino” fue detenido en su casa de Cochabamba, la cual alquilaba con el falso nombre de Alberto González. Artieda hizo una confesión completa de ocho páginas, fue declarado culpable en todos los casos y condenado a muerte.
El asesino serial, finalmente, fue ejecutado el 3 de julio de 1939 en el patio de la prisión de Cochabamba por un pelotón de fusilamiento.
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