El secretario de Transporte de la Nación, Alejandro Ramos, se mostró contundente a la hora de plantear el destino del aeropuerto de Rosario. “Queremos que haya vuelos internacionales, pero también más vuelos a las Cataratas del Iguazú, por ejemplo. Los lobbys deben ser a favor de la provincia y no de una empresa”, aseguró en diálogo con El Ciudadano, luego de una semana en la que reflotaron viejos temas relacionados con el transporte de pasajeros en la ciudad y la región.
—La semana pasada usted mantuvo una reunión con la intendenta Mónica Fein. Uno de los temas tratados estuvo vinculado al proyecto de tranvía metropolitano, que en el futuro podría unir Granadero Baigorria con Villa Gobernador Gálvez cruzando Rosario ¿Surgió algún avance concreto en torno a ese proyecto? ¿Va a haber alguna novedad en breve?
—Ésta es una idea que está en la fase del estudio del desarrollo del proyecto ejecutivo. Lo que buscamos en el futuro es plantear un transporte que tenga que ver con el transporte regional. Hoy se están reactivando los ferrocarriles. Estamos hablando de transporte de pasajeros porque volvió a haber transporte de carga. Yo hablaba con chicos muy jóvenes que se veían maquinistas en el futuro. Ése es un oficio que prácticamente había desaparecido, sobre todo para los jóvenes. La idea es poder reactivar y generar la mayor conectividad dentro de la provincia. Y ese proyecto viene bárbaro, conforme a los plazos establecidos. La mala noticia sería que los plazos no se están cumpliendo. Se está desarrollando muy bien.
—Tras esa reunión, se habló de la posibilidad de que esa conexión sea subterránea en el tramo que pasa por el centro de Rosario…
—Eso es una propuesta. Va a seguir conforme a lo que se estableció. Obviamente que se podrán plantear distintas alternativas en algún marco de las personas que lleven adelante este proyecto que son los idóneos. Esto fue una propuesta que planteó la vez pasada Mónica Fein. Es una propuesta interesante pero requiere de un estudio. Son distintas ideas que se vienen dando y nosotros estamos dispuestos a discutir. Sobre todo porque surge de la intendenta de la ciudad. Y somos respetuosos de la visión que cada jefe de gobierno tiene de su ciudad. Nosotros tenemos condicionamientos que se firmaron anteriormente, pero nuestra voluntad es trabajar y analizar todas las alternativas. De hecho, los invité a que vieran el trabajo de soterramiento del Sarmiento, en Buenos Aires, que es una obra de ingeniería monstruosa para tener una dimensión de lo que se está haciendo.
—En Santa Fe hay un viejo anhelo de reactivar los ramales ferroviarios para el transporte de pasajeros. ¿Se avanzó en ese sentido?
—Las veces que hemos hablado con el gobierno provincial no se trató este tema en particular, pero todo lo que sea refuncionalizar, poner en valor el sistema ferroviario y cualquier otro sistema de transporte que mejore la conectividad de los santafesinos lo vamos a acompañar, porque ésa es la decisión de la presidenta. Todo lo que implique mejorar la calidad de vida, fomentar la industria y la mano de obra cuenta con el respaldo del gobierno nacional.
—¿Va a llegar la tarjeta Sube a Rosario?
—Yo se lo planteé a la intendenta Fein, porque es un sistema de vanguardia. Por eso invitamos a Rosario a sumarse, como lo hemos hecho con otras ciudades, para que la tarjeta Sube se implemente aquí. De hecho, hemos puesto gente a disposición de la Municipalidad para que cuando quiera se estudie de manera en conjunto la implementación de la tarjeta. La voluntad y la decisión política es que la tarjeta Sube funcione en las ciudades del interior de la misma manera que en la Ciudad de Buenos Aires.
—¿Se ha trabajado sobre el bendito tema de los subsidios al transporte público de pasajeros?
—Hace unos días se firmó un acuerdo mediante el cual la Nación absorbe la diferencia para que el aumento de los salarios no impacte en la tarifa. Ahora está en cada gobierno local, o autoridad a cargo del transporte, que los costos no se trasladen al precio del boleto. Hasta que llegue el Sube, se mantendrá este mecanismo.
—La otra cuestión que interesa a Rosario es el aeropuerto de Fisherton…
—Se van a invertir 38 millones de pesos para diversas obras de acondicionamiento para dejar un aeropuerto de primer nivel. El Ministerio de Planificación y la Secretaría de Transporte están abocados a trabajar en este tema. El objetivo también es mejorar la conectividad. Los santafesinos tenemos que tener otra visión. La política y la agenda de desarrollo las tienen que proponer la provincia y los gobiernos locales, y no algunos lobbistas de empresas. Se habla mucho de los vuelos al exterior, que es para pocos, pero nadie dice cómo mejorar la conectividad para que vengan más argentinos a Rosario, a Santa Fe. Hay que hacer un cambio claro. Por supuesto que queremos que haya vuelos internacionales, pero también queremos más vuelos a las Cataratas del Iguazú o que más misioneros vengan a Rosario; pretendemos más vuelos de cabotaje para que los rosarinos puedan viajar y conocer otras zonas del país, y a la inversa. Si viene más gente a Rosario se puede generar un movimiento importante no sólo para la ciudad sino para toda la región y la provincia. Ésa es la visión de la que hay que hablar, más allá de los vuelos al exterior de una empresa.
—Los vuelos al exterior desde Rosario tuvieron el apoyo de diversos sectores, que no fueron pocos. Incluso los propios trabajadores del aeropuerto.
—No estamos a favor de una cosa o la otra, sino de las dos. Porque somos parte de una política nacional de transporte, en la cual Aerolíneas Argentinas es una herramienta indiscutible. Tiene que entenderse que los lobbys deben ser en función del desarrollo de la provincia y de la Nación, y no para una empresa, que cuando hay mercado está pero en épocas difíciles desaparece. Hay que establecer reglas de juego claras, para el desarrollo de Santa Fe y la Argentina, y para las empresas. En ese sentido, a nuestro país le está yendo muy bien y por eso muchas empresas internacionales quieren radicarse aquí, sobre todo en el cordón industrial, que es el reflejo claro del país.
—Por ejemplo, la aerolínea Copa tiene intenciones de operar desde Rosario. ¿Hay posibilidades de que eso suceda?
—Eso lo está evaluando la Anac en función de lo más conveniente para la política de transporte. Se lo dije a Mónica Fein y también al gobernador: es fundamental que haya más conectividad en función de los intereses de los santafesinos, pero los intereses deben ser de todos y no sólo de algunos.
—Un tema clave durante la gestión del gobierno de Hermes Binner fue la reactivación de los puertos, sobre todo en el sector donde se pretende construir el Puerto de la Música. ¿Se destrabarán en algún momento las exigencias de la Nación?
—Estamos trabajando en ese tema, de hecho nos hemos reunido con el gobernador. Cuando asumí en la Secretaría de Transporte, la primera reunión que tuve fue con representantes del gobierno de los Emiratos Árabes; ahí, la presidenta fue clara al pedir que además de la inversión en el puerto de Buenos Aires se tuviera en cuenta al interior. Una de esas inversiones, de más de 25 millones de dólares y de la que estamos en plena etapa de negociación, se va a hacer en el puerto de Rosario para jerarquizar y mejorar la infraestructura. Es decir, a veces se dice que a Santa Fe se la discrimina, pero la realidad es que hay voluntad del gobierno para desarrollar y mejorar diversas áreas en todo el país.
—Pese a pertenecer a otro signo político, tanto desde la provincia como desde la Municipalidad de Rosario celebraron su designación como secretario de Transporte, ya que piensan que mejorará el diálogo y les resultará más fácil atender las necesidades.
—Los diálogos con ambos gobiernos son semanales, por lo que lo no se haya planteado hasta el momento se podrá hablar más adelante. Además, en mi caso, me sirve para ponerme en sintonía con todos los requerimientos porque hace poco más de un mes que asumí en el cargo y aún no conozco en profundidad todos los casos.