El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, afirmó esta mañana que la medida de fuerza que se desarrolla hoy, convocada por la CGT y la CTA opositoras, «es el paro de la prepotencia y el autoritarismo», y afirmó que está «alejada de los reclamos de los trabajadores».
«Han mostrado su peor cara, con cortes en los accesos y las vías, con amenazas a comerciantes. Nada bueno puede salir de un paro como éste», aseveró el funcionario en diálogo con radio La Red.
«Nunca en la historia argentina hubo un paro general con bloqueos. El bloqueo, el piquete, es la negación al paro, es coartar la libertad de los argentinos que libremente quieren ir a trabajar», añadió y se preguntó si la gente «eligió no ir a trabajar o no fueron por miedo», expresó el funcionario.
Para el ministro, se trata de un «paro político alejado de los reclamos de los trabajadores» y agregó: «Justamente es en sentido contrario, porque afecta el derecho a trabajar de miles de trabajadores».
«Es el primer paro en los últimos 10 años. Pensemos cómo era el país hace 10 años y cómo es hoy. Pensemos si este paro hoy tiene sentido», aseveró.
En este marco, Randazzo insistió en que «pueden ejercer su derecho a reclamar y a la huelga, pero lo que no pueden hacer es impedir que el resto de los argentinos vayan a trabajar» y puso como ejemplos las vías cortadas en distintas estaciones de ferrocarril.
«En el Belgrano Sur, cortaron en Isidro Casanova; en el Roca, Florencio Varela; en el Sarmiento, Castelar; en Mitre, en Miguelete. Han apedreado micros, hicieron destrozos en el Tortoni. Esta metodología es lamentable», aseveró.
En tanto, afirmó que «están buscando generar un clima de violencia y enfrentamiento, pero no vamos a responder a las provocaciones, porque nunca criminalizamos la protesta social» aunque reiteró que «repudiamos esta metodología de la extorsión, la prepotencia y el prepo».
Por último, sobre el titular de la CGT opositora, Hugo Moyano, el ministro del Interior dijo que «hace rato que está lejos de la defensa de los intereses de los trabajadores» y consideró que «tiene más aspiraciones políticas, lo que no está mal, pero que no lo haga encubierto frente a la supuesta defensa de los trabajadores».