Espectáculos

“Rapsodia Bohemia” por Marcelo Arce

Dos siglos de melodías se acercan a Freddy Mercury con el difusor musical Marcelos Arce presentando el espectáculo donde revela las coincidencias entre Liszt y la sinfonía de Queen.

Por Javier Hernández

En la búsqueda de conectar clásicos de todos los tiempos de la música con notables piezas modernas, esta noche, a partir de las 21.30, el difusor musical Marcelo Arce llegará al teatro El Circulo (Laprida y Mendoza) para presentar un nuevo espectáculo donde aborda la relación intrínseca entre las composiciones de Franz Liszt, Bedich Smetana y Queen.

A un año de su anterior presentación donde diagramó una pasarela didáctica entre Mozart y Lennon partiendo de “La Flauta Mágica” hasta llegar a “Imagine”, en “Rapsodia Bohemia” (como se titula el espectáculo), Arce se aboca a la Sinfonía Queen (para coros y orquesta), “Rapsodia Húngara N° 2” (para orquesta) de Liszt y “El Moldava” (obra descriptiva para gran orquesta) de Smetana.

Asistido por una pantalla gigante donde se proyectan videoclips, que invitan al espectador a decodificar cada obra, el despliegue escénico es mínimo. “Empecé hace 36 años y no usaba pantalla ni nada por el estilo, estaba solo con el audio, pero avancé  técnicamente; arriba del escenario estoy yo con la pantalla y el audio; y abajo el público, que es lo más importante porque con él se produce una sinergia o especie de comunión que tiene como centro a la música” describió Arce en diálogo con El Ciudadano.

El puente entre la obra de un compositor clásico del siglo XIX como Liszt o Smetana y lo que representó Freddy Mercury para la música contemporánea, va desarrollándose como un cuento que comienza con la Rapsodia Húngara Nº2 de Liszt, prosigue con la obra de Smetana “El Moldava” y tiene su desenlace en “Rapsodia Bohemia”, mientras atraviesa distintos climas y colores en la explicación pedagógica de Marcelo Arce.

Arce es muy estudioso de las composiciones que desdoblará en cada show. Según señaló, “La Rapsodia Húngara Nº2 de Liszt, cuenta a través de la música, el momento en que el rapsoda –una especie de payador–, recreando una figura de la Grecia clásica, evoca momentos de heroísmo y luchas del pueblo húngaro, despidiendo a los jóvenes campesinos que se alistaron”.

A continuación aparece en función “El Moldava”, un cuento sinfónico donde “el personaje, Luomyr, navega por el río Moldava bajo el claro de luna. Le pasan varias cosas que ahora no puedo revelar pero sale triunfante cuando estalla el tema de la Patria”, escribió Arce en su presentación que envió a los medios locales. En ese mismo sentido dijo que “la historia que lo impulsa a componer es una terrible tragedia. Y sin embargo,  en esta pieza todo es energía, luz, color ¡y esa melodía inolvidable que se eleva en los violines!”.

Adorador de Freddy Mercury, como se autoproclama el conductor, hace unos cuatro años comenzó un análisis de su obra más operística, “Rapsodia Bohemia”. “Me llevó casi un año de investigación, donde descubrí que la canción no era un simple tema de seis minutos sino una micro ópera que sigue la forma de rapsodia inventada por Liszt en 1858”, analizó.

“Si se escuchan los acordes uno, dos y tres de Liszt, el cuarto acorde que uno puede esperar –falta a la obra de Liszt– sin embargo será el primero de los acordes con el que Mercury resuelve retomar el tema majestuoso y cerrar con el motivo del arrepentimiento. Nunca acaban las relaciones”, explicó luego que afirmase que se trata de un espectáculo para todo público.

El ritmo narrativo que adquiere el espectáculo concluye en una de las obras cumbres de Queen. “Está armada como el mejor clásico, con las reglas escolásticas, la analizaremos escuchando cada uno de los canales por separado para comprobar cómo, al unirse, aparece construida y magnífica”, anunció Arce.

En una especie de adelanto de lo que mostrará esta noche, Arce destacó algunos paralelos entre las composiciones. De este modo, “Rapsodia Bohemia” no se podría clasificar como una obra de rock. “Debe verse como un ícono de la música popular del siglo XX. La única parte que hay de rock es cuando aparece el diablo. “Rapsodia” es porque sigue la forma que marcó Liszt para narrar una historia. Sobre por qué Bohemia hay muchas explicaciones pero la más probable se refiere al sitio donde seguramente se celebró un pacto con el diablo”, describió el animador cultural, al tiempo que prosiguió: “Usted recordará cuando Freddy dice «Mamma mia, mamma mia«, «Fígaro« o «Fandango«, no son chanzas, parecen bromas o cosas alocadas pero tienen que ver con un montón de citas adrede que hace Mercury a partir de distintas obras que yo voy a contar en la función”.

Ganador del premio Santa Clara de Asís y de la Fundación Bach 2000 a la “Personalidad Musical de la Década”, Arce sostiene que con estos espectáculos se logra que la gente descubra lo que se esconde detrás de un tema que posiblemente escuchó cientos de veces. “La reacción de la gente pasa por descubrir que detrás de una pequeña obra, puede haber también una gran obra; al mismo tiempo descubren que lo que ellos sintieron instintivamente al escucharla la primera vez, ahora podrán entender a  qué se debió exactamente y por qué suena de esa manera”.

 

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