Hay garantía de partidazo en Francia. Real Madrid, en busca de su 14ª consagración, y Liverpool, ilusionado con su séptimo título, juegan la final de la prestigiosa Liga de Campeones de Europa en un escenario acorde: el magnífico Stade de France de París. El partido comenzará a las 16, lo televisarán las señales Espn y Star+, y tendrá como árbitro al francés Clément Turpin.
El Merengue, con el italiano Carlos Ancelotti, ganador de dos Champions con Milan y otra con el Real en 2014, y Liverpool del alemán Jurgen Klopp, que ganó este certamen precisamente con los británicos hace tres años, prometen técnica, emotividad y jerarquía a un nivel que sólo esta definición puede ofrecer.
El Madrid dio muestras de que es diferente al resto. Ofrece un plus asociado a la mística y la épica como aconteció en octavos de final con el PSG de Messi, Neymar y Mbbapé cuando perdía 0-2 en el global y en 17 minutos, con un gran Karim Benzema, ganó 3-2. O también en semifinales ante Manchester City, que pasó de un global de 3-5 a los 90 minutos del desquite aun 6-5 a favor en tiempo extra.
Pero no por ello haya que ir colocando la chapa del Real campeón en el trofeo ya que enfrente estará el equipo que para muchos es el mejor del mundo y que este año ya ganó las Copas inglesas de la Liga y la FA y perdió apenas por un punto la Premier ante el City de Josep Guardiola. Los Reeds de Anfield son puro vértigo, verticalidad, ambición y voracidad sin límites en busca de la victoria en cada presentación.
Los nombre que estarán en el inmaculado césped parisino emocionan: basta con citar al francés Benzema, quizás hoy el mejor del mundo, al croata Luka Modric, los brasileños Vinicus y Rodrigo, el alemán Toni Kroos o el arquero belga Thibaut Courtos por el lado del Real Madrid; o el egipcio Mohamed Salah, el neerlandés Virgil Van Dijk, el portugués Diogo Jota, el senegalés Sadio Mané en Liverpool. Ellos por sí solos justifican el oneroso costo de una entrada en el Stade de France (700 euros la más cara).
Ambos definieron dos veces la corona del fútbol continental. En la 1980/81, en disputa de la vieja Copa de Campeones, los ingleses ganaron 1-0 en París, y en la segunda, ya Champions League, el Real venció 3-1 en Kiev, logrando por primera vez en este formato un tricampeonato.