El anuncio de la reapertura del boliche Taura prevista para este viernes, dentro de un predio público cesionado para otros fines al sur de la Estación Fluvial de Rosario, puso nuevamente en la mira las obras que se vienen llevando adelante en las instalaciones del club Ministerio de Obras Públicas (MOP). Por ese motivo, desde el Concejo Municipal reiteraron el pedido de una inspección del lugar y el acceso a información sobre permisos de demolición, edificación y habilitación comercial de la empresa Servicios Náuticos VIP SA que lo explota.
Los empresarios asociados para la inauguración indicaron que Taura tiene habilitación como «bar-restaurante» y tendrá un espacio de 1.200 metros cuadrados con ingreso por calle Comunidad Foral de Navarra 80.
El club MOP, dentro de cuyo predio se reabrirá Taura, tiene una cesión de uso precaria hasta 2030 para un uso acotado: actividades recreativas, deportivas y culturales destinatadas a los trabajadores de esa repartición nacional. No obstante, desde 2013, varios concejales vienen denunciando las intervenciones y obras hechas dentro del predio que van en contra de los fines propios de la cesión y carecen de los permisos municipales correspondientes.
Ya en 2016, el MOP comenzó con la ampliación de la guardería náutica con capacidad para 100 embarcaciones, una obra que no había sido autorizada por el Ejecutivo local pero tampoco se frenó.
La concejala Fernanda Gigliani presentó el 7 de febrero pasado un nuevo pedido de inspección al predio, con el objetivo de constatar la situación. Y avisó que insistirá con su aprobación en la sesión extraordinaria del próximo 24 de febrero.
«El club MOP es el que tiene la cesión de esas tierras, pero no las puede tercerizar y menos para explotación comercial. Si se constata la ejecución de obras sin los permisos correspondientes, el Ejecutivo Municipal no debería proceder a la habilitación del lugar», sostuvo la edila de Iniciativa Popular.
Y siguió: «Nos enteramos de las obras por los socios y vecinos, que cuando van a pagar la cuota, les dan una factura que no dice club MOP sino Servicios Náuticos S.A. Nunca se exhibió el permiso de edificación».
Gigliani explicó que «también pidieron informes sobre la instalación subterránea de tanques de combustible para abastecer a las embarcaciones». Y amplió: «Eso requiere certificación de la Secretaría de Energía de la Nación».
«A cualquier hijo de vecino que quiere construir se le pide un permiso de edificación y la municipalidad el final de obra. Que el municipio nunca nos haya exhibido un papel de los permisos de obra en ese lugar genera suspicacia y malestar. Hicimos una presentación administrativa basándonos en la ordenanza de acceso a la información pública. Si no tenemos respuesta no descartamos la vía judicial», cerró Gigliani.
Una lugar con varios años de polémica
El 24 de febrero de 2011 ingresó al Concejo Municipal un mensaje del Departamento Ejecutivo que autorizaba al club a construir una guardería náutica para 1.200 embarcaciones, locales gastronómicos, comerciales, para deportistas, salón de eventos y una disco, entre otras cosas. La obra en su conjunto contemplaba una superficie de unos 7.000 metros cuadrados.
En la sesión del 1° de diciembre de 2011, el Concejo rechazó por unanimidad ese convenio. La gestión de Mónica Fein retomó el tema e insistió dos veces con su aprobación en el cuerpo legislativo, pero nunca obtuvo su aprobación. Sin embargo, en 2016 comenzaron con la ampliación de la guardería náutica. Y recién en junio de 2021 el Concejo aprobó un pedido de informes junto a una nueva denuncia sobre ejecución de obras sin los permisos de construcción debidos por parte del MOP.