El anuncio de la reapertura del boliche bailable Taura, al sur de La Fluvial, desató una polémica luego que se anunciara un set bailable en el predio que, según una normativa municipal aprobada por el Concejo, no permite ninguna actividad bailable.
El establecimiento de Navarro 80, al sur de La Fluvial, abrió sus puertas el pasado sábado 2 de marzo para invitados especiales y este fin de semana lo hará al público general. Taura se encuentra dentro del predio del Club Ministerio de Obras Públicas (MOP) y su reapertura como boliche contradice el convenio que el Concejo municipal sancionó el año pasado entre el municipio y el club por el que permite la habilitación de un espacio destinado sólo a buffet.
“El acuerdo que se aprobó el año pasado hacía hincapié en que sólo podían abrir en el lugar rubros que quedaban comprendidos en la ordenanza 7218 (la que regula la nocturnidad), es decir que no impliquen actividad bailable ni fuentes sonoras al aire libre. Y Taura es todo lo contrario”, dijo a Punto Biz la concejala Fernanda Gigliani, del bloque Iniciativa Popular. La edila presentó un pedido de informes al Ejecutivo municipal para conocer el rubro bajo el cual fue habilitado el emprendimiento comercial.
Según publicó el sitio Punto Biz, Taura tiene permiso para funcionar como “bar con amenización musical”, pero el evento de preapertura del sábado se promocionó con la presentación del DJ Matti Suárez y su set de “cachengue”.
El documento presentado por Gigliani destaca que en la quinta cláusula del convenio se determina que “se permitirá únicamente la habilitación del espacio destinado a buffet o similares, de los rubros comprendidos en la Ordenanza N” 7.218/2001 que no impliquen actividad bailable ni fuentes sonoras al aire libre”.
El pedido de informes señala que según el material audiovisual que transcendió en redes sociales “hay una clara violación a la cláusula quinta del convenio que prohíbe la actividad bailable y las fuentes sonoras al aire libre”.
Taura es un emprendimiento del empresario Jorge Cura, quién está al frente del complejo desde sus comienzos. Ubicado en plena costa central, al sur de La Fluvial, cuenta con más de 1200 m2. El boliche intentó reabrir el pasado como restaurante, por lo que hace más de un año se hicieron reformas en el lugar pero no había llegado a concretarse.
Tras las reformas, el predio quedó más delimitado con respecto a las instalaciones del club y sin acceso al río ni a las lanchas de la guardería náutica. Sumó además un ingreso independiente por calle Navarro 80, con un cerramiento que lo divide del club.
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Historia del predio
Según publicó Punto Biz, el Concejo aprobó en 2023 un decreto por el que ratifica el convenio entre el Ejecutivo y el Club Ministerio de Obras Públicas (MOP) Navegación y Puertos-Rosario, “en relación a los usos y destino del inmueble en posesión del club” y determina, entre otros aspectos, el tipo de habilitaciones. La aprobación se dio luego de que el intendente Pablo Javkin enviara a principios del año pasado el convenio para modificar la reglamentación sobre el uso y explotación del predio. Desde un sector de la oposición plantearon que el escrito intentaba justificar una serie de irregularidades que se cometieron “a espaldas de la ciudadanía” como la tala de árboles, el funcionamiento de una guardería náutica, el expendio de combustible y el intento de habilitación de un boliche bailable.
La Municipalidad es titular del dominio de ese predio ubicado frente al Monumento Nacional a la Bandera, lindero a la Fluvial, en virtud de una cesión efectuada por Ley Nacional 24.075. El Municipio decidió ceder el uso del mismo hasta el 2030 al Ministerio de Obras Públicas, con el objetivo de que el predio tenga una finalidad recreativa y cultural para los trabajadores de esa repartición pública.