Los rebeldes opositores libios «tomaron el control» del búnker de Muamar el Gadafi en medio de intensos combates, aunque no encontraron rastros del coronel, cuyo paradero es un misterio.
Sin embargo, más tarde el dictador libio reapareció y se dirigió a su pueblo a través de la estación radiofónica Al Oruba y a al-Rai Tv. Juró «victoria o martirio» en su lucha contra la OTAN.
Explicó que la retirada del búnker de Bab al-Aziziya en Trípoli fue una «jugada táctica» tras los 64 bombardeos de la OTAN al complejo.
Un vocero del gobierno libio dijo también en una conversación telefónica con la emisora Al Oruba, que el régimen de Muamar Gadafi puede resistir meses o años. El portavoz juró además transformar a Libia en «volcanes, lava y fuego».
Asimismo, hubo duras batallas entre el Consejo Nacional instituido por la oposición (CNT) y las fuerzas leales a Gadafi en otras partes del país, como Marsa el-Brega y Ras Lanuf, «conquistadas» por la oposición.
Precedidos por el enésimo bombardeo de la OTAN sobre el bunker de Bab al Aziziya de Gadafi, en el centro de Trípoli, centenares de rebeldes opositores se lanzaron a la conquista del complejo, donde se registraron combates durante 24 horas.
Por la tarde (hora local), la resistencia de las fuerzas leales a Gadafi disminuyó gradualmente pese a que algunos francotiradores continuaron disparando contra los insurgentes, quienes aseguraron por otro lado que «en un par de días» la sede general del Consejo Nacional de transición (CNT) será transferido de Bengasi a Trípoli.
Un grupo de rebeldes que logró entrar en Bab al Aziziya decapitaron un monumento símbolo del «rais» libio y pisotearon la cabeza de la estatua para mostrarla ante cámaras extranjeras.
Además, se adueñaron de objetos personales del coronel, como su célebre gorra militar, así como de municiones, pistolas, fusiles y ametralladoras.
Según los primeros periodistas que entraron en el complejo, en el lugar había numerosos cadáveres abandonados -aparentemente de soldados de Gadafi- así como muchos heridos de ambos bandos.
Fuentes rebeldes reportaron que en el bunker no había rastros ni de Gadafi ni de su familia.
«Nadie sabe dónde están», aseveraron las fuentes, y añadieron que el complejo está bajo «control total» de las fuerzas de la oposición. El coordinador del CNT en Gran Bretaña, Guma El-Gamaty, descartó una huída del coronel libio al exterior.
«No pensamos que haya dejado el país. Creemos que está aún en Libia, o en Trípoli o cerca de Trípoli», declaró a la BBC de Londres. «Antes o después lo hallaremos, quizás vivo y lo arrestaremos. Pero si resiste, lo mataremos», advirtió.
Por su lado, el representante de la oposición ante Naciones Unidas aseguró que los rebeldes «jóvenes e inexpertos», y «embargados por la emoción», dejaron escapar a dos hijos de Gadafi (Saif al Islam y Mohammed) que habían logrado arrestar.
Mientras, a más de 500 kilómetros al este de la capital, los opositores se aseguraron el control de la ciudad petrolera de Brega.
También se dio a conocer la «toma» de Ras Lanuf, en el Golfo de Sirte, que desde hacía meses era disputada entre las tropas de Gadafi y la oposición: «Hemos ocupado Ras Lanuf, y ellos se escaparon hasta el Valle Rojo», en dirección de la ciudad de Sirte, afirmó el portavoz de los rebeldes, Mohammad Zawiwa.
En Ras Lanuf se encuentran una de las mayores refinerías del país, creada en 1984 y capaz de producir 220 mil barriles al día crudo.
Para los rebeldes opositores, ahora se abre el camino que conduce a Sirte, ciudad natal de Gadafi y uno de los símbolos de su poder.
El coronel Ahmed Bani, uno de los portavoces de los opositores, dijo que «negociaban» para entrar a Sirte «sin combatir».
También indicó a la televisión Al Arabiya que los rebeldes opositores mantienen una «batalla feroz» contra las tropas de Gadafi por el control de Sabha, a 400 kilómetros al sur de Trípoli, que -precisó Bani- es la «última fortaleza del tirano».
A su juicio, los combatientes de Gadafi son mercenarios provenientes de países extranjeros: «Pero nosotros -destacó- estamos en condiciones de terminar y vencer la batalla como ya lo hicimos en Bengasi, Misurata y Trípoli».
Mientras, las tropas de Gadafi bombardeaban la ciudad petrolífera de Zuara, un puerto libio a unos 60 kilómetros de la frontera con Túnez.
Rebeldes libios dijeron el miércoles que más de 400 personas habían muerto y al menos 2.000 resultaron heridas en los enfrentamientos por arrebatar el control de la capital libia, Trípoli, a Muamar Gadafi, informó el canal de televisión Al-Arabiya.
Rebeldes libios ingresaron al complejo Bab al Aziziya de Gadafi como parte de los esfuerzos por poner fin a los 42 años de Gobierno del líder libio.
Corresponsales dijeron que aparentemente surgían enfrentamientos hostiles en el centro de la capital a medida que caía la noche y comenzaban los saqueos.