Policía de Investigaciones detuvo a un conocido hampón que había quebrantado la prisión domiciliara tras romper la tobillera electrónica que monitoreaba sus movimientos. Se trata de Lucas Sandoval, hermano del notorio Ema Pimpi, capturado en el marco de una masiva redada que incluyó 26 allanamientos desplegados con el objetivo de desbaratar una banda que cometía entraderas y de capturar a sospechosos de diversos delitos perpetrados en sectores puntuales de la zona norte de Rosario y Capitán Bermúdez aquejados por la violencia narco. Cuatro hombres más permanecen demorados mientras los detectives buscan establecer si poseen vinculación con las pesquisas, que instruyen fiscales de diferentes unidades de investigación.
Lucas Sandoval estaba prófugo desde el 16 de agosto, cuando la Policía llegó a una vivienda de Juan Pablo II al 2600 (colectora de avenida Circunvalación) por el alerta de una rotura de tobillera electrónica, dispositivo que se utiliza, entre otros propósitos, para monitorear a quienes cumplen prisión domiciliaria. Más de 30 días pasaron de esa fuga; en la otra punta de Rosario, en Cavia al 1300 –donde cumple domiciliara Ema Pimpi–, este martes por la mañana Lucas fue detenido. En esa cuadra también fueron allanados dos domicilios. “Ya está, ya fue. Ya me agarraste, no quiero saber nada. Lo único que te pido es que no hagás tanto lío, por la nena”, les dijo Lucas a los efectivos encapuchados que irrumpieron en su casa.
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“No andaba haciendo nada malo para que le peguen como a un perro; no es un perro, es un ser humano”, se quejó al móvil de Canal 5 María Elena Pérez, madre de Lucas y otros cinco hermanos. La mujer alegó una emergencia de índole familiar en descargo por la fuga de su hijo, de quien reconoció que sufre problemas de adicciones. “Su mujer estaba dando a luz y no tenía a nadie. Ahora la nena tiene 20 días y él no tiene recursos de nada. Venía el Día del Niño y todo el problema se le venía a él. La chica decía que él tenía que trabajar porque no le alcanza la Asignación”, argumentó.
“Pasa un problema en la punta del mundo, violan a alguien, le sacan algo: son los Pimpi. ¿Por qué? Porque no investigan. Busquen pruebas, busquen las cosas como son. Ellos no son”, defendió la mujer a sus dos hijos habitués de la crónica policial mientras mostró las huellas que dejó la irrupción policial en su vivienda de Parque Casas: puertas rotas y elementos removidos.
Sandoval estaba detenido por una triple tentativa de homicidio de mediados de 2017, sospechado de tirotear, junto con su hermano, a tres jóvenes en inmediaciones de un búnker de drogas en Cavia y Gallardo. Ya fugitivo, Sandoval había sido declarado en rebeldía y tenía pedido de captura por la evasión. Ahora el fiscal Adrián Spelta presidirá una audiencia en la que solicitará la revocación del beneficio domiciliario y su paso a prisión preventiva efectiva, indicaron fuentes judiciales.
Emanuel “Pimpi” Sandoval fue el único condenado, a través de un juicio abreviado, por el ataque contra la vivienda del ex gobernador Antonio Bonfatti ocurrido el 11 de octubre de 2013, en Gallo y Darragueira. Los ocupantes de dos motos dispararon armas calibre 9 y 11.25 contra el frente. Adentro estaban el funcionario, su esposa y una empleada doméstica que salieron ilesos. Es la única condena que tiene en su haber Emanuel Sandoval.
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“Ni sabemos dónde queda la casa de Bonfatti”, cerró Maria Helena su descago ante la cámara de televisión.