“Nosotros, como sindicato, no queremos escuelas de primera ni de segunda; tiene que haber una política de previsión y contralor. Muchas de estas obras deberían haberse realizado durante el receso de verano”, dijo Paula Nardini, secretaria de Asuntos Sociales de Amsafé luego de entregar ayer en la sede local del Ministerio de Educación, acompañada por padres y delegados de los establecimientos donde aún se realizan tareas que impiden el dictado de clases, un documento que detalla las situaciones existentes.
Este documento, recibido por la delegada ministerial Marta Díaz y la directora provincial de Infraestructura, Rosana Fernández Rudi, enumera el estado crítico de tres establecimientos de Rosario, Villa Gobernador Gálvez y Pérez.
El caso emblemático es el de la escuela 1271 Alicia Moreau de Justo donde aún no comenzaron las clases porque se están finalizando los baños.
“Maestros y papás se pusieron firmes porque habían ofrecido baños químicos y se dijo que no, porque lo que es provisorio termina siendo algo permanente como las tres aulas móviles (contenedores) que ocupan el patio de la escuela Nº 1281, también de Villa Gobernador Gálvez, que ocupan casi todo el patio y los chicos no tienen lugar para la recreación”, indicó Nardini.
La dirigente de Amsafé fue acompañada por padres y delegados de las escuelas que más necesitan arreglos básicos, como la Nº 1281 Dra. Cecilia Grierson, que “además de las aulas contenedores tiene paredes electrificadas”.
“Es un edificio que tiene menos de veinte años y no tiene mantenimiento. Hay desprendimientos en el cielorraso e incluso ocho grados están amontonados en dos salones”, agregó Nardini.
Desde el ministerio, la delegada Marta Díaz, junto a la directora provincial de Infraestructura, Rosana Fernández Rudi, se comprometieron a entregar una respuesta para cada caso al titular del sindicato en el orden local, Gustavo Terés, “en la que conste información sobre los avances de obra en algunos casos y tiempos estimados de finalización”, señaló Díaz a este diario.
“Fue una reunión cordial donde cada delegado expuso su necesidad, y lógicamente, algunas más urgentes que otras. En febrero hubo una explosión en la matrícula y en algunas escuelas necesitan más bancos, equipamiento y otras rehabilitaciones. También es cierto que en algunos casos puntuales dependemos de dinero que gire la Nación”, añadió la funcionaria.
Otros casos emblemáticos
Otro de los casos expuestos ayer es el de la escuela N° 1148 Martín Miguel de Güemes, de Villa Gobernador Gálvez, que tiene desprendimientos de mampostería y su directora “formalmente ya presentó nueve planillas de reclamos sin obtener respuesta alguna”, según Paula Nardini, de Amsafé.
También se aludió al hacinamiento que se da en la escuela Nº 1209 Provincia del Chaco, de Pérez, que la comunidad educativa del barrio Cabín 9 viene denunciando desde hace años por la paralización de las obras de la escuela secundaria Nº 574, aún inconclusa y con renovada promesa de un nuevo llamado a licitación para terminarla.
“La escuela Provincia del Chaco contiene a más de dos mil alumnos si sumamos primaria, secundaria y nocturna. Los baños son compartidos por un niño de segundo grado con un adolescente de quinto año, una situación que los padres y docentes ya no toleran. Por eso también se marchó el lunes en el barrio”, concluyó la dirigente sindical.
