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Reclamo de empleada de casa de familia obligó a cerrar un banco



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Por Luciana Sosa.- Despedida por una subgerenta del Nación, le exige la indemnización quemando gomas frente a la sucursal.

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Inédito e impensado. Un caso conflictivo de trabajo doméstico, que derivó en protesta, obligó a clausurar la atención ayer en la sucursal del Banco Nación de 27 de Febrero y San Martín, donde desde hace una semana el humo de la quema de neumáticos se hace notar en la zona para fastidio de bancarios, comerciantes y vecinos. Es que Pamela Melgarejo, que fuera empleada en casa de familia, reclama su indemnización ante su ex patrona, la subgerenta de la sucursal, Sandra Britos. Tal lo relatado, la funcionaria le había propuesto el 23 de diciembre blanquear su labor después de un año de trabajo en negro, pero reduciéndole el sueldo, a lo cual Melgarejo no accedió, por lo que perdió su trabajo.

El humo de las cubiertas en llamas no sólo obligó a suspender ayer la atención al público en la sucursal bancaria sino que el miércoles ya la había dificultado en gran medida puesto que los clientes debían ingresar por uno de los accesos laterales al edificio.

“Estoy acá con mi familia reclamando lo que me corresponde. Me dejó en la calle y éste era mi único empleo. No nos vamos a ir hasta tener una solución”, sostuvo la damnificada.

Blanquear o no blanquear

Melgarejo realizó tareas de hogar en el domicilio de Britos, según aseguró la joven, durante un año y sin ningún tipo de registro laboral. Su remuneración era de 2.400 pesos y si bien su empleadora había mencionado el tema del blanqueo laboral –y Pamela se había manifestado a favor, sobre todo ante la posibilidad de tener una obra social junto a su chiquito– la charla no había pasado de allí y nunca, por lo que recuerda la joven, “se había hablado de bajar el sueldo”.

“El 23 de diciembre estaba arreglando las camas y Sandra entró a la habitación y me dijo: «Te voy a blanquear. Vas a cobrar 1.600 pesos porque así te pago con el resto del dinero la obra social y los aportes». De inmediato le dije que era muy poco dinero y que no me convenía el blanqueo, sobre todo por la necesidad de mantener a mi hijo. Entonces me dijo que lo pensara. El 24, cuando volví, le dije que no aceptaba el blanqueo en esas condiciones. Entonces me dijo que no le convenía seguir pagándome 2.400 pesos y por lo tanto estaba despedida”, comentó.

Melgarejo llamó luego al contador de su ex patrona y éste le dijo que Britos estaba fuera de la ciudad. “Pero descubrimos la mentira cuando mi madre vino al banco y la vio a Sandra sentada en su escritorio, como si nada. Desde ahí me puse firme en reclamar lo que me corresponde”, enunció la joven.

Humo de discordia

Desde hace más de una semana Melgarejo y su familia, inclusive su hijo de 2 años, están apostados en la esquina de 27 de Febrero y San Martín quemando neumáticos en reclamo a la indemnización.

El humo provocado molestó a varios de los comerciantes y transeúntes de la zona y hasta obligó a restringir la atención al público en la entidad bancaria, donde hasta el miércoles se permitió el ingreso de clientes por uno de los portones laterales hasta que ayer la situación llegó al punto máximo de cerrar las puertas para todos.

“Muchos nos dijeron que estaban de acuerdo con nuestra lucha, pero a la vez se quejaban de que el banco no los atendiera. Inclusive los jubilados que estaban esperando cobrar su jubilación o hacer algún trámite debieron volverse a casa. El banco nos responsabiliza a nosotros y deja de atender a la gente y eso tampoco es justo”, señalaron quienes acompañaban ayer a la joven despedida.

La situación se “bancarizó” de tal manera que un supuesto delegado sindical comentó que la gerente de la sucursal, Silvia María Bellino, se iba a hacer cargo de dicha indemnización, pero hasta el momento no hubo respuestas.

En medio de la manifestación y los rezongos de quienes no pudieron ser atendidos en la entidad bancaria, Pamela y su familia denunciaron maltrato policial y advirtieron que no van a levantar la protesta hasta tener el problema resuelto.

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