Treinta y cuatro eran los nombres que ayer se podían leer en lápidas de cartón que fueron colocadas por familiares y allegados en la rampa de ingreso a los Tribunales provinciales por calle Balcarce. Cada uno de estos nombres identifica una vida con final doloroso y violento que unió a muchos de sus seres queridos en el grupo autoconvocado
“Sigo por vos”. El núcleo de personas, muchas de ellas mamás, no quiere más integrantes y tiene como único fin acompañarse unos a otros en el difícil camino que les toca transitar y reclamar justicia por sus víctimas.
La sensación de ver a una madre con un dolor inconmensurable y de pie reclamando justicia resulta inexpresable. Escuchar sus historias cruzadas por la tragedia moviliza a propios y extraños y ayer lo hicieron en las escalinatas de los Tribunales. En el segundo aniversario del crimen de Gustavo Serra –muerto a balazos en un estacionamiento luego de salir del boliche Zoom, en el microcentro, caso que tiene un procesado– su mamá Susana, con enorme entereza, pidió justicia y seguridad para todos y reclamó que “no haya otra mamá con este dolor”.
Otra de las oradoras fue Alicia, mamá de Leonel González, un chico de 18 años que en febrero de este año fue agredido en ruta 34 y Gazcón para sacarle su moto cuando regresaba de trabajar en un salón de Ibarlucea. La mujer sostuvo que se concentraron en Tribunales no porque quieren sino porque deben, y afirmó: “Ellos hicieron una puerta giratoria para los delincuentes, para que entren y salgan como se les da la gana, y si piensan que nos vamos a cansar porque cuando venimos nos tratan mal, se están equivocando otra vez”.
Alicia sostuvo que trasladarse al centro a reclamar desgasta, y detalló: “Para las mamás del grupo «Sigo por vos» es muy desgarrador exigir justicia cuando nos la tendrían que proporcionar sin que tengamos que venir”. La mujer exigió la resolución de sus casos, un trato digno y que se deje de mirar para un costado: “Se echan la culpa uno con otro porque todos son responsables”, y pidió: “Basta de muertes en Rosario”.
En diálogo con El Ciudadano, la mujer detalló que su causa se encuentra en el nuevo sistema y no posee fiscal, por lo que no obtienen respuestas, y detalló: “Tendría que haber algo que nos asista, porque además de la pena y el duelo debemos trabajar, criar a nuestros hijos y lidiar con un Estado que no nos respeta, con un tribunal que nos da la espalda, que no escucha nuestro reclamo, y vivir con la cólera y el dolor de saber que el crimen de nuestros hijos queda impune”.
Por su parte Marta, esposa de Enrique Herrera, asesinado en un bar cercano a un predio de Argentino de Rosario, se encuentra en la misma situación que Alicia: su causa no tiene fiscal asignado y reclama que el caso se movilice. Estaba ayer frente a Tribunales al igual que el padre de Iván Romero y la abuela de Mía Valenzuela, asesinada junto a su madre Laura López, entre muchos otros.
Los nombres que se podían leer ayer frente al palacio de justicia eran: Iván Romero, Mariano Bertini, Nicolás Brambilla, Elías Fernández, Oscar Salguero, Martín Prado, Nahuel Zalazar, Leila Alario, Leonel González, Enrique Heredia, Agustín Moreno. Lucas Pérez, Gustavo Serra, Nicolás López, Ezequiel Alarcón, Gabriel Aguirre, Gustavo Basualdo, Alejandro Ribles, Ariel Fleita, Claudio López, Melani Navarro, Laura López y su hijita Mía Valenzuela, Nicolás Báez, Antonio Silvero, Jonatan Giglio, Pablo Colmegna, Jairo Trasante, Leonardo Brocardo, Jeremías Trasante, Claudio Suárez y Adrián Rodríguez, Gastón Sandoval y Juan Manuel Vega.