Para la mayoría de los rosarinos, el verano es sinónimo de río, playa, isla y salidas al aire libre. Sin embargo, a medida que la temperatura del termómetro sube en la ciudad, nuestro cuerpo y salud sufren las consecuencias del intenso calor (resecamiento de la piel y el cabello, quemaduras, picaduras de insectos y enfermedades).
Dos médicas especialistas, la infectóloga Fernanda Ferrer y la dermatóloga Carolina Chorzepa, y el experto en cuidado capilar Carlos Galarza, brindaron recomendaciones para librarnos de las consecuencias negativas del verano y disfrutarlo al máximo.
Para prevenir las enfermedades transitadas por el mosquito de dengue, zika y chikungunya, la Infectóloga Fernanda Ferrer (Matrícula 17.596 Reg.026/0079) recomienda:
Protegerse con repelente a base de DEET (N-dietil- toluamida), crema, spray o aerosol, en zonas expuestas de la piel y no aplicar sobre piel lastimada.
Usar el repelente luego de unos minutos de colocarse el protector solar y evitar el contacto con los ojos y la boca.
Recordar que si se elige repelente al 25% (OFF Extra duración), protege entre 4 y 6 horas; y si es 15% (OFF Family) protege 2 horas después de cada aplicación. Ambos son seguros en las embarazadas, pero es necesario evitar usarlos en menores de 2 meses. En cambio, recomienda cubrir cunas y coches con tul mosquitero.
Dentro de la casa utilizar pastillas vaporizadoras y telas metálicas.
Ayudar a eliminar los criaderos del mosquito, manteniendo la casa limpia, no dejando recipientes con agua, reemplazando el líquido de los floreros por arena húmeda, usando productos clorados en las piletas y cepillando los bordes con frecuencia.
En caso de viajar a lugares de riesgo, consultar siempre con un médico.
En cuanto a la protección de la piel, la médica dermatóloga Carolina Chorzepa (Matricula 16824/Reg/Esp 14/0224), comentó: “Un buen protector solar es también el mejor <antiage>, ya que previene arrugas, manchas, fotodaño y pérdida de la elasticidad de la piel. El protector solar evita las quemaduras por su capacidad de absorber la radiación UV y atenuar la cantidad de rayos que llegan a las células cutáneas, por lo cual previene el cáncer de piel, el tipo de cáncer más frecuente en el ser humano”.
Agregó que “el protector solar debe usarse todo el año, ya que las radiaciones, aunque en menor medida, están presentes también en invierno. Y hay que prestar especial atención a los días nublados y lluviosos, ya que los rayos UV atraviesan las nubes”. Por ello, recomendó especialmente el uso de “un FPS 50, sobre todo en niños, personas de tez clara o con antecedentes de lesiones malignas de piel. En invierno con una aplicación por la mañana sería suficiente, pero en verano, debe renovarse la aplicación cada 3 o 4 horas”.
