El partido que todos esperan. El que marca los humores de un semestre, un año, una vida. El que eleva a categoría de ídolo o envía al destierro a cualquiera. Sin piedad. El Clásico Rosarino, como dicen afuera. El Clásico, como se dice en la ciudad. Porque aquí no hay otro. No hace falta aclararlo.
Es un partido aparte, no importa cómo lleguen. Se juega con el corazón. “El que gana salva el año”, “el miedo a perder” o “el empate es negocio”. Las frases hechas se repiten sin que nadie se anime a negarlas. Forman parte del folclore, ese que se vive en la calle, en las oficinas, en la escuela, en cada rincón de la ciudad. Ese que transita por una zona gris que muchas veces oscurece y se transforma en páginas negras de violencia que asusta y genera bronca e impotencia.
El Clásico es nuestro. Así lo sentimos. Por eso opinamos, discutimos, debatimos, ignoramos, disentimos, congeniamos. Todos nos creemos con derecho a hablar de este partido. Desde lo táctico, desde lo anímico, desde la historia, desde las vivencias familiares, desde la ignorancia inclusive. Derecho adquirido por ser rosarinos, por nacimiento o adopción.
Se juega otro Clásico. La adrenalina surge espontáneamente. Las cábalas y las promesas le ponen el toque mundano. Las necesidades de uno y otro lado le dan un toque dramático. Y nos ilusionamos, a pesar que las realidades previas no entreguen argumentos para creer. No importa. Es el Clásico. Todo está permitido.
Carlos Misuraca / Somos Fútbol – Cablevisión
Pensar en el Clásico como un partido más es un error que ninguno que vive en este ciudad puede cometer. Se vive distinto, se disfruta distinto, se sufre distinto. No da lo mismo ganar o perder, las consecuencias de un triunfo o una derrota son demasiado grandes como para pensar que es un partido más.
Central es local y eso le podría dar alguna obligación mayor. Pero más allá de la levantada con Leo Fernández, no atraviesa un buen torneo. Y saber que el técnico se juega su posibilidad de quedar como entrenador la próxima temporada no puede pasar desapercibido. Newell’s no venía bien, pero levantó con River y Racing y eso empareja sus chances previas. Llop sigue cuestionado, pero ganar podría despejar dudas.
El empate siempre es una alternativa que asusta. Porque el conformismo por un resultado puede quitar actitud, ganas de ganarlo. Mucho más si esa igualdad sirve para los dos, al menos por lo que se vislumbra en la previa.
Uno siempre llega al Clásico con expectativas. El deseo no decae por más que las muestras futbolísticas previas no permitan ilusionarse demasiado. Los protagonistas dirán si valió la pena confiar.
Gabriel Maldonado / Somos Noticias – Cablevisión
Creo que va a ser un partido parejo, con algunas particularidades. Newell’s tiene más fútbol que Central, pero al Canalla le gusta este tipo de partidos, independientemente del técnico que esté. Le gusta jugar los Clásicos. Central tiene ese plus que Newell’s no ha demostrado en los últimos años. Si tengo que decir quién gana, apostaría por Central. Y no tengo dudas que va a ser un partido de “gol gana”.
Un punto que permitió la levantada de Newell’s en los últimos partidos fue el rendimiento de Brian Sarmiento, pero no lo veo haciendo un buen Clásico. Creo que la previa le va a terminar jugando en contra. Y para peor no llega en la mejor forma física. Y en el equipo de Fernández no veo esa figura destacada, salvo Martínez, pero con ese plus de los Clásicos puede marcar la diferencia.
La realidad es que Newell’s tiene dos resultados a favor, porque el empate le cierra por todos lados por ser visitante. Y no creo que en Central una igualdad sea bien vista por la gente, aunque al DT no le vendría mal. Creo que el empate le sienta mejor a Leo Fernández que a la camiseta canalla, hay que ver hasta donde pesa esa situación.
Fernando Lingiardi / Rosario Directo – Canal 5
Como todo Clásico, más allá del presente de cada uno, que no es bueno, no deja de ser un partido especial. Y este en particular tiene el condimento que los dos técnicos se juegan bastante. Leo Fernández está ante la chance de que un tipo del club se haga cargo del equipo, apostando bastante a la mística. Y el Chocho, un histórico de Newell’s, tal vez no transmite por un partido tan determinante en cuanto a su salida, ya que los partidos de River y Racing le dan cierto aire, pero también se juega lo suyo.
Imagino un partido cerrado, estudiado, peleado, difícil de destrabar. El temor previo es que los dos no se emocionen mucho con el empate. No veo que sea un partido con algún favorito. Hay un equipo con jugadores de experiencia como Central, con muchos Clásicos encima, que ahora tiene algo de impronta juvenil. Pero Llop también tiene esa apuesta a jugadores jóvenes que podrían darle esa entrega para equilibrar todo.
La ausencia de Zampedri es importante, porque ninguno de los dos equipos tiene una fuerte presencia goleadora y que te falta uno que la mete no es bueno. Y en la Lepra, si bien perder a Paz puede pesar, el pibe Varela puede tener una chance consagratoria.
Sergio Lapetra / Al fondo de la Red – Radio La Red
Es mentira que no importa cómo se llega al Clásico. Los equipos que pelean arriba son los que tienen mejores jugadores. Y lo que llegan mal es porque no tienen. Y en este Clásico los dos llegan de manera irregular. Si se toma los dos últimos partidos de cada uno quizás el árbol nos tape el bosque. Porque antes del triunfo de Central ante Boca y Newell’s frente a River, los mirábamos de reojo, los hinchas y los periodistas. Los triunfos nos hicieron cambiar. Ojalá fuera ese el camino que ambos van a tomar de ahora en más, pero hay que esperar, suena apresurado saber si ya están tan encaminados como mostraron en estos últimos partidos.
Hay una aparente levantada anímica. Y en los dos hay un claro cambio actitudinal. Hay una distinción de Central y Newell’s en estos dos últimos partidos que ayudó a la mejoría y es las ganas que ponen en la cancha los 90 minutos. Vamos a ver si se prolonga para este partido. Mi gran temor de cara a cada Clásico es que aparezca un protagonista que distingue esta partido en los últimos tiempos sobre cualquier otra cosa: el miedo a perder.
Claudio Giglioni / Estadio Tres – LT3
Los dos equipos llegan mejor de los que pensábamos todos hacer tres semanas. Lo cual no significa que lleguen bien. Creíamos que Boca-River los iban a dejar de rodillas y no fue así, por el contrario, los potenció.
En cuanto al juego, Central llega revitalizado en el espíritu, con el cambio de entrenador se lo ve al equipo más competitivo, más incisivo. Tiene más obligaciones. Porque es local y gastó mucho más dinero para armar el equipo. Y la sensación es que se juega mucho. Newell’s, en cambio, parecía empantanado y con un Llop que iba a tener que irse, pero después de ganarle a River recuperó un poco la línea futbolística. Parece las playas de Brasil, un rato de sol y otro de lluvia. Tiene 20 minutos buenos, después se les bloquean las ideas, y vuelva a salir. Impredecible.
Central cuenta a su favor con un jugador como Ruben, fundamental en muchos Clásicos. Pero está ante una disyuntiva, si pone un doble cinco como contra Boca, donde le dio resultado porque Boca le salió a jugar. Si en este partido tiene la pelota, le puede faltar alguien que la administre mejor. Y Newell’s pone en juego la desfachatez de Sarmiento. Sin él, es un equipo tímido futbolísticamente, cuando aparece en la cancha, al equipo le rinde.
No veo un favorito. Y no es cobardía personal ni tratar de esquivarle al bulto. Tanto Central como Newell’s transitan un torneo con tanta irregularidad que crearon esta paridad previa para abajo que me impide ver a uno superior al otro.
Pablo Gavira / Canal 3 y Radio 2
Va a ser un Clásico lindo. Porque si mirábamos un par de fechas atrás, uno decía que Central venía un poquito mejor, sobre todo por su andar en la Copa Argentina. Pero esto que se haya quedado sin DT (más allá de que Fernández cosechó un par de buenos resultados) y la levantada que evidenció Newell’s ante River y Racing, equiparó bastante las cosas. Creo que llegamos a esta fecha 12 con las mismas posibilidades para los dos.
Y con figuras desde lo individual muy interesantes. Brian Sarmiento se muere por jugar este partido y eso le da un plus extra. Y con un Marco Ruben que es Marco Ruben. Un hombre de la casa, que sabe muy bien lo que es ganar el Clásico e incluso hacerle goles a Newell’s. Ahí están ambos en igualdad de condiciones.
Pero básicamente Newell’s mejoró. Dio un paso adelante, incluso los primeros 45 minutos ante Racing. Entonces me parecen que llegan los dos de la misma manera. Con un final totalmente abierto, no como venía pasando en Clásicos anteriores. La levantada de Newell’s hace que el duelo sea mucho más interesante.
Juan Fanara / Juego de Pasiones – LT8
Son dos equipos que tienen espasmos de fútbol. Si uno mira la tabla de posiciones es fácil entender el momento, porque están en la zona baja. Hay errores en la conformación de los planteles que afectaron la sumatoria de puntos. Uno porque tenía plata y la usó mal, el otro porque no la tenía y tampoco acertó tanto. Cuando un equipo pierde figuras como Maxi, el Gato Formica y Nacho Scocco, hay una orfandad futbolística que resalta.
Es uno de los Clásicos más impredecibles de los últimos tiempos. Me cuesta encontrar virtudes para que uno lo gane. Y hay dos técnicos que necesitan de un triunfo como nadie. Llop para poder laburar tranquilo y que la dirigencia le diga “vamos a tratar de traerte uno bueno”. Y Leo Fernández para que los directivos finalmente acepten que es la mejor opción a futuro.
Central-Newell’s, hasta la década del 90, fue el Clásico con más empates de la historia. Hubo un momento que aburrían. Pero cuando Newell’s apareció Solari, Yudica y en especial Bielsa con el profe Castelli, guste o no, había una idea de afrontar los Clásicos que cambió. Y Central contraofertaba un tipo que conocía la mística canalla como Zof, y después apareció un técnico tácticamente inteligente como Russo que le dio otra impronta a estos partidos. En ese momento, había una idea, hoy el Clásico es impredecible.
Carolina Coscarelli / Contraseña Fútbol – Canal 5
Soy una amante del Clásico Rosarino, me parece un partido de una dimensión difícil de medir. Me falta ver a la hinchada visitante para que sea el partido que todos queremos. Pero hay algo que me preocupa, que me desvela y es el tema de la violencia. Es un partido con un folclore hermoso, pero en los últimos tiempos se pasó los límites y se vio empañado por una violencia que deseo de corazón termine. Necesitamos vivir de nuevo un partido donde todos debemos disfrutarlo, sin pensar que puede haber secuelas fuera de la cancha.
El deseo por los Clásicos es tan grande, que imagino un partido hermoso y con muchos goles. Aunque si bajo a la realidad, a lo que analizo en la previa, no me sorprendería que termine con un aburrido 0-0. Porque a los dos técnicos les conviene ese resultado. Llop mejoró en los últimos partidos, y un empate de visitante no es un mal resultado. Y Leo Fernández con un empate deja de ser interino.
Hay un aditamento extra, son dos entrenadores de acá, que conocen lo que significa este partido, que lo llevan en la sangre. Y tanto Newell’s como Central van a poner en cancha muchos jugadores de la cantera, que van a vivir este partido con una adrenalina especial. Le van a poner al Clásico un sentimiento que me permite pensar que de uno y otro lado se pueden revelar a la comodidad de un resultado.
Miguel Tessandori / Canal 3 – De 12 a 14
Los dos equipos llegan en construcción, atravesando mares bravíos. Llop se quedó con poco material de jerarquía por los problemas económicos que atraviesa Newell’s. Llega con un equipo en formación que necesita mucho del aporte de Sarmiento y Leal. Y Central tuvo un cimbronazo que significó la salida de Montero. Con un campeonato muy malo y la Copa Argentina que lo tuvo otra vez como protagonista. La sensación es que se está reconstruyendo a base de sacrificio con un DT que ha apostado a algunos juveniles que conoce y por ahora le da resultado.
La puntuación en la tabla lo dice todo. Los dos equipos están en formación y con dificultades para crecer. Y en ese contexto, no hay un favorito. Nuestra mayor mentira a la hora de analizar un Clásico es decir que es un partido aparte, donde se juegan otras cosas, donde no vale lo hecho antes. Y si bien tienen algo de certeza esas afirmaciones, son más bien una excusa que nos permitimos poner. La realidad es que si un equipo tiene jerarquía no hay partido aparte. El problema es que no tenemos ese equipo de jerarquía. Por eso es muy difícil saber qué puede pasar.
Central es local y eso le podría dar algo de favoritismo, pero también esa situación le puede pesar a algunos jóvenes con menos experiencia. Yo creo que son dos equipos que tienen improntas durante los partidos, no tanta regularidad, y el que aproveche esos momentos puede ser el ganador.
Marcelo Lewandowski / Canal 5
Si bien los dos llegan en una campaña muy floja, quizás sea el momento menos malo de los dos. Central viene de ganarle a Boca y Newell’s a River hace muy poco. Eso les da otro ánimo. El Canalla se reencontró con la victoria después de mucho y la Lepra, al que le costaba horrores marcar fuera de casa, se dio el enorme gusto de hacerle tres a River en el Monumental en apenas 20 minutos.
De cualquier manera, creo que va a ser un Clásico en el cual los dos tienen muchas carencias. A los dos les cuesta mucho generar juego. Tal vez el partido se abra tras una pelota parada, o bien por el desnivel que pueden aportar Carrizo y Camacho por los costados en Central, o bien Sarmiento en Newell’s. Todo parece indicar que va a ser difícil quebrar a las defensas de dos equipos a los que les cuesta mucho vulnerar y en donde va a existir mucho cuidado. Los dos se juegan demasiado, sobre todo en los bancos de suplentes.
A diferencia de los últimos tiempos, no creo que haya un favorito. Se supone que debería ser Central por lo que gastó a principios del campeonato, pero tampoco ha demostrado mucho hasta acá. En la lógica debería estar un poquito mejor Central, aunque nada es seguro.