La investigación sobre la causa de la muerte de Carlos «Bocacha» Orellano, el joven de 23 años que fue a bailar el domingo feriado de carnaval a Señor Ming River House, fue sacado del local y a los días apareció su cuerpo en el río Paraná, sumó este martes una prueba fundamental: la reconstrucción de las últimas horas del muchacho en el boliche.
Con la presencia de 16 testigos, del fiscal del caso Patricio Saldutti, los abogados querellantes Salvador Vera e Irina Picard, los defensores de la pareja de policías imputados por no intervenir esa noche y los representantes legales del dueño del local, la medida comenzó poco después de las 9 de este martes con un fuerte operativo por parte del personal de la Prefectura.
Como en la causa están involucrados uniformados y uniformadas de la Policía de Santa Fe, el personal de la Policía Federal se encuentra a cargo de la filmación de la reconstrucción de esa noche y madrugada del 24 de febrero pasado, la cual será incorporada como prueba a un posible juicio oral y público, aportaron voceros judiciales, quienes agregaron que se trata de un anticipo jurisdiccional de prueba que fue solicitado la semana pasada.
El domingo 23 de febrero, Bocacha fue al boliche Señor Ming River House en el complejo La Fluvial, ya en la madrugada del 24 fue sacado del local en forma violenta por personal de seguridad –que incluía empleados policiales que estaban haciendo adicionales y civiles– porque el joven supuestamente intentó entrar al Vip sin autorización.
Después, la uniformada que hacía adicionales llamó a Prefectura y al 911 para denunciar que había visto caer un chico al río.
El miércoles 26 de febrero el cuerpo de Bocacha fue encontrado en el río Paraná a la altura del Muelle III que está frente al balcón terraza del boliche.
La querella sostuvo desde un primer momento tres secuencias: una dentro del local cuando forcejean con Bocacha, otra cerca del Muelle III donde los de seguridad lo agredieron físicamente y la tercera cuando lo reingresaron a Ming para luego sacarlo y tirarlo al río.
Durante estos casi 10 meses, la familia cuestionó duramente la investigación, y a través de la querella pidió la detención de la pareja de policías que hacía adicionales, identificados como Karina Laura Gómez y el policía Gabriel Nicolossi.
En mayo también pidieron lo mismo para el dueño del local, Guillermo W., el jefe del personal de seguridad, Fabián M., y los patovicas Emiliano L. y Graciela A.G.
Querella solicitó medidas e imputaciones para seis personas en la causa de Carlos «Bocacha» Orellano
La Justicia accedió el viernes pasado al pedido para cuatro uniformados. El fiscal Patricio Saldutti imputó a los policías que estaban haciendo adicional, Gómez y a Nicolossi, por incumplimiento de los deberes de funcionario público y falsedad ideológica de instrumento público agravada al entender que dieron aviso de la presunta caída de la víctima al agua al 911 y a Prefectura Naval Argentina pero que no se quedaron como tampoco dijeron que hubo una “interacción” entre Bocacha, ellos y dos de los patovicas civiles.
Luego se retiraron antes que llegara la Prefectura por lo que el personal de la fuerza federal no pudo ahondar en la información que necesitaban para la búsqueda y rescate de la víctima. También les achacó introducir datos falsos en el acta de procedimiento.
En un expediente que se relaciona con esta causa y en esa misma audiencia, el fiscal de Violencia Institucional, Gonzalo Fernández Bussy imputó a la sumariante de la seccional 2ª Brenda Leis y al entonces titular de dicha dependencia Pablo Bagli de omitir cumplir con una orden de la fiscal Valeria Piazza Iglesias para el secuestro de las cámaras de seguridad del boliche a pesar de haber sido advertido previamente de la complejidad del caso. Sólo el policía que hizo adicionales la madrugada del hecho quedó detenido preventivamente por 60 días, el resto logró la libertad con restricciones por orden del juez Nicolás Foppiani.
A principios de este mes, antes se llevó adelante la exhumación del cuerpo de Bocacha con una nueva autopsia para hacer un peritaje de diatomeas (referido a un grupo de algas unicelulares) y que buscará determinar si el joven estaba con vida cuando entró a las aguas del río Paraná. Esta medida se hizo otra vez, ya que los forenses de la Morgue de la Corte Suprema de Justicia en la ciudad de Buenos Aires advirtieron que la muestra que se había tomado en febrero en el Instituto Médico Legal (IML) “no resultaba fiable”.
En tanto, este martes se llevaba adelante la producción de otra prueba que se sumará a la investigación como lo es la reconstrucción por los dichos de 16 testigos y los policías que estuvieron en el local. Según fuentes del caso participan de la medida la Fiscalía, la querella y los defensores de los acusados y el juez Foppiani.
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