Familiares, militantes y representantes de organismos de derechos humanos homenajearon hoy en Rosario a los militantes montoneros Osvaldo Cambiaso y Eduardo Pereyra Rossi, al cumplirse 32 años del secuestro y posterior asesinato de ambos, hechos por los cuales en un mes se iniciará un juicio oral y público en esta ciudad.
«Que este homenaje que hacemos todos los años tenga lugar a pocos días del inicio del juicio a los asesinos de los compañeros, demuestra la importancia de la lucha militante y de los avances que hemos conseguidos en esta década», dijo el referente del Movimiento Evita Rosario, José Pepe Berra, durante el acto.
El homenaje a los militantes asesinados en las postrimerías de la última dictadura se realizó este mediodía en el bar Magnum de Rosario, ubicado en Córdoba y Ovidio Lagos, donde fueron secuestrados Cambiaso y Pereyra Rossi el 14 de mayo de 1983 durante un operativo conjunte entre el I y el II Cuerpo del Ejército.
El 16 de junio se iniciará en Rosario el juicio oral y público por la privación ilegal de la libertad, la aplicación de tormentos y los asesinatos de los militantes.
Entre los acusados de participar del operativo están el último dictador, Reinaldo Bignone, y el ex comisario bonaerense Luis Abelardo Patti, además de varios integrantes de la patota que funcionó en el Batallón 121 de Inteligencia de Rosario, que dependía del Comando del II Cuerpo de Ejército.
Durante el acto, Berra remarcó la necesidad de «dejar en claro, con la militancia y la lucha, que sea quien sea el próximo presidente, sobre esto y todos los derechos conquistado en estos años como las paritarias, las restatizaciones, la asignación universal, que no estamos dispuestos a retroceder».
A su turno, la abogada del equipo jurídico de la agrupación H.I.J.O.S., Nadia Schujman, brindó un reconocimiento a las hermanas Ethel y Gladys Cambiaso y a la familia de Pereyra Rossi «por su persistencia y tenacidad en la lucha por el juicio y castigo».
«Del mismo modo –agregó- que lo ha hecho un montón de gente que ha peleado para que llegue esta instancia, como sus ex compañeros de militancia y las organizaciones de derechos humanos de la ciudad».
Cambiaso y Pereyra Rossi fueron secuestrados el 14 de mayo de 1983 en Rosario por un grupo de integrantes del Batallón de Inteligencia 121, que tras someterlos a torturas lo entregó a una patrulla policial bonaerense, según la investigación.
Tres días después sus cuerpos aparecieron en un camino rural de la localidad bonaerense de Lima, y un comunicado oficial del gobierno de facto señaló que habían sido «abatidos en un enfrentamiento».
Sin embargo, la posterior investigación judicial determinó que habían recibidos torturas y que fueron fusilados a corta distancia.
