Esta tarde se realizó un acto en recuerdo de Sandra Cabrera al cumplirse 13 años de su homicidio. Por el mismo, se instauró el nombre de la militante social a la plazoleta de Córdoba al 3600.
Cabrera fue trabajadora sexual en Rosario y titular de Ammar (Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina). Su cuerpo, con un balazo en la nuca, apareció en las primeras horas del 27 de enero de 2004 en Iriondo al 600. Ese crimen permanece impune, pese a que la Fiscalía Regional dispuso que continúe la investigación.
“La mejor forma de recordar a Sandra es que se haga justicia, que la causa no siga retrocediendo, como viene pasando, que no quede impune. Desde Ammar, representamos a las trabajadoras sexuales y el movimiento feminista, de una vez, tiene que reconocer a las trabajadoras sexuales. Lo que no se puede hacer, nunca, es no reconocer a alguien como trabajador. Es un trabajo como cualquier otro, tiene que ser reconocido y regulado, y mientras eso no pase las trabajadoras tienen que lidiar con la policía en la calle entre muchas otras cuestiones”, dijo Georgina Orellano, secretaria general de Ammar, durante el acto llevado a cabo a partir de las 19.
Por el asesinato, fue imputado el policía federal Diego Parvluckzyk, a quien luego desvincularon de la causa por falta de pruebas. Lo cierto es que Cabrera había denunciado, poco antes de ser asesinada, la participación de policías en el negocio de la prostitución y la venta de drogas.
En el homenaje de este viernes estuvieron también presentes Eduardo Toniolli, uno de los concejales que impulsó la plazoleta con el nombre de la activista, y Victorio Paulón, secretario de derechos humanos de la CTA de los Trabajadores. También estuvo la hija de Sandra, Macarena, con sus dos hijos. Acompañó, a la vez, Esteban Paulón, vicepresidente de la Federación Argentina de Lesbianas Gays Bisexuales y Trans y subsecretario de diversidad sexual de la provincia.
“Muchos eneros veníamos a homenajear a Sandra y nos podíamos contar con los dedos de la mano. Hoy es emocionante ver a tantos jóvenes y organizaciones aquí. El crimen de Sandra es uno más contra el movimiento obrero argentino. Sandra es una mártir del movimiento obrero”, concluyó el histórico gremialista Victorio Paulón.