Un hombre proveniente de la zona limítrofe con Bolivia fue interceptado en un control de la Gendarmería en la ruta transportando panes de cocaína ocultos en la carrocería de una camioneta Jeep. El operativo en el que incautaron más de 100 kilos de la droga, se llevó a cabo a la altura de Ceres, del departamento San Cristóbal y distante a unos 400 kilómetros al norte de nuestra ciudad.

Según el comunicado del Ministerio de Seguridad, el procedimiento se produjo este domingo por la noche cuando efectivos de la Sección Seguridad Vial “Ceres”, dependiente del Escuadrón Seguridad Vial “Rafaela”, sobre el kilómetro 289 de la Ruta Nacional N° 34.
Los agentes detuvieron la marcha de un automovilista que provenía de la ciudad jujeña de La Quiaca, limítrofe con Bolivia. Es relevante destacar que esta región es el punto de origen de la mayor cantidad de cargamentos de drogas que se incautan en Rosario y sus alrededores.

El conductor, de quien no informaron precisiones, recorrió 1.069 kilómetros por la ruta Nacional N° 9 —que llega hasta Bolivia— y la ruta Nacional N° 34, la cual se une en Rosario de la Frontera (Salta) y conecta hasta Ceres. El destino final del cargamento es aún desconocido.
Sasha y la cocaína de «calidad premium»
Durante la inspección del rodado, los uniformados contaron con la asistencia de la perra detector de narcóticos, Sasha, quien alertó sobre la existencia de la droga al reaccionar de manera exaltada al pasar por la carrocería del vehículo, específicamente en la zona trasera.

Ante la marcación positiva, tomaron contacto con la Fiscalía Federal Descentralizada de Rafaela, cuyo fiscal en turno autorizó el traslado al asiento de la Subunidad.
Allí, en presencia de testigos, los pesquisas profundizaron la inspección y detectaron que en el baúl y en los zócalos de la camioneta estaban ocultos 100 panes que contenían una sustancia blancuzca.
Tras realizar las pruebas de campo Narcotest, confirmaron que se trataba de cocaína, arrojando un peso total de 105 kilogramos.

Un dato particular sobre el cargamento es que los panes de cocaína llevaban la inscripción «premium quality» y el sello bajo relieve de un delfín, una marca de identificación utilizada habitualmente por organizaciones narco para determinar la calidad del estupefaciente.
Los gendarmes decomisaron la totalidad del estupefaciente, el automóvil y otros elementos de interés para la causa. El conductor del rodado quedó detenido en infracción a la Ley 23.737, de Estupefacientes, a disposición de la justicia federal.