“La primera vez que vi algo vinculado a Urdapilleta fue en el taller de Oscar Medina, fue hace muchos años, cuando estaba arrancando; yo estaba en primer año de teatro y un alumno de tercero hizo «La Paralítica», tengo el recuerdo de haber sentido en el cuerpo esa sensación de incomodidad y al mismo tiempo, morirme de risa con eso oscuro y bello que estaba viendo. Ahí dije «yo quiero hacer eso»”, relató el actor y director Mauro Lemaire quien junto con Leandro Doti y Paula Luraschi le ponen el cuerpo a Humo, una singular aproximación escénica a partir de algunos de los textos y los climas que propone Alejandro Urdapilleta a través de Vagones transportan humo, libro editado en 2000 que reúne la obra del actor y escritor, un emblema del under porteño de los años 80, fallecido en 2013.
“Humo es un sueño lúcido que viaja a través las palabras del libro. Inspirándonos en su impronta artística y en el espíritu escénico de la época, atravesamos sus textos empapándonos con el fuego de la revolución under que cambió las formas y la nostalgia de quienes reconocen la sustancia de algo que ya se ha apagado”, sostienen como grupo los creadores de esta propuesta que cuenta además con las voces en off de Lucía Dominissini y Oscar Medina, este último, director de Doti y Lemaire en la reciente reposición de Litófagas.
Lemaire se mostró seducido por el modo de escritura de Urdapilleta, en particular, por la gran libertad en las estructuras narrativas y dramáticas que plantean sus relatos, “algo que prevalece en «Jacinta», donde, a partir de una situación que se insinúa como de abuso, termina yendo para otro lado completamente inesperado”, explicó el actor y director debutante, quien junto al equipo artístico de la obra desarrolló además un trabajo de investigación en relación con lo que pasaba en el under de los años 80, algo que intenta poner en este montaje, donde, entre otras cuestiones, el público puede estar en la platea o bien ocupar parte del espacio escénico.
Respecto de los textos, en la obra aparecen revistados, además de “Jacinta”, el clásico de clásicos “La Paralítica”, “La Luna”, con el que abre el libro y el espectáculo, y “La Intergaláctica”, como también algunos destellos de otros, como “Las Pijas”, que a modo de fragmentos se escuchan como parte de un universo sonoro que acompaña todo el recorrido del material. “Se trata de textos que son un manjar para cualquier actor, por eso fue difícil la selección; elegimos los que aparecen en escena, pero se escuchan otros a modo de fragmentos. Y para el final, «Reserva ecológica», porque me parece que reúne algunas de las preocupaciones del autor, sobre todo su imprescindible necesidad de libertad por fuera de los rótulos que le quisieran poner”, expresó el director.
En Humo conviven cierta búsqueda de origen vinculada al under de los 80 con un sentido renovado, donde vestuario, puesta y dispositivos escénicos ensayan otras lógicas. “Todo eso partió de la investigación, en particular, del libro Historias del under y su correlato con el programa de tevé. En los años 80, confluyen muchas de las cosas que venían pasando en el país, en particular con la dictadura y la represión de los años anteriores, que derivaron en cierto desborde expresivo dentro del cual también aparecía involucrado el público. Eso pasó, y es irrepetible, porque se relaciona con un momento histórico; de allí aparece el nombre del espectáculo, nosotros decimos que somos «humo», que es lo que dejó aquél fuego que ya pasó y que nunca volverá a ser aquello que fue”.
Para agendar
«Humo» se presentará este y el próximo sábado, a partir de las 21, en La Sonrisa de Beckett, de Entre Ríos 1051
