Luego de atravesar varios meses de pandemia, en los cuales la actividad gastronómica tuvo altibajos, el ejecutivo municipal busca reflotar diversos espacios de la costa central con propuestas que incentiven el trabajo y el desarrollo económico del sector.
“Sumando estos nuevos espacios buscamos motorizar la actividad comercial al mismo tiempo que alentamos el desarrollo de espacios públicos más seguros y de calidad para el disfrute de todos los rosarinos”, afirmó el intendente Municipal Pablo Javkin.
Tres bares en la costa central
Tres de los terrenos en cuestión se encuentran en las inmediaciones de Corrientes y el río y corresponden a los bares Quillagua, Quitapena y El Charladero.
Hasta 1991 eran terrenos que pertenecían a los Ferrocarriles y éste los había concesionado a la firma CoyDe para su explotación comercial.
Luego la entidad que administraba los bienes de Ferrocarriles Argentinos (ENABIEF) se los cedió a la Municipalidad de Rosario pero los derechos sobre los mismos se encontraban atravesados por litigios judiciales con el adjudicatario y su anterior propietario, por lo tanto el municipio nunca pudo disponer libremente de dichos espacios.
Hasta el año 2019 las sucesivas gestiones municipales intentaron tomar posesión de estos predios a través de diversos mecanismos, pero esto casi de manera inexplicable nunca se pudo concretar.
Tras una posición firme y sostenida, la actual gestión recuperó después de 19 años estos espacios para incorporarlos de manera regular a su administración para el disfrute de los vecinos y vecinas de Rosario.
En ese marco se acordó con los concesionarios actuales un plazo de 18 meses para regularizar el estado de dichos locales. Transcurrido el plazo y durante el 2021 la intendencia iniciará el proceso licitatorio que permitirá adjudicar los locales comerciales el año siguiente.
«Celebramos haber recuperado este espacio para los vecinos y vecinas de toda la ciudad. En un área central de Rosario, de la que disfrutan gran cantidad de vecinos, nos propusimos ordenar y garantizar que los bares que allí se encuentran regularicen sus concesiones de manera seria y transparente”, afirmó el secretario de Gobierno Municipal, Gustavo Zignago.
En la actualidad son dos las firmas apoderadas que hacen uso de los tres terrenos: Entre Ríos Dos (El Charladero y Quillagua) y DOC s.r.l. (Quitapena). Los tres emprendimientos suman una superficie cubierta de 830 mts y 540 mts al aire libre para la explotación comercial.
Ambas firmas tienen un permiso de uso provisorio y se encuentran regularizando su situación administrativa.
Oroño y el río
Después de dos años de inactividad se vuelve a reactivar el llamado a licitación del terreno ubicado en la intersección de Br. Oroño y Av. López.
Luego de algunos intentos para licitar que resultaron infructuosos debido a que las ofertas presentadas no se ajustaban a los pliegos establecidos, el municipio lo pone en consideración para un nuevo emprendimiento.
De esta manera, el Ejecutivo municipal ya se encuentra recibiendo ofertas para un lugar neurálgico de la costa central, incorporando una serie de ejes basados en el respeto del entorno así como el cuidado del patrimonio histórico de la ciudad, ya que dicho inmueble cuenta con esa protección. Es tal el interés del municipio por preservar la convivencia en dicha zona que la amenización musical no va a estar permitida para el establecimiento que se monte en este lugar.
En cuanto a lo edilicio, el espacio cuenta con 250 mts2 cubiertos (incluyendo la zona de servicios) y una expansión al exterior de 100 mts2 para la colocación de mesas y sillas.
En sintonía con los otros tres terrenos, la Municipalidad de Rosario establece que las propuestas de los interesados sean de bar con elaboración y/o heladería, poniendo de relieve el atractivo comercial que permita la revitalización de la zona.
Prioridades en materia de concesiones
Este año la Municipalidad profundizará sobre los ejes que fueron en su momento parte de la propuesta de campaña del actual intendente Pablo Javkin: igualdad de oportunidades a oferentes (se solicita mínimo de antigüedad sin puntuación extra por mayor cantidad de años), mayor accesibilidad para las ofertas (reduciendo en importancia sellados para la presentación de propuestas), sustentabilidad en inversiones y proyectos requeridos, y calificación simplificada.