Encontraron hoy al nieto varón de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, hijo de su hija Laura, quien se encuentra desaparecida, confirmaron fuentes de la entidad. Se trata de Guido, quien nació en cautiverio en el hospital militar de Buenos Aires, el 26 de junio de 1978.
Según diversas fuentes, el nieto varón de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, se realizó el análisis de ADN en forma voluntaria, informó su tío, el secretario de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, Guido “Kibo” Carlotto.
«Estamos muy felices por la noticia. Por cuestiones legales, lo único que puedo contar es que se trata de un músico y que se realizó el estudio de ADN voluntariamente», adelantó. “Estamos muy emocionados. Este chico se presentó voluntariamente porque tenía dudas sobre su identidad y el análisis se sangre dio 99 por ciento de coincidencia», agregó
Según el portal Infojus, Guido vive en Olavarría, tiene 35 años, es músico (toca el piano) y cerca de las 16 estaría reuniéndose con su abuela.
Cuando la secuestraron, el 26 de noviembre de 1977, Laura estaba embarazada de dos meses y medio: por testimonios se supo en junio de 1978 tuvo un niño al que llamó Guido en el Hospital
Luego del parto fue devuelta al centro clandestino «La Cacha», sin su bebé y el 25 de agosto de ese año la joven fue asesinada y sus restos fueron devueltos a sus padres.
En junio de 2011, Página/12 publicó una carta de Estela de Carlotto titulada “A mi querido nieto Guido”.
En dos párrafos, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo resumía el amor y el incansable trabajo que llevan a cabo desde la agrupación.
«Hoy cumples 33 años. La edad de Cristo como decían, “decimos”, las viejas. Con esta inspiración pienso en los Herodes que “te mataron” en el momento de nacer al borrar tu nombre, tu historia, tus padres. Laura (María), tu madre, estará llorando en este día tu crucifixión y desde una estrella esperará tu resurrección a la verdadera vida, con tu real identidad, recuperando tu libertad, rompiendo las rejas que te oprimen.»
«Querido nieto, qué no daría para que te materialices en las mismas calles en las que te busco desde siempre. Qué no daría por darte este amor que me ahoga por tantos años de guardártelo. Espero ese día con la certeza de mis convicciones sabiendo que además de mi felicidad por el encuentro tus padres, Laura y Chiquito y tu abuelo Guido desde el cielo, nos apretarán en el abrazo que no nos separará jamás».
«Tu abuela, Estela”.