Emilio Perizzotti es el encargado del Área de Atención de Casos de Grávida Santa Fe, la organización que interfirió para que una niña de 12 años violada por su padre revirtiera su decisión de abortar. El hombre es hijo de Juan Calixto Perizzotti, represor ya fallecido y condenado por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura. Entre ellos, el aborto forzado al que sometieron a Silvia Suppo, quien había sido violada durante su detención ilegal bajo el imperio del terrorismo de Estado.
“Ofrecemos un servicio de orientación, contención, promoción y acompañamiento de la mujer embarazada y de la mamá con su hijo recién nacido. Nos enfocamos en su revinculación, estimulando y fortaleciendo su relación desde la gestación, a fin de educar en la ternura y erradicar toda forma de violencia”, señalan en su propaganda desde Grávida.
Encuentran en un centro religioso a la niña que había pedido un aborto
La organización está financiada por entidades católicas, y participa de numerosos encuentros, entre ellos uno promovido por la Universidad Católica de Santa Fe: el “Ciclo de Conferencias de Promoción y Protección de la Vida Humana desde la Concepción”.
En esa actividad, participaron de la charla sobre “Estrategias de abordaje: la mamá en conflicto con su embarazo”. Y quien la protagonizó fue precisamente Emilio Perizzotti, cara visible de Grávida y además hijo del ex comisario Juan Calixto Perizzotti, quien murió a los 82 años el 4 de julio de 2019 en su casa, donde gozaba de prisión domiciliaria por una condena a reclusión perpetua tras ser declarado culpable por delitos de lesa humanidad cometidos en la ciudad de Santa Fe.
En nombre del padre
Juan Calixto Perizzotti se desempeñó como jefe de la Guardia de Infantería Reforzada (GIR), uno de los principales centros clandestinos de detención de Santa Fe. Fue uno de los acusados en la llamada Megacausa o Causa Acumulada, que investigó los delitos de “homicidio agravado por alevosía, para procurar la impunidad en perjuicio de diez personas, homicidio en perjuicio de otras cinco personas, privación ilegítima de la libertad agravada por el uso de violencia contra cinco personas, tormentos agravados por tratarse de perseguidos políticos, sustracción, retención y ocultamiento de un menor de 10 años y alteración del estado civil de un menor de 10 años en perjuicio de María Carolina Guallane / Paula Cortassa”.
El tribunal unificó esa condena con otras, como una del 22 de diciembre de 2009, en la que lo sentenciaron a 22 años, y otra del 6 de junio de 2014 a 23 años de prisión, y así le dictó perpetua.
Condena ejemplar
Perizzotti también fue condenado en la denominada Megacausa Rafaela, en la que cuatro ex policías recibieron penas de entre 8 y 16 años por los crímenes de lesa humanidad cometidos contra Silvia Suppo y otros cinco militantes de esa ciudad durante la última dictadura. Fue un fallo inédito, el primero en Santa Fe que condenó el aborto forzado como un delito autónomo dentro de los crímenes del terrorismo de Estado. La víctima fue Silvia Suppo, quien sobrevivió a la represión pero fue asesinada en 2010 en la misma localidad.
Suppo había sido violada durante su detención clandestina por parte de una patota de la represión, y como consecuencia de ello quedó embarazada. Según se comprobó en la causa, Perizzotti padre fue quien le anunció a la mujer su estado y le dijo que iban a “reparar ese error”. La también condenada ex satrgento primera María Eva Aebi se hizo pasar por la hermana de Silvia y junto con Adolfo Farina la llevaron secuestrada a una clínica en la zona de la Costanera de Santa Fe, donde un médico le practicó el aborto. Después la regresaron al centro clandestino donde la habían abusado para que se recupere de la interrupción del embarazo fruto de una violación.
Perizzotti hijo, ahora, integra una organización que interfiere en las decisiones de interrupción voluntaria de embarazos, como en el caso actual de la niña de 12 años y en otro anterior de similares características.
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