El gobernador Miguel Lifschitz y los titulares de los partidos opositores con representación en la Legislatura provincial se reunieron este martes a puertas cerradas en la sede local de la Gobernación para avanzar en una reforma constitucional considerada “necesaria” por todas las fuerzas presentes. Al salir del cónclave, el mandatario santafesino señaló que “fue unánime el consenso alrededor de la necesidad de una reforma constitucional pero hay matices en los tiempos” en los que la ley que convoque a la elección de la Asamblea Constituyente sea aprobada.
El gobernador adelantó que el oficialismo introducirá el proyecto en la Legislatura la semana que viene y espera que sea aprobada en mayo. “Necesitamos que el proyecto tenga tratamiento parlamentario y sea aprobada durante mayo. Creemos que todo el proceso debe concentrarse en 2018, que es un año no electoral en el que podemos avanzar en un debate con la sociedad civil y que después los constituyentes aprueben la reforma”, agregó.
El punto más politizado de la reforma es la unificación de los mandatos. Concejales, intendentes, presidentes comunales, diputados, senadores y el gobernador podrán ser reelegidos una vez, o sea, un máximo de dos mandatos de cuatro años. Además, instaura la figura del balotaje para la elección del gobernador.
Pero Lifschitz dejó la posibilidad de su reelección en manos de los futuros constituyentes: “Hay consenso general en que los gobernadores de Santa Fe puedan ser reelegidos para un período más. Lo que deberá definir la Asamblea Constituyente es si esta reelección se aplica o no para el actual gobernador. Es una cláusula sobre la que el Ejecutivo no emitirá opinión”.
Además, de la unificación de los mandatos, el borrador de la reforma abarca la autonomía municipal de Rosario, paridad de género para las listas y el funcionamiento de un Concejo de la Magistratura, algo que ya está implementado pero no figura en la Carta Magna.
Además, se incorporan derechos que están en la Constitución Nacional, pero no en la santafesina como el voto optativo para jóvenes de entre 16 y 18 años. También da la posibilidad de realizar consultas, referéndums y plebiscitos.
Por otra parte, garantiza constitucionalmente que la caja jubilatoria se mantenga en la órbita provincial y los servicios públicos sean garantizados por el Estado y no privatizados. “Son derechos adquiridos por los santafesinos pero al no estar en la Constitución son endebles”, opinó Lifschitz.
Representantes partidarios, conformes
Además de Lifschitz, participaron de la reunión de este martes el ministro de Gobierno y Reforma del Estado, Pablo Farías, y el director provincial de Reforma Política, Oscar Blando. Representando a los distintos partidos estuvieron Enrique Estévez (Partido Socialista), Julián Galdeano (UCR), Federico Angelini (PRO), Ricardo Olivera (Partido Justicialista), Gabriel Real (Partido Demócrata Progresista), Ariel Bermúdez (Coalición Cívica), Gustavo Gamboa (SI), Verónica Benas (Pares), Cesira Arcando (Partido FE), María Alejandra Vucasovich (Partido Federal), Carlos Del Frade (Frente Social y Popular), Demetrio Álvarez (Partido Tercera Posición), Héctor Cavallero (Partido Progreso Social) y Mercedes Meier (Partido Comunista Revolucionario).
Al salir de la reunión, Angelini manifestó que el PRO debatirá partidariamente sobre la reforma y de allí surgirá “una posición firme y única”. “El puesto del gobernador está en la punta de la pirámide y el resto de los cargos en la base. Debemos acercarlos. Están dadas las condiciones para un debate, pero no debemos ponernos tiempos”, dijo el presidente del PRO santafesino.
Por su parte, Galdeano consideró que la reunión de este martes “es un primer paso valioso”. “En general, hay coincidencia en la necesidad de reformar la Constitución de Santa Fe”, expresó el referente del radicalismo.
Por el lado del oficialismo, Estévez también valoró que “todos hayan entendido la necesidad de reformar la Constitución”. También se mostró “orgulloso de formar parte de una reunión tan importante”.
Mientras que el más crítico fue Del Frade: “Me llama la atención que sea una reforma parcial con la idea de agotar rápidamente el debate. No me preocupa el tiempo, sino la legitimidad que pueda alcanzar la discusión de la reforma. Estamos convencidos de que hay que reformar la Constitución, pero tenemos que garantizar la participación de la gente de los 19 departamentos de la provincia, lo que veo muy complicado”.