Unas 19 personas empezaron a ser imputadas este lunes por integrar una banda dedicada a balaceras, extorsiones y lavado en distintas zonas del Gran Rosario. Para la Fiscalía, el líder es el narco piloto de avión Julio Andrés “Peruano” Rodríguez Granthon, la cual dirigía desde el penal federal de Ezeiza. La jueza María Carrara dispuso que la acusación pasara a un cuarto intermedio hasta este miércoles luego de que uno de los sindicados tiratiros de la organización tomara la palabra y le dijera al fiscal Franco Carbone, quien junto a su par Valeria Haurigot llevan adelante la investigación, que “dejara de hablar al pedo” y le advirtiera que “no iba a quedar así».
El fiscal Carbone, adelantó que presentará una denuncia para que se investigue al acusado, identificado como Nazareno “Anteojito” Gauna, por el delito de amenazas, informaron este martes voceros de la Fiscalía.
El Colegio de Magistrados y funcionarios judiciales de la delegación sur y el Ministerio Público de la Acusación de Santa Fe (MPA) expresaron este martes su “preocupación” y solidaridad con los fiscales Carbone y Haurigot. La entidad que reúne a los jueces señaló en un comunicado que ese tipo de hechos “tienden a condicionar la independencia y la objetividad con que deben ejercer sus funciones los distintos operadores de justicia”.
El MPA también emitió un comunicado y alertó que “dada la gravedad de lo ocurrido, se dispusieron las medidas de seguridad pertinentes para proteger la integridad física del funcionario del MPA amenazado. A su vez, se inició una investigación penal en relación al amedrentamiento”.
También remarcaron que “de ninguna manera, este tipo de hechos violentos afectarán la independencia con la que ejercen sus funciones los y las fiscales y todas las personas que trabajan a diario en la persecución penal de los delitos cometidos en la provincia de Santa Fe”.
El episodio se registró durante una audiencia imputativa que comenzó a las 9 y se prolongó hasta la tarde de este lunes en el Centro de Justicia Penal, de Sarmiento al 2800.
Los fiscales Carbone y Haurigot llevaron adelante una acusación a 19 personas como presuntos miembros de una organización criminal relacionada con hechos de extorsiones y balaceras en barrios de la zona noroeste, que está liderada por el Peruano Rodríguez Granthon, el cual está condenado a 12 años de prisión por tráfico de estupefacientes en la ciudad.
Entre los sospechosos, quienes fueron apresados hace una semana en múltiples allanamientos, se encuentran el padre, un hermano y la pareja del Peruano. En esos operativos también requisaron celdas de la cárcel de Ezeiza y Piñero donde incautaron 46 celulares.
En ese marco, los fiscales ubicaron a Anteojito como un presunto gatillero de la banda, dijeron fuentes judiciales. Este joven está detenido en la Unidad Penal 11 de Piñero desde principios de este año en la causa que investiga al histórico líder de Los Monos, Ariel “Viejo” Cantero, como jefe de un grupo criminal con características similares a la de Rodríguez Granthon.
Voceros del caso lo sindicaron no como miembro de una banda, sino como un gatillero a sueldo que protagoniza balaceras a cambio de una remuneración.
De acuerdo a las fuentes, cuando el fiscal vinculó a Anteojito con el Viejo Cantero, el detenido -que asistía a la audiencia en forma remota- lo interrumpió para decir “que el fiscal Carbone deje de hablar al pedo. Esto no va a quedar así”, esta frase por la característica de oralidad del sistema procesal penal santafesino quedó grabada. Tras el incidente, la audiencia pasó a un cuarto intermedio y continuó este miércoles por disposición de la magistrada, señalaron voceros del caso.
Los fiscales explicaron que la investigación cobró impulso a partir de extorsiones y balaceras denunciadas enero pasado en Espinosa al 6500 y en Doctor Riva al 5600, de la zona oeste. Las víctimas que sufrieron los ataques recibieron comunicaciones de Rodríguez Granthon, quien exigía el pago de unos 150.000 dólares para saldar una deuda, de acuerdo con la hipótesis de los investigadores.
Los principales sindicados, además del Peruano -que también tiene una imputación por presunta participación en conseguir el auto para que se cometiera el crimen del ex concejal Eduardo Trasante-, son uno de sus hermanos de nombre Francisco, su padre Francisco Rodríguez Villarreal, quien fue detenido en Esteban de Luca al 1200 (Funes), y su pareja Lucila Rioja, allanada en Montevideo al 4400, en barrio Echesortu. Además, la Fiscalía señaló a Brian Villalba, como la mano derecha de Rodríguez Granthon.
La banda dedicada a balaceras, extorsiones y lavado de Rodríguez Granthon: apresaron al padre