Se realizaron distintas tareas para reforzar la prevención y los controles de dengue en la Terminal de Ómnibus Mariano Moreno, a raíz del incremento del tránsito de pasajeros por el fin de semana largo.
Fumigación perimetral en la terminal, entrega de folletería informativa e inspección de locales, como control de cumplimiento de la ordenanza de fumigación en los negocios y descacharrado, son las actividades de prevención que se realizaron en el marco de las acciones planificadas por el Comité de Seguimiento de la enfermedad, del que participan las secretarías de Salud Pública, de Servicios Públicos y de Gobierno de la Municipalidad, y el Ministerio de Salud de la Provincia de Santa Fe.
Así, desde las 8.30, alrededor de 60 voluntarios provenientes del 5º año de la carrera de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario, en conjunto con Agentes de Control Urbano y Salud, repartieron folletos sobre cómo prevenir la transmisión de la enfermedad a todos los viajeros, especialmente a aquellos que partan o provengan del norte del país y países limítrofes.
El material explica las medidas que se deben tomar para evitar criaderos de larvas del mosquito transmisor del dengue, además de la importancia del uso de repelente. A su vez, en las instalaciones de la estación se encuentran carteles y afiches informativos.
Este operativo se inscribe en las múltiples acciones de prevención encaradas por el municipio de Rosario, entre ellas los denominados “Día D”, campañas de concientización e información, fumigación en distintos barrios de la ciudad y espacios públicos, trabajos de descacharrizado y tareas en conjunto con entidades barriales y escuelas.
Es importante recordar que aquellas personas que provengan del norte y países limítrofes con cuadros febriles deben consultar inmediatamente al médico. Además, deben aplicarse repelente para evitar de esta manera, en caso de portar el virus del dengue, infectar a mosquitos transmisores.
Los síntomas de esta enfermedad son: fiebre, dolor de cabeza intenso, dolor detrás de los ojos, dolores musculares y de las articulaciones, náuseas y vómitos, y aparición de manchas rosadas en la piel. Ante la presencia de los mismos, se recomienda no automedicarse y consultar al médico en forma inmediata.
Para evitar picaduras se deben tomar ciertas medidas como colocar telas metálicas en puertas y ventanas, proteger la cuna o cochecito del bebé con tul, mantener limpios los ambientes y libres de mosquitos utilizando espirales, pastillas o insecticidas, siguiendo siempre las recomendaciones del fabricante.
También se deben utilizar repelentes en forma reiterada y con cuidado, dada su toxicidad, y siguiendo las instrucciones que se encuentran en la etiqueta del producto. Es importante rociar el repelente en las manos y luego frotarlas cuidadosamente sobre la cara, evitando el contacto con los ojos y la boca, y luego lavarse bien las manos. No rociar repelente directamente en la cara.
En el caso de los niños mayores de 2 meses de edad, usar repelentes con las concentraciones más bajas de DEET (Diethyl Toluamide al 30% o menos). No se recomienda su uso en bebés menores de 2 meses. Aplicar repelente en las manos y luego extenderlo en la piel de los niños, y usarlo cuidadosamente alrededor de sus oídos.
No aplicar en las manos de los niños, ya que pueden llevarlas a la boca. No utilizar repelentes asociados a protectores solares en la misma formulación y no permitir que los niños se apliquen solos los productos.
