Cerca. Al cierre de esta edición, la negociación para contratar al volante zurdo José Luis Fernández (27 años) estaba muy encaminada para que se transforme en nuevo jugador de Rosario Central. Dirigentes canallas estuvieron ayer en Buenos Aires donde avanzaron en la contratación del jugador que militó en la última temporada en Godoy Cruz.
Los directivos auriazules se reunieron con el representante del futbolista, Cristian Bragarnik, y le hicieron una oferta formal para adquirir el 50 por ciento del hombre que pretende Eduardo Coudet. Y si bien no se selló el acuerdo, el mediocampista ofensivo quedó muy cerca de convertirse en nuevo jugador de Central.
Por el lado de Marco Ruben, ayer no surgieron novedades al respecto. Y fue el propio agente del delantero, Andrés Miranda, quien comunicó a través de una llamativa pero eficaz forma (creó un grupo de WhatsApp) que todavía no está confirmado su retorno al club.
Es que ayer se esperaba que la dirigencia del club Tigres de México hiciera oficial que no iban a tener en cuenta al delantero rosarino. Pero finalmente los mexicanos no oficializaron lo que ya parece cosa juzgada: Ruben no continuará en Tigres. Y si bien es un secreto a voces que el jugador de 28 años no seguirá en el fútbol azteca, la oficialización es necesaria para luego acordar un préstamo por una temporada con Dynamo de Kiev, club dueño de su pase.
Una pasión de 125 años
Hoy se conmemora el 125º aniversario de Rosario Central. El club de Arroyito fue fundado un 24 de diciembre de 1889 por un grupo de trabajadores del ferrocarril Central Argentino. La historia indica que en la víspera de la Navidad de ese año alrededor de 70 personas se congregaron en un bar de la avenida Alberdi al 23 bis con la idea de crear un club de fútbol. El primer nombre con el que fue bautizado la institución de Arroyito fue Central Argentine Railway Atlhetic Club, nombre que propuso el inglés Thomas Mutton. Y el primer presidente elegido ese mismo día fue el británico escocés Colin Bain Calder. El cambio de nombre se dio en 1903, gracias a Miguel Green, quien solicitó castellanizar el nombre de la institución.