El Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil (Inpe) contabilizó un récord de incendios en la Amazonia, con registro de al menos 72 mil focos desde enero, de los cuales 9.500 ocurrieron en la última semana. Mientras el presidente brasileño Jair Bolsonaro acusó este miércoles a las organizaciones ambientalistas de tener responsabilidades en los incendios de la región amazónica, que este año aumentaron un 80 % respecto del año pasado.
Los críticos refutan la política ambiental del presidente Bolsonaro, en función de sus declaraciones pocos favorables a la conservación del medio ambiente.
Después de la Amazonia, la región brasileña más afectada es el Pantanal (en el oeste del país), aunque también la región de San Pablo (sudeste) sufre las consecuencias de la propagación del fuego. El último lunes el humo de los incendios oscureció durante más de una hora el cielo de San Pablo.
Las imágenes y filmaciones del fuego se están compartiendo en Twitter con el hashtag #PrayForAmazonia, mientras el Instituto del Hombre y el Medio Ambiente de la Amazonia (Imazon) reportó que en julio aumentó 66 % la deforestación en relación con el mismo mes del año pasado.
En tanto, el pasado 9 de agosto la gobernación de Amazonas declaró el estado de «emergencia» ante los incendios forestales favorecidos por el «desmonte».
Según datos de Inpe, en julio los desmontes crecieron 278 % en todo Brasil.
Esta situación siquiera perturbó al ministro de Medio Ambiente Ricardo Salles.
Salles ha dicho que la oscuridad que afectó a Sao Paulo como consecuencia de las insólitas y espesas nubes de partículas era solo una “fake news”.
En tanto, Bolsonaro hizo declaraciones frente a las críticas nacionales e internacionales sobre la luz verde que otorgó a la explotación económica de la selva amazónica y el despido de científicos que realizan el control de la deforestación.
«Puede estar ocurriendo, es una posibilidad, no lo estoy afirmando, una acción criminal de esas ONG ambientalistas para llamar la atención contra mi persona, contra el gobierno de Brasil; esa es la guerra que enfrentamos», dijo Bolsonaro.
El mandatario sumó así una nueva declaración contra los ambientalistas, luego de haber rechazado el dinero anual que Noruega y Alemania entregan al Fondo Amazonia para incrementar la fiscalización y cumplir las metas de deforestación a las que se comprometió Brasil.
Parte de la lucha contra la quema en Brasil es financiada por el Fondo Amazonas que patrocinan Noruega y Alemania. Oslo ya avisó que bloqueará sus aportes debido al giro político de Bolsonaro, quien quiere imitar a Donald Trump y abandonar el Tratado de París. Berlín también decidió suspender la ayuda.