La Escuela de Teatro Musical Formarte festeja sus diez años con el reestreno de Traición y muerte en Pichincha, la obra que presenta una historia de amor en medio de la trata y la corrupción de los años 30, bajo la dirección de Mariano Olivieri. La propuesta cuenta con más de 20 artistas en escena y una gran puesta multimedia, además del gran despliegue escenográfico, de vestuario, iluminación y efectos especiales.
Mariano Olivieri, director de la obra, compartió su entusiasmo con El Ciudadano por el reestreno de la misma este fin de semana: “Venimos de un tiempo de angustia total, de encerrarnos, de un año sin escenarios. Pichincha tenía su regreso previsto para el año pasado, pero no se pudo. Hoy, a poco de volver a escena veo una energía renovada en los alumnos de Formarte que son los intérpretes de la obra, en los docentes y en todo el staff que es muy contagiosa. Hay hambre de actuar, de crear, de retomar el camino que dejamos postergado por esta situación pandémica. Estoy seguro de que el público también asistirá al teatro con emoción y alegría. Por eso elegimos volver a producir sobre el escenario del Teatro Fundación Astengo, por lo que significó para Pichincha en el 2008 cuando se estrenó”.
Sobre la obra, la sinopsis reza que la historia se desarrolla en Rosario de los años 30. Por entonces la ciudad estaba sometida al flagelo de la corrupción que llega a las más altas esferas de la sociedad. Fabricio Robles es extorsionado por la Organización Zwi Migdal, más conocida como la Cofradía de Polacos, liderada por Simón Blaunt que tiene poder absoluto sobre el barrio de Pichincha y el burdel Madame Safó. Robles deberá trabajar para ellos, y su misión es viajar a Polonia, seducir mujeres jóvenes y convencerlas de que regresen con él a tierras argentinas, para luego venderlas. Pero no todo saldrá según lo planeado. Una de esas jóvenes es Ilsa Lund, quien roba su corazón. La relación amorosa estará en peligro, al igual que sus vidas en medio del crimen y la corrupción.
Respecto a la historia estrenada hace 13 años, el director sostuvo que si bien en su momento “tenía una mirada teñida de romanticismo y llena de mitos que son parte de las leyendas urbanas de la ciudad. Esta obra siempre tuvo una mirada crítica hacia la sociedad de entonces que estaba cargada de hipocresía defendiendo valores morales y visitando los prostíbulos los fines de semana”. Y agregó: “Hoy debemos abrir los ojos, ser contundentes sobre lo que les pasaba a esas chicas. Las madamas, los rufianes, mafiosos y clientes estaban allí por decisión propia y eran delincuentes. La mayoría de las chicas que eran obligadas a prostituirse, no elegían estar allí”.
Para agendar
Traición y muerte en Pichincha, tendrá su reestreno este sábado, a las 21.30, y domingo, a las 20.30, en el teatro Fundación Astengo, de Mitre 754. Las entradas se pueden obtener a través del sistema tuentrada.com
Comentarios