Un conocida lomitería de Córdoba tenía a 27 trabajadores encerrados, que además cumplían tareas en condiciones nulas de higiene y seguridad. El hecho se constató tras una denuncia del sindicato Gastronómico (Uthgra) y quienes hicieron la inspección comprobaron que los trabajadores estaban escondidos en una habitación, cuya puerta estaba tapada con una heladera.
“Llegamos por información que teníamos de esta cadena que es el centro de producción de Di Metro, una cadena muy importante de Córdoba, Lomitos 2×1. Hicimos una inspección con el Ministerio de Trabajo de la provincia”, relató Juan Rousselot, secretario general de la Unión de Trabajadores Hoteleros y Gastronómicos de la provincia mediterránea.
«Es el centro de producción, donde producen la comida para estos establecimientos. Intentamos ingresar como cualquier inspección normal y habitual. Nos pusieron resistencia. Logramos ingresar primero a una habitación pequeña, donde se constatan seis trabajadores trabajando en condiciones paupérrimas de salubridad, de higiene, desastrosas», agregó el dirigente sindical.
Pero faltaba lo peor: «El inspector detecta una heladera que estaba tapando una puerta, se veía la marca del piso y se escuchaba de adentro gente que estaba encerrada. Encerrada por estos empresarios que se creen que estaban en la época de la esclavitud», se enojó el titular de la Uthgra.
Rousselot dio cuenta de que la inspección se concretó la semana pasada en un inmueble ubicado en la zona oeste de la capital cordobesa. Y que cuando se cumplía con la revisión, los encargados del lugar trataban de dificultarla por todos los medios: «Pedimos que nos dejen entrar a esa pequeña habitación tapada por la heladera industrial. Los empresarios se niegan. Ahí llamamos al 911. Se acerca la Policía al establecimiento y ante la grave denuncia que estábamos efectuando, finalmente corren esa heladera y encontramos a 21 trabajadores en condiciones paupérrimas, como si estuviéramos en la época de la esclavitud. Todo oscuro, sin un espacio de trabajo», marcó el gremialista.
Y puntualizó que estaban encerrados “con el peligro que conlleva ante cualquier situación de incendio», y que se trataba de “una heladera que pesaba toneladas tapando una puerta”.
“La verdad que un hecho gravísimo que denunciamos en la comisaria 20 y en el Ministerio Público Fiscal», añadió Rousselot. «Esperamos que la Justicia actúe y que estos empresarios inescrupulosos tengan las consecuencias que se merecen. Estos trabajadores estaban completamente en negro. De hecho estaban estaban escondidos por esta franquicia. Ningún trabajador estaba registrado».
Además, sostuvo Rousselot, cumplían jornadas de hasta 12 o 13 horas y con “salarios de miseria”. Y concluyó con la descripción más triste: “Viven con miedo de perder el trabajo porque en muchos casos es el único sustento”.
