Los países del G-20 lograron acercar posiciones para solucionar la suba de los commodities agrícolas, tras el pedido de los países centrales para limitar su precio, con la consecuente pérdida para las principales naciones productoras como es el caso de Argentina. Delinearon un plan de acción de cinco puntos que Francia presentó en Buenos Aires, durante el seminario internacional que congregó a los ministros de Agricultura del Grupo.
De visita por Buenos Aires, el ministro de Agricultura francés, Bruno Le Maire, buscó tranquilizar a los países productores de alimentos, al bajar las pretensiones de Francia respecto de su propuesta inicial de ponerle un tope a los commodities. “Les digo a mis amigos argentinos que la nueva estructura no permite una intervención en el mercado, y no implica un retorno al proteccionismo”, tranquilizó el funcionario galo durante el discurso de apertura del evento.
“Lo que queremos –agregó–, es trabajar en una propuesta de regulación del mercado que implique una regulación igual a la que tienen otros mercados”.
El funcionario francés presentó un “plan de acción” de cinco puntos que se debatieron en este foro, y que se terminarán de discutir en la cumbre de ministros de Economía del G-20, que tendrá lugar en París, los próximos 21, 22 y 23 de junio.
El plan consiste en: inversión en agricultura para aumentar la oferta; lograr la transparencia en los mercados agrícolas con mayor información, para que haya menos especulación; el diseño de mecanismos de acción para aplacar una crisis alimentaria; darle un tratamiento a la volatilidad de precios; y, por último, la regulación financiera.
Es que los precios de las materias primas aumentaron 36 por ciento en el último año, tal como advirtió un estudio del Banco Mundial. La soja ronda los 500 dólares en el mercado referencial de Chicago, mientras que el trigo y el maíz se ubican en torno a los 300 dólares. El manejo especulativo de estos activos mantiene en alerta a los gobiernos, que buscan la seguridad alimentaria de sus poblaciones, y contener la inflación.
“El 90 por ciento del mercado en Chicago está compuesto por jugadores que son fondos especulativos, que no tienen nada que ver con los mercados agrícolas. Estos son los desafíos en especulación financiera”, lanzó Le Maire.
En este sentido, el ministro de Economía, Amado Boudou, calificó de “acertada y relevante” la decisión del presidente francés, Nicolás Sarkozy, de colocar al tema de los commodities como una de las cuestiones centrales del Grupo de los 20 (G-20). Asimismo, destacó la “importancia de trabajar en la regulación del mercado financiero. Gran parte de la volatilidad en el precio de los commodities es originada por el juego financiero de corto plazo, que sin duda merece un nivel de regulación y atención mayor, tal cual fue planteado por el ministro de Francia”, consideró Boudou.
El ministro de Economía valoró la discusión y la propuesta que Argentina hizo en torno al tema, sobre la necesidad de incrementar la oferta de alimentos de origen agropecuario a partir de un mayor nivel de inversión y tecnología. “La Argentina aumentó más del 50 por ciento su producción agrícola –dijo–, por la conjunción de una mejora tecnológica y la ampliación de la oferta agropecuaria”.
También el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, llamó a buscar una “respuesta al problema del hambre a través de más alimentos para más demanda, pero no buscar mecanismos para reducir precios internacionales”.
“Con Brasil, Paraguay y Uruguay producimos 300 millones de toneladas, y estamos en condiciones de garantizar la alimentación a 1.200 millones de personas del planeta, explicó Domínguez.
La postura de Argentina en la discusión fue apoyada por el ministro francés que destacó el rol de Argentina como gran jugador internacional, en la discusión de una solución a los precios de los commodities. “La Argentina juega un rol esencial como gran jugador del mundo”, dijo, y se mostró “particularmente sorprendido”, debido a los “grandes progresos” de los últimos años en materia de agricultura.
Sobre la volatilidad financiera, sostuvo que “el mercado financiero de agricultura tiene una dimensión 15 veces mayor al mercado de bienes físicos”.