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Relevan a jefes policiales tras la golpiza a Alejandro Guerrero

Ayer fueron indagados y procesados los dos policías que golpearon al editor de fotografía de El Ciudadano. Son el jefe de todas las comisarías, el titular de la Inspección de zona y la cúpula de la seccional 3ª.

Anoche, al cierre de esta edición, el gobierno provincial decidió desplazar al jefe de Orden Público, al titular de la Inspección 1a Zona y a los jefes de la seccional 3a, donde anteayer el editor de fotografía del diario El Ciudadano fue golpeado por dos efectivos policiales, trascendió de voceros oficiales. Un rato antes había concluido la indagatoria de los dos suboficiales involucrados en la agresión denunciada el fotoperiodista Alejandro Guerrero. La jueza de Instrucción Raquel Cosgaya les imputó y en el mismo acto los procesó por “apremios ilegales”, aunque los dejó en libertad. Se trata del sargento primero Luis Barrionuevo y el sargento Ignacio González, a quien fuentes de la investigación señalaron como el autor material de los golpes. Ambos ya habían sido puestos “en disponibilidad” por el gobierno provincial, para que no obstaculicen la investigación judicial. La magistrada informó a este diario que estaba a la espera del informe forense realizado al reportero gráfico, y que iba a ordenar en las próximas horas una rueda de reconocimiento de los agentes por parte del agredido.

Los efectivos ya habían sido desplazados preventivamente de sus puestos, con retiro del arma y la credencial, prohibición de trabajar y quita de parte de sus sueldos, por el Ministerio de Seguridad de la Santa Fe. Anoche, el subsecretario de Seguridad Pública, Horacio Ghirardi, informó a este diario que “ante la semiplena prueba se tomó la medida de desplazar de sus cargos” al jefe de Orden Público, Aníbal Rodríguez, al titular de Inspección 1a Zona, Walter Miranda, al jefe de la comisaría 3a, Adolfo Luna, y a su subjefe.

El testimonio de Guerrero, quien aportó todos los detalles y características del lugar y de los policías, no deja duda de que se trata de una práctica aceptada dentro de esa institución, ya que, según su relato, tanto durante la golpiza ocurrida en un cuarto de la seccional, como luego cuando antes de liberarlo, lo amenazaron de muerte para que no contara lo sucedido, y el personal del lugar desempeñaba sus actividades habituales sin intervenir ni escandalizarse por el abuso que se cometía.

Los hechos

Anteanoche, con el acompañamiento del Sindicato de Prensa Rosario, Guerrero había denunciado en Tribunales la aplicación de una feroz golpiza en el interior de la seccional 3ª de Policía, ubicada en calle Dorrego al 100 y al mando del comisario Adolfo Luna. Hasta allí lo trasladaron en un móvil oficial de la fuerza –pero con personal de civil–, luego de ser ocasional testigo de un procedimiento callejero para desalojar a una decena de jóvenes que habían pernoctado en las afueras de los galpones municipales de la zona de Presidente Roca y Wheelright. Pasado el mediodía, y ya en la comisaría, el fotógrafo fue sometido a una fuerte andanada de golpes por un oficial, mientras otro cubría la puerta del cuarto donde se producían los apremios y el resto del personal de la dependencia continuaba como si nada con sus tareas.

Fuentes de la pesquisa informaron que el señalado como autor de los golpes a Guerrero es González, quien cuenta con 24 años en la fuerza, mientras que Barrionuevo, con un año más en la Policía, está procesado por ser quien “cubrió” a su compañero durante la sesión de apremios.

El cronista gráfico estuvo detenido e incomunicado por cerca de 7 horas, en las que no se le permitió hacer ninguna llamada telefónica informando de su situación.

Repudio

Fueron numerosas las expresiones de repudio a la agresión de que fue objeto el reportero gráfico. La Comisión de Libertad de Expresión del Sindicato de Prensa Rosario expresó en un comunicado: “La actitud del policía que golpeó a Guerrero en un cuarto de la seccional 3ª tiene mucho más que ver con el comportamiento de tantísimos hombres de la fuerza durante la dictadura militar, y en otros momentos de nuestra historia más reciente, donde las balas salieron de sus armas de manera cruel, descarada, como una expresión de la cultura del autoritarismo y de la muerte, tal como ocurrió en los días del Diciembre Trágico del 2001, de los que va a cumplirse otro aniversario”. También hubo reacción en el Concejo Municipal, donde los ediles manifestaron “su más enérgico repudio al accionar de los integrantes de la Policía provincial”.

Por su parte, el senador provincial del socialismo Juan Carlos Zabalza enfatizó que lo ocurrido “no se justifica de ninguna manera, y menos en el marco de un proceso en el que tenemos depositada una gran confianza, que es la reorganización integral de la fuerza policial”.

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