El presidente Alberto Fernández durmió en Olivos y en la mañana de este viernes, antes de entrar a la Casa Rosada, fue hasta la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA) para integrar una mesa de examen oral de su cátedra a seis alumnos. La mesa estaba programada para el miércoles pasado, pero Fernández pidió postergarla dos días por el ajetreo de la asunción en el cargo. Y cumplió. Será su última presencia en el aula 235, porque formalizará de inmediato su licencia como profesor hasta que termine su mandato.
El jefe del Estado pasó la noche en la Quinta de Olivos, arribó por la mañana a la Casa Rosada en helicóptero y en lugar de ir a su despacho subió a un auto oficial con rumbo a la sede universitaria, en avenida Figueroa Alcorta 2263, en el barrio porteño de Recoleta.
A las 9.30, el helicóptero del presidente, que había partido cinco minutos antes desde Olivos, aterrizó detrás de la Casa Rosada. De allí, en auto por la avenida de Mayo hasta la Facultad.
Fernández dicta la materia «Teoría General del Delito y Sistema de la Pena». El miércoles, un día después de su asunción, tenía que tomar exámenes a sus alumnos, por lo que pidió posponerlos hasta este viernes.
«Es un buen profesor, exigente. Siempre se dedicó a la materia, nunca tocó temas políticos», destacó Nicolás, un alumno al que Fernández aprobó este viernes en el examen final de Teoría del Delito.
Después de despedirse como profesor en Derecho, el presidente tiene en su agenda recibir en la Casa Rosada al vicepresidente de Google, Phillips Schindler, con quien analizará los proyectos del gigante tecnológico en la Argentina. El encuentro, previsto para las 11.30, será también con el titular de Google Argentina, Pablo Beramendi.