Más allá de la crisis económica que atraviesa el país, donde la cultura se ha visto seriamente afectada, entre otras cuestiones por feroces recortes presupuestarios en los distintos ámbitos del Estado, este sábado reabre sus puertas una sala teatral histórica de la ciudad, un hecho que se revela como un gran acontecimiento.
Se trata de la sala municipal Nicasio Oroño, de San Lorenzo 1055, donde a las 21 y 22.30 se presentarán, respectivamente, las obras teatrales “Vestuario de hombres” y “Vestuario de mujeres”, ambas integrantes de Proyecto vestuarios, del dramaturgo y maestro porteño Javier Daulte (ver aparte).
La Nicasio Oroño será de este modo un renovado espacio en el corazón de la ciudad dedicado a la cultura y las actividades sociales. El edificio pertenece al Instituto Municipal de Previsión Social de Rosario (Impsr) y tiene como presidenta a la doctora Laura Gallo, quien junto al conocido gestor cultural local Guillermo Salvador, nuevo director artístico de la sala, prepara una amplia agenda de actividades de aquí en más y para todo el año.
Salvador lleva adelante el proyecto luego de haber sido por ocho años director de contenidos de la Plataforma Lavardén, una etapa que asegura fue inolvidable. “Fue una etapa magnífica y pude implementar allí los conocimientos adquiridos durante veinte años de recorrido en esta maravillosa profesión, además de los conocimientos adquiridos, al mismo tiempo y de manera académica, a través de un Master en Gestión Cultural que tuve oportunidad de realizar en la Universidad Miguel de Cervantes en Valladolid (España). Fue hermoso poder unir todo eso en un mismo espacio”.
Al cerrar esa etapa en el multiespacio de Mendoza y Sarmiento con el cambio de gobierno, Salvador elevó un proyecto al directorio del Impsr donde, tras varias reuniones y modificaciones de la propuesta inicial, se pudo sumar al “proyecto desafío”, como le gusta llamarlo, y fue así que comenzó la renovación del subsuelo del edificio donde se encuentra la sala Nicasio Oroño.
“En diversos sectores de la gestión pública se afianza la premisa de dotar a las ideas y contenidos creativos de una estructura metodológica para garantizar mayor solidez; en mi recorrido en el ámbito cultural pude constatar que se requiere de una constante mirada evaluativa de la gestión y de las actividades propuestas. Por eso espero con mucha ansiedad y expectativa poder llevar adelante este ambicioso proyecto que sumará a la actividad cultural de toda la ciudad”, confió Salvador a El Ciudadano.
Y sobre las obras, detalló: “Readecuamos el edificio, trabajamos durante todo el año pasado teniendo como objetivo el uso que le queríamos dar. Por eso se modernizó el ingreso de espectadores y las salidas de emergencias, también la planta de luces y sonido. Todo el trabajo de planificación llevó un año, fue muy duro y estricto, pero el resultado es maravilloso, fue como lo pensamos, un lugar de encuentro”. Y agregó: “La sala lleva muchos años y es parte de la historia cultural de Rosario. Y hace un año que el directorio del Instituto Municipal de Previsión social de Rosario se propuso poner en valor las instalaciones y seguir, de este modo, preservando un espacio tan emblemático para todos”.
Es así como este sábado, con los trabajos ya finalizados, se reabrirán las puertas vidriadas del ingreso principal para dar inicio a una nueva temporada artística y cultural.
Más allá del estreno de Proyecto vestuarios que seguirá en cartel marzo y abril, en mayo se presentará la obra El adiós de Molly: una historia, tres miradas. También será el turno del Mago Gustav con su show internacional de magia y llegará el colombiano Víctor Medina con su espectáculo de stand up Nanutria. También será de la partida el periodista Miguel Ángel Tessandori, que presentará nuevamente su espectáculo Miguel Ángel, sigue pintando, en el que incluye monólogos con sus recuerdos y su amor por el cine.
Asimismo, la sala cuenta con un convenido con la Dirección de Adultos Mayores de la Municipalidad de Rosario, y en ese contexto, se dictan talleres de yoga, pilates, taller de la memoria, tango, folclore y teatro, como pasa con La Macbeth Colectivo de Artistas y el taller Animate a Jugar, de Silvina Tuya y Jessi Garello.
Quienes se quieran comunicar con este renovado espacio, podrán hacerlo a través de sus redes sociales @multiespacionicasio (Instagram), Multiespacio Nicasio (Facebook) o bien por correo electrónico a multiespacio@impsr.gob.ar.
Si bien el instituto es de competencia municipal, Salvador aclaró que las actividades y espectáculos están a abiertos a toda la comunidad. “Las agendas, muchas veces, suelen armarse sobre lo seguro; a veces se tiende a definir detalles de acciones sin pensar a quien se dirige el proyecto y muchas veces se considera a los proyectos como pasajeros. Por el contrario, nuestro mayor desafió al reabrir la sala es que sea un instrumento de trabajo para gestionar verdaderamente un espacio para todos. Que sea un espacio determinante para el comienzo de nuevos artistas de la ciudad, y sobre todo, que sea un espacio donde los artistas rosarinos puedan ser escuchados y puedan ofrecer allí sus propuestas”, concluyó.
Se estrena “Proyecto vestuarios”
El primer espectáculo que estará en cartelera en la sala Nicasio Oroño en marzo y abril será Proyecto vestuarios, versión local de las obras “Vestuario de hombres” (viernes y sábados a las 21) y “Vestuario de mujeres” (viernes y sábados a las 22.30) escritas y estrenadas por el dramaturgo porteño Javier Daulte hace una década. Se trata de una producción de la Cooperativa la Cigarra Limitada y diario El Ciudadano con dirección de Romina Tamburello y asistencia de Simonel Piancatelli.
Con escenografía de Lucas Comparetto (Artificio Rosario), el elenco está integrado por Lala Brillos, Sofía Dibidino, Leila Esquivel, María Celia Ferrero, Belén López Medina, Macu Mascía, María Belén Ocampo y Lorena Rey para el “Vestuario de mujeres”, y Germán Basta, Juan Biselli, Raúl Calandra, Emiliano Dasso, Micael Genre Bert, Juan Nemirovsky, Mumo Oviedo, Mani Raimondi y Juan Pablo Yévoli para “Vestuario de hombres”.
En ambas obras, que comparten un mismo espacio escénico, la intimidad desenmascara lo oculto en dos instancias: antes y después del partido en el contexto de un clima de comedia dramática con algunos giros inesperados de cierta oscuridad.
Cada uno a su tiempo, un grupo de hombres y otro de mujeres que integran sendos equipos de Lacrosse de un club de un barrio de Rosario, un deporte poco conocido y practicado en la Argentina (podría ser cualquier otro), viajan a Hungría para una final mundial. El amateurismo, casi como una vocación nacional difícil de superar, estalla en el minuto a minuto de ese vestuario donde no sólo se desnudan los cuerpos sino también las miserias, rencores y contradicciones frente a lo diferente, a lo que no se quiere ver o no se quiere confesar. Y donde perder o ganar es mucho más que llevarse una copa al final de esa dura y compleja contienda.
