El titular de la Empresa Provincial de la Energía (EPE), Raul Stival, presentó este miércoles su renuncia al cargo sin que oficialmente se informaran los motivos de este alejamiento. Sí hay fuertes indicios sobre quién lo reemplazará: Maximiliano Neri, actual subsecretario de Energías Renovables de Santa Fe.
El paso al costado de Stival ocurre en medio de las fuertes controversias alrededor de los tarifazos en las facturas de la energía eléctrica, dictados a nivel nacional y replicados en la provincia. Las discusiones se aceleraron en torno a qué jurisdicciones pagan más costos políticos por estos aumentos, que ponen al borde de la imposibilidad de pago a un alto porcentaje de la población.
El revuelo desatado por la autorización nacional de nuevos aumentos en el precio de las energías (electricidad y gas) y la continuidad de la quita de subsidios al consumo desató la guerra política. La Casa Rosada se negó a dar una marcha atrás o morigerar el golpe al bolsillo (apenas concedió un pago en cuotas y con intereses que no modifica el cimbronazo en los usuarios). Y el presidente Mauricio Macri, tras insistir desde Neuquén en el pedido de un ahorro energético que poco tiene que ver con la ecología, anunció que enviará un proyecto de ley al Congreso para eliminar cargos provinciales y municipales en las boletas de los servicios de agua, electricidad y gas. Así, el Ejecutivo central busca transferir la percepción social de responsabilidad por los aumentos a las jurisdicciones subnacionales. La movida, empero, tuvo réplicas.
La primera en apuntalar la estrategia de Presidencia fue la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, que se colocó como firme soldado de Cambiemos al anunciar un retiro de tributos propios en las boletas, algunos de los cuales ella misma había agregado. En Santa Fe, hubo espejo con el intendente del mismo espacio que comanda la ciudad capital, José Corral: este martes anunció la rescisión de un convenio con la distribuidora eléctrica provincial por la cual los usuarios pagaban un monto destinado a financiar el alumbrado público. Pero no sólo eso. El radical apuntó directamente a los costos propios de operación de la EPE, y reclamo revisarlos públicamente atento a que los valores del servicio en la provincia son de los más altos del país.
El socialismo salió por su parte a responder la jugada nacional. La secretaria de Energía santafesina, Verónica Geese, respondió con números nacionales (de la cartera que comanda su par en la jurisdicción central, José María Aranguren). Señaló que la tarifa de Santa Fe, en la comparación de un consumo medio de 300 kilovatios-hora por mes, figura quinta en la tabla nacional de recarga de costos propios internos de las distribuidoras, lo que se denomina VAD (Valor Agregado de Distribución). Es que la EPE no produce ni transporta en alta tensión: compra energía mayorista a Cammesa y la lleva hasta los usuarios, por lo cual suma sus costos de infraestructura, salarios y financieros a los del insumo principal. Son los primeros los que puso en entredicho Corral, aunque no es el único.
