El secretario de Energía nacional Javier Iguacel renunció a su cargo en un escenario de crecientes roces con primeras líneas del gobierno y a horas de los anuncios de múltiples tarifazos en todos los rubros para el año que asoma. Ya tiene reemplazante: Gustavo Lopetegui, espada del jefe de Gabinete Marcos Peña y funcionario hasta hace poco de su cartera, desde donde pasó como asesor a Presidencia.
Iguacel había asumido al mando del Ministerio en junio, en reemplazo de Juan José Aranguren. Poco después el área fue rebajada a Secretaría en el marco de la reducción del Gabinete. Duró poco. Uno de los puntos altos de su gestión fue el anuncio de una «compensación» a las empresas de gas por la megadevaluación del peso, que primero iba a salir de las facturas de los usuarios y que, ante la andanada de críticas, terminarán pagando los mismos ciudadanos pero en forma indirecta: el Estado nacional pondrá el millonario resarcimiento a las corporaciones.
Los cuestionamientos a las compensaciones no llegaron sólo del exterior de Cambiemos. También surgieron de sus entrañas y las versiones primeras ponen esta circunstancia como uno de los motivos de la eyección.
Los encontronazos del funcionario que hizo punta, desde Vialidad Nacional, con las denuncias contra la anterior administración kirchnerista por supuestos hechos de corrupción, fueron varios. Por ejemplo, con el fortalecido ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, de quien depende la Secretaría de Energía. También, con las primeras líneas de la petrolera estatal YPF.
